El Gourmet Urbano: Charla de @Paramaconi Acosta sobre el porqué nuestro café es el mejor del mundo

lunes, 28 de noviembre de 2011

Charla de @Paramaconi Acosta sobre el porqué nuestro café es el mejor del mundo

Luis Enrique Blanco - El Gourmet UrbanoEl pasado 15 de noviembre, asistí a una charla que ofreciera Paramaconi Acosta, venezolano con 4 certificaciones internacionales que lo acreditan como Barista Europeo de Cafés Especiales, Barista Americano de Cafés Especiales e Instructor, y actualmente Director y Barista Instructor de la Escuela Venezolana del Café. La charla y cata hedónica parase enfocó a concientizar a los asistentes sobre las características del café venezolano.

 

Ivanova Decán y Paramaconi Acosta

 

Paramaconi comenzó con una breve exposición sobre el pasado, presente y futuro del café venezolano. Nos comentó sobre la llegada del café a nuestras tierras, de la fuerza que tuvo en la guerras independentistas, de cómo el café llega a Chacao gracias a 3 visionarios, y de que a principios del siglo pasado (1919) Venezuela alcanza un tope de exportación único en su historia, cuando vende al exterior el café que le sobraba y el cual llegó a 89 millones de kilos.

 

Asimismo, hizo golpeó duró a la conciencia de la gente al comentar que, lamentablemente, la mayoría de las personas que viven en la Floresta, Altamira y Chacao, no están conscientes de que viven en terrenos donde se sembraba café; así como también el poco conocimiento que hay sobre el que se llamó en su momento Café Azul, y del cual no hay registro en Venezuela, lo poco que se sabe es gracias a reportes internacionales.

 

Ivanova Decán y Paramaconi Acosta

 

También comentó que en aquellos años nuestro principal comprador fue Alemania, pero la Guerra Mundial, el que Brasil comenzará a producir cantidades exorbitantes de café y la locura que ocasionó el famoso Oro Negro en nuestro país, llevó a Venezuela por un camino que nos condujo a lo que ahora es nuestro presente: somos principalmente IMPORTADORES de café.

 

Aunque está primera presentación pudiera descorazonar a cualquiera, Paramaconi aclaró que el venezolano está muy arraigado sentimentalmente a las características del café venezolano. Comentó que hay trabajos que buscan rescatar y registrar el café que producíamos el siglo pasado al igual que su historia, caso de la Universidad Central de Venezuela y de su Escuela Venezolana del Café.

 

Durante la charla, Paramaconi estableció las características organolépticas del café. Explicó que el café venezolano tiene un marcado componente aromático y una ausencia de acidez. El primero se debe a que en Venezuela todavía se sigue utilizando el secado natural y no tanto las grandes máquinas como en otros países. La ausencia de acidez se debe a que el café venezolano se cultiva en medianas alturas (entre 800 y 1200), lo que le da mayor cuerpo por el mayor desarrollo de los azúcares.

 

También enseñó a los participantes a reconocer las características claves de un buen grano. Destacó que es primordial que los granos de café tengan el mismo color, mismo tamaño y que no sea brillante.

 

Los cafés de mala calidad jalan consigo todo tipo de granos -más claros o verdes, más grandes o pequeños-, lo que indica que no hubo selección y que lo se va a obtener es un café desbalanceado.

 

Para la cata, los participantes analizaron 2 tipos de café en la fragancia, el aroma y el sabor. Todos se decantaron por la Muestra B que era el café venezolano, a diferencia de la Muestra A, que también era café venezolano, pero mezclado con nicaragüense y brasileño.

 

La charla y la cata buscaban concientizar a los presentes sobre lo que se tuvo en un pasado, pero que sigue presente en el paladar venezolano. De hecho, existen comentarios que el paladar más exigente a la hora de consumir un buen café en el exterior es el de Venezuela. No todo está perdido, la Escuela de Café busca ofrecer al público tips de alerta para que no sigan consumiendo cafés malos disfrazados, y no pierdan ese paladar innato que, como venezolanos, poseemos. Sólo así, con una buena política y con constancia, el café venezolano podrá llegar a alcanzar los méritos que le corresponden a nivel mundial.

 

 

Felicitamos a Paramaconi por ese sueño que ahora comienza a dar frutos y que está institucionalizado en su Escuela. El camino es largo, pero el primer paso se ha dado y es el despertar que hay en la sociedad sobre su historia cafetalera.

 

Luis Enrique Blanco

El Gourmet Urbano

 

 

 

 

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