El Gourmet Urbano: Cine y gastronomía por Antonio Gámez (@antoniogamezc):Le Grande Chef

domingo, 23 de octubre de 2011

Cine y gastronomía por Antonio Gámez (@antoniogamezc):Le Grande Chef


Desde Corea nos llega esta película que se muestra como una comedia, pero con la complejidad del cine coreano, que no puede ser clasificada claramente. Entre escenas jocosas e historias conmovedoras, se desarrolla la cinta que pertenece claramente al género del gastrocine. Muestra esa narrativa fresca coreana aderezada con buenas dosis de cocina y más cocina. Un historia un tanto confusa donde un aprendiz de cocinero trata de llegar a lo más alto de la escuela de cocina heredera del chef real, y que por un accidente con un pez globo casi mata a los jueces del concurso. El joven abandona la escuela hasta que cinco años después, una empresa japonesa quiere devolver el auténtico cuchillo del chef real de Corea y para decidir quien es el heredero de ese instrumento decide hacer un concurso nacional, donde el ganador se queda con el cuchillo al demostrar ser el heredero de la tradición gastronómica coreano.
 

 
Así el protagonista decide entrar al concurso y enfrentar su pasado y a su rival de la escuela de cocina, que es ahora un star chef que aparece en televisión y es imagen de muchos productos gourmet de anaqueles de supermercados, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia.
Para algunos podrá resultar muy extraña la narrativa de la película, pero es lo que nos ha venido entregando Corea en sus producciones, que en lo personal no me dejan de sorprender, desde Primavera, verano, otoño, invierno, primavera… hasta Chunking Express, no me ha dejado de sorprender el cine de esta tierra antes desconocidas para occidente. En una comedia ligera donde se muestra el romance y escenas conmovedoras el director Jeon Yun-Su nos sabe atrapar con una sucesión de eventos que ocurren alrededor del concurso de cocina, desde los orígenes de la escuela de cocina, comedia, drama, romance, tragedia, cine de competición, hasta alguna nota nacionalista que no cae mal. Una muestra maravillosa del arte de la cocina, de la búsqueda constante de la perfección de parte de los cocineros, de la importancia del ingrediente, del manejo del mismo, de la pasión absoluta por esa religión de los fogones.
 
Interesante el antagonismo de la cinta, Bong Ju y Seong Chan representan la cocina comercial y la cocina artística, representan lo sagrado de la cocina y lo profano, quizá lo apolíneo y lo dionisíaco.
 
Entre escenas tenemos diálogos rescatables donde hablan de la cocina, de la memoria gustativa, tan de moda últimamente, y de la importancia de ser conscientes del patrimonio inmaterial que es la gastronomía, que un pueblo es lo que come y que debe sentirse orgulloso de ello. Entre los colores sugerentes y exóticos de los platos coreanos, y la influencia que de toda Asia recibió esa cocina, el filme huele a kimchi, a chiles recién cortados, a cilantro, a caldo de res, a mar, a arroz humeante y a buen té. Esta película nos reaviva la pasión por cocinar, nos inspira a buscar más de lo que hacemos, de tratar de llegar al comensal no sólo por la vía de los sentidos sino llegar a su emotividad, de manera que los manjares que degusta lo transporten, lo hagan entender un mensaje. La película habla de cocinar con un sentido, con una idea y expresar esa idea por medio del platillo que más que estético, por aquella consabida fórmula que por los ojos también se come, pero nunca olvidar que a fin de cuentas lo más importante es el sabor de la comida, y que se cocina para alimentar al cuerpo y por su puesto al alma.
 
La selección de esta semana tienen varias escenas interesantes pero creo que la más conmovedora es la historia del fabricante de carbón, que en medio del dolor de la pérdida de su madre, buscó la perfección en honor a ella. Esa filosofía tan asiática que a veces se siente ajena de occidente, esa de buscar la perfección en lo que sea que uno haga, pero eso no se queda sólo en la búsqueda, impresiona que hay reconocimiento y aprecio por esa búsqueda y por sus resultados, ¿Cómo podríamos apreciar la perfección de un carbón en occidente? ¿Cuáles son los estándares de nuestros ingredientes? ¿Por qué tanta distancia entre el productor y el consumidor final? Siento al ver esta película la necesidad de irme a conocer personalmente a todos los productores de los ingredientes que uso. Siento la necesidad de tener mi propia huerta que me provea de lo indispensable para hacer una comida deliciosa. Siento la obligación de pensar seriamente en la necesidad de enarbolar la gastronomía venezolana como ícono de una lucha por nuestra propia identidad.
 
Así que les recomiendo este filme divertido y aparentemente ligero que fue un éxito de taquilla en el año 2007 en Corea, espero la degusten y la disfruten tanto como yo. Les doy una receta sencilla de Kimchi, que creo es el plato más representativo de la cocina coreana, la probé y los resultados son bastantes satisfactorios.
 

Kimchi


Ingredientes:
  • 1 Repollo chino grande
  • Ají rojo molido
  • 6 dientes de ajo
  • 20 gr de jengibre fresco
  • 50 gr de escalonia (chalota)
  • Sal al gusto
 
Procedimiento:
Lave el repollo muy bien, y luego corte en cuatro trozos, sumerja en agua con mucha sal. Mientras tanto mezcle el ají, el ajo picado finamente, el jengibre rallado, y la escalonia finamente picada. Añada 3 C de salsa de pescado o pasta oriental de anchoas y la mezcla de especias al repollo, deje reposar al menos 1 hora. Sírvalo como guarnición.
 
Titulo Original: Sikgaek – Shikgaek (Legrand Chef para Occidente)
Año: 2007
Duración: 113 min
País: Corea
Director: Jeon Yun-Su
Reparto: Kim Gang-Woo, Lee Ha-Na, Lim Won Hee
Productora: Show East
Genero: Comedia. Drama. Cocina.

Antonio Gámez
Cocinero Venezolano
Investigador del Proyecto Odisea Culinaria
Cinéfilo
 

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