El Gourmet Urbano: El sushi y tres comidas (con muy buena fama) que te dan más hambre y engordan

lunes, 14 de noviembre de 2016

El sushi y tres comidas (con muy buena fama) que te dan más hambre y engordan

Hay alimentos que tienen un aura algo engañosa. Son ligeros al paladar y al estómago, pero no son los ideales para perder peso. Vemos cuáles y por qué
Un error típico cuando intentamos perder algunos kilos es obsesionarnos por evitar las comidas contundentes, aun a costa de pasar hambre. El resultado: caprichos culpables a deshoras con los consiguientes picos de azúcar en sangre y un metabolismo 'confuso' que acumula grasas en los momentos menos oportunos. 

Menos ligero y completo de lo que parece. (iStock)

También sucede que el hambre no es directamente proporcional a la cantidad de comida ingerida. Depende de otras cuestiones que ha puesto de manifiesto Sue Decotiis, médica especializada en pérdida de peso, en 'Health': "El hambre es el resultado de muchas reacciones complejas que ocurren en el estómago, el intestino, el cerebro, el páncreas y el flujo sanguíneo". En conclusión, no podemos confiar solo en la sensación de saciedad inmediata.

Si necesitas adaptar tu dieta para adelgazar, ten cuidado con estos alimentos:

Pan blanco


Estamos acostumbrados a ver fotos de sándwiches ilustrando textos sobre perder peso o menús especiales para adelgazar de los restaurantes de comida rápida, pero comer pan blanco, sea de molde o no, no es la mejor idea. En el proceso de fabricación la harina pierde la capa externa del grano, el salvado, y con él gran parte del contenido de fibra. Eso hace que los niveles de insulina se disparen.

Un problema de los zumos es que pueden disparar los niveles de azúcar en sangre, especialmente los embotellados

Un estudio español reciente relacionó los hábitos alimenticios y el peso de más de 9.000 graduados universitarios y descubrió que aquellos que comían dos o más raciones de pan blanco al día tenían un 40% más de probabilidades de sufrir obesidad en los cinco años siguientes que los que lo tomaban una vez a la semana o menos. Sin embargo, en los que combinaban pan integral y blanco no se observó este aumento de peso.

Con la pasta sucede algo similar. La integral es mucho mejor si tienes que controlarte. La blanca, tomada en las raciones habituales (que son excesivas) sobrecarga el cuerpo con carbohidratos simples que acaban provocando desequilibrios de azúcar y dando hambre en pocas horas, incluso si nos hemos sentido empachados al acabar el plato. Otro problema son las salsas, que suelen ser dulces, grasientas o ambas. Si nos tomamos una sola taza (ya cocinada) de pasta, integral, sin salsas pesadas y combinada con otros alimentos, no hay mayor inconveniente.

Zumos


Los zumos naturales son un buen alimento, aunque no sustituyen a la fruta entera, que es mucho mejor para perder kilos. Esto se debe, de nuevo, a la fibra, que está en la pieza de fruta, sobre todo si la comemos sin pelar, pero no en el líquido exprimido. Si conserva parte de su pulpa, te llenará algo más y ayudará a tu dieta.
No hay duda: para adelgazar, mejor la manzana entera. (iStock)

Otro problema aún mayor es el azúcar, especialmente en los zumos embotellados, aunque no tengan azúcar añadido. Beber un baso de zumo puede disparar los niveles de azúcar en sangre, provocando que después bajen rápidamente. Esto contribuye a la sensación de hambre repentina, según informa Mitzi Dulan, doctora especializada en dietas para adelgazar.

En lugar de sustituir sólidos por zumos y tentar a la suerte, te recomendamos un plato variado. Para evitar picar entre otras, puedes hacerte un batido cremoso con frutas enteras y proteínas en polvo (o alguna otra fuente de proteína, como frutos secos). Por supuesto, sin azúcar. Los 'smoothies' de helado o yogur que se compran ya preparados suelen contenerla en cantidad.

Los platos japoneses tienen pescado crudo y algas; el problema es que los occidentales solemos pedir solo sushi, y su principal ingrediente es el arroz

Otra bebida que no parece peligrosa en este aspecto es el alcohol. Lo es. Tomar unas copas hace que notemos el estómago vacío en poco rato, porque arruina los niveles de leptina, una hormona responsable de la sensación de saciedad. Las borracheras, además de provocar esa euforia momentánea que nos hace impulsivos y caprichosos, dejan la leptina bajo mínimos y hacen que comamos sin que al cerebro le llegue adecuadamente el mensaje de que debemos parar. Además, merma las reservas de hidratos de carbono, deshidrata y provoca que perdamos electrolitos, haciéndonos soñar con patatas fritas y hamburguesas.

Sushi


Exotismo, raciones pequeñas (y caras) y platos poco cocinados: a primera vista, nada mejor para ayudarnos a mantenernos delgados. Es cierto que el pescado crudo y las algas son ingredientes nutritivos y sanos ausentes en nuestra dieta habitual; el problema es que los occidentales no pedimos todos los platos de la carta habitual japonesa. Según la dietista Susan M. Kleiner, "comemos, más que nada, arroz". Un ejemplo es el 'California roll', que tiene sobre todo carbohidratos.

Comer muchas piezas de sushi con arroz en lugar de buscar la variedad es similar a comerte un bocadillo, y no te sacia mucho, porque faltan fibra y proteínas.

Si tienes que comerte una bandeja tú solo, es mejor buscar alternativas. O antes de que te des cuenta estarás compensándolo con un postre enorme.

RAQUEL MÁRQUEZ