El Gourmet Urbano: ¿Qué comen los soldados españoles?

domingo, 5 de julio de 2015

¿Qué comen los soldados españoles?

Degustación de una ración de combate del Ejército. Todo género patrio
Se incluyen latas de todo tipo, un hornillo quemador y pastillas depuradoras de agua
Esta comida gusta mucho a los soldados de otros ejércitos

Soy hombre/hambre honesto. En mi primer artículo de esta sección, dedicado al menú del Casino Militar, prometí hacer una incursión por la auténtica gastronomía marcial y cumplo hoy con mi compromiso. He comprado a través del portal eBay una ración individual de combate del ejército español, así que con este cuerpo atrincherado quiero dilucidar cómo comen nuestras Fuerzas Armadas y ruego a San Juan Bosco, patrón de los especialistas del Ejército de Tierra, no enfrentarme a un desastre de Annual culinario.

Judías, calamares y melocotón son algunos de los tesoros de la ración de combate del Ejército.

La caja de cartón (17x 7,5 cm) es capaz de aglutinar un menú extenso, de garantías, para aguantar el fuego enemigo con el estómago lleno. Su distribución cartesiana es fascinante, como diseñada por el cuerpo de zapadores, ya que contiene sobres y latas con una coordinación geométrica de partida de Tetris.

La ración se compone de lo siguiente en materia del comer: 1 lata de paté a la pimienta, 1 lata de judías verdes, 1 sobre de sopa de verduras, 1 lata de melocotón en almíbar, 1 lata de calamares, 2 pastillas depuradoras de agua, 3 pastillas de combustible sólido, sobres de polvo isotónico defatigante con vitamina C, 1 hornillo quemador y 1 estuche de cerillas. Tiene una larga vida. La comida que he adquirido caduca en 2018.

Empiezo con el paté y creo reconocer la marca blanca por el sabor. Aceptable. Las judías tienen jamón y piñones. Pasan la nota de corte con dignidad. Las he tomado peores en algunos restaurantes.Los calamares están excesivamente blandos y el melocotón en almíbar siempre funciona como camuflaje de un buen postre.

La guerra es el hecho dramático más trascendental protagonizado por el hombre y, paradójicamente, el que ha estimulado más su desarrollo. Los avances tecnológicos y médicos nacen en el campo de batalla para luego incorporarse a la vida civil. Un desarrollismo sembrado sobre cadáveres. La gastronomía no es una excepción. Y es que el hambre es un elemento aún más cruel que 20 divisiones del enemigo.

Durante siglos conservar los alimentos parecía imposible y la rapiña era la única solución de abastecimiento. Todo eso cambió cuando un confitero francés llamado Nicolás Appert inventó las conservas modernas envasando la comida al vacío a través del baño maría. Su método concedió una importante ventaja logística a los ejércitos napoleónicos. Hoy en día, la lata es la Santísima Trinidad: Padre de militares, Hijo de marineros y Espíritu Santo de todos los solteros amputados del don de la sartén y la cazuela.

Según la etiqueta, esta ración está aprobada por la OTAN,organismo que es la guía Michelín de espadones y morteros. Me meto en varios foros militares en internet y descubro que las raciones españolas tienen prestigio en las maniobras conjuntas con ejércitos extranjeros. Valor cotizado en el trueque entre compañeros de armas. La verdad es que estamos ante un menú de batalla variado y nutritivo. Mucho mejor de lo esperado.

JORGE BENÍTEZ
@jorgebmontanes

RACIÓN INDIVIDUAL DE LAS FUERZAS ARMADAS. Adquirida en www.ebay.com Precio menú: 4 euros + 3 euros (gastos de envío).

No hay comentarios. :