El Gourmet Urbano: Treinta años de caracoles #España

martes, 17 de mayo de 2016

Treinta años de caracoles #España

El molusco gasterópodo es el reclamo de este restaurante de cocina tradicional

Los caracoles no están muy presentes en la gastronomía gallega. No figuran entre los platos tradicionales y son muy pocos los locales que los preparan. Uno de estos establecimientos está en Santiago, ciudad en la que, desde 1986, no sólo ha llevado los caracoles a su marca comercial sino que su especialidad es la preparación de estos moluscos gasterópodos. El establecimiento completa su oferta con una variada propuesta de cocina tradicional gallega.


La historia de Los Caracoles comenzó cuando Germán González, que tenía una pulpería en A Coruña y una discoteca en Perillo, decidió trasladarse a Compostela, para estar más cerca de su lugar de origen, Bembibre. Había descubierto los secretos de los caracoles con un médico del hospital Juan Canalejo que periódicamente acudía al local y colaboraba en la preparación de este manjar. La familia González, que conocía la receta y había cocinado muchas veces los caracoles, estimó que este molusco podía actuar como distintivo de la marca de su nuevo local, por lo que, cuando convirtió una vieja fontanería de la Raíña en restaurante, no solo no dudó a la hora de bautizarlo, sino que se especializó en la cocina de este gasterópodo.

Cuando hace seis años su hija Natalia y su marido, Manuel Ameneiro, asumieron el relevo, mantuvieron la tradición, remozaron el establecimiento y orientaron su oferta hacia la cocina de temporada, aunque sin renunciar a los platos más demandados por los turistas, por encontrase el local en una zona muy próxima a la catedral. Ahora, en plena fase de cuidar una cocina tradicional con productos de Galicia, lo mantienen como uno de los platos estrella, a partir de ahora denominado Caracoles 198?, que consiste en la preparación del molusco con salsa picante, verdura y yerbas y que hace las delicias de los forofos de este plato, que es una variedad del conocido como caracoles a la riojana. En el año 2015 sirvieron más de mil kilos, cantidad que en el 2016 esperan revalidar.

Pero el restaurante Los Caracoles ofrece otros tesoros. Los lomos de raxo en castañas -de cerdo criado con castañas- con queso de tetilla (lo preparan a la plancha, sobre una cama de patatas), la croca y el entrecot de ternera gallega suprema, las croquetas caseras, la merluza al albariño, los arroces (con bogavante o con mariscos -es el tradicional arroz marinero con mariscos-) y los postres -todos caseros y especialmente logrados, entre los que destaca la tarta de queso con cobertura de chocolate, el semifrío de piña y la tarta de Santiago con vino dulce de castañas-. Las empanadas caseras de xoubas y pulpo, entre otras, completan una oferta ajustada, pero suficiente. La calidad de los productos está garantizada y la cocina merece buena nota.

Natalia y Manuel han situado Los Caracoles en un nuevo escenario, pero con los moluscos como bandera de enganche entre el pasado y el presente, y como uno de los platos de los que pueden presumir. Ellos sostienen que la comida es una experiencia, por lo que hacen todo lo posible para que sea agradable a todos los que deciden entrar por la puerta del local.

XOSÉ AMADOR LÓPEZ

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