El Gourmet Urbano: 5 postres de Navidad fáciles y rápidos 🍨🍪🍰😋

miércoles, 21 de diciembre de 2016

5 postres de Navidad fáciles y rápidos 🍨🍪🍰😋

Recetas prácticas para elaborar unos postres navideños ricos, vistosos y muy sencillos de hacer

Los menús de las fiestas en general son bastante complicados, con platos elaborados que llevan tiempo y trabajo porque se hacen en pocas ocasiones. Preparar ensaladas navideñas elegantes pero sencillas como acompañamiento o dejar algún plato hecho con anterioridad ayudará a que la organización de la comida o la cena sea más fácil. Para ahorrar tiempo en la cocina y ganar en sencillez, a continuación se proponen cinco postres muy fáciles y rápidos de hacer para Navidad, aunque no por ello menos ricos y vistosos.

Imagen: bit245


Adelantar trabajo. Esa es la clave para no pasar más tiempo en la cocina que en la mesa en Navidad. Entre las preparaciones que se pueden adelantar, los postres son de lo más apropiado. Se pueden servir sin tener que preocuparse más que de dar un calentón en el último momento o de decorar con un par de toques graciosos antes de presentarlos. Además, es recomendable que el plato final de la comida o la cena de las fiestas navideñas tenga una textura cremosa, fría, con trocitos de frutas, como helado, mousse o yogur con frutas de temporada. Una salsa dulce caliente, una macedonia o una tarta fría son algunas opciones para cerrar un menú diferente y más calórico de lo habitual.

Los cinco postres que se ofrecen a continuación cumplen todas las expectativas: son fríos, cremosos, con frutas y sabores fáciles de digerir. Además, casi todos se pueden hacer el día anterior a la celebración.

Imagen: ileishanna

1. Postre helado de piña colada


En un vaso de batidora americana hay que incorporar 300 gramos de hielo, un chorrito de ron, medio litro de zumo de piña, un vasito de leche de coco, dos cucharadas de azúcar moreno y unas hojitas de menta. Se tritura todo hasta formar una mezcla homogénea.

Por otro lado, se separa una yema de la clara del huevo y se bate la clara hasta conseguir el llamado punto de nieve, una textura superblanca y dura que hay que reservar. Se bate la yema de huevo y se agrega a la piña colada para que dé un toque fino al helado.

Después, se baten 250 gramos de nata hasta montarla y se mezcla con cuidado con la clara de huevo a punto de nieve y con la piña colada refinada con la yema de huevo. La mezcla se debe hacer con mucho cuidado para que no se baje la textura de helado cremoso.

Luego, se coloca en un recipiente apto para congelar y se introduce en el congelador durante un mínimo de ocho horas. Por último, se sirve semihelada en una copa bien fría, decorando con un trocito de piña y una ramita de menta.

2. Vasitos de postre con crema de queso, mango y galletas María


En primer lugar, hay que triturar 100 gramos de galletas María hasta convertirlas en polvo y, una vez trituradas, mezclarlas en un cuenco junto a dos cucharadas de mantequilla líquida hasta formar una pasta uniforme. Después, se colocan un par de cucharadas de esta masa de galletas en el fondo de los vasitos y se reservan.


Mientras, se deben remojar dos láminas de gelatina en agua fría. Se mezclan 100 mililitros de nata con 200 gramos de queso Philadelphia y 40 gramos de azúcar y, después, se calienta la mezcla ligeramente (sin llegar a hervir). Luego se añade la gelatina remojada y escurrida a esta mezcla templada, de manera que con el calor se deshaga, y se remueve la nata, el queso y la gelatina formando una crema homogénea. Se vierte esta mezcla en los vasitos individuales que hay reservados con la base de galleta y se introduce en la nevera al menos durante cuatro horas.

Para preparar la cobertura de mango, primero se debe pelar y trocearlo maduro, colocarlo en un cazo con un par de cucharadas de azúcar y agregar, después, otras dos o tres cucharadas de azúcar, dependiendo del jugo que vaya soltando cuando se cocine. Se añade también una pequeña vaina de vainilla y se cuece durante 15 minutos a fuego suave, hasta que se forme una compota. Se saca la vaina de vainilla de la compota y se pasa la crema de mango por un pasapurés y por el colador chino para obtener una crema fina. Se deja que se enfríe antes de utilizar.

Una vez fría, se vierte esta cobertura de mango en los vasitos que tienen la crema de queso y las galletas María y se introduce de nuevo en la nevera durante 30 minutos. En el momento de servir, se acompaña de algún trocito de mango o frutas variadas para jugar con el contraste de colores y sabores dulces y una pizca ácidos.

3. Mousse de chocolate con crema chantilly


Como primer paso, se deben separar las claras de las yemas de dos huevos, que hay que reservar, para batir las claras junto con 120 gramos de azúcar. Se remojan dos láminas de gelatina en agua fría durante cinco minutos y, cuando estén blandas, se escurren. También hay que poner al baño María 100 gramos de cobertura de chocolate junto con la gelatina hasta que se deshaga y forme una crema. Una vez lista la crema, se aparta del fuego y se añaden las dos yemas batidas con 40 gramos de azúcar, dejándola enfriar sin parar de darle vueltas con la cuchara. Cuando esté fría, se agregan las claras montadas, dando vueltas en sentido envolvente y procurando que sigan esponjosas.

Se montan 150 mililitros de nata con 30 gramos de azúcar y se agrega esta mezcla a la crema de chocolate esponjosa, también dando vueltas en sentido envolvente. Se introduce la mousse en el frigorífico durante dos horas en vasitos individuales o cuencos. Después, se elabora la crema chantilly batiendo 100 mililitros de nata liquida con 20 gramos de azúcar glas y una pizca de esencia de vainilla, hasta espesar. Antes de servir, se adorna la mousse con crema chantilly y se espolvorean unos granos de chocolate. El azúcar se puede sustituir por edulcorantes sin calorías para hacer este delicioso postre dulce más adecuado para todos.

4. Canutillo de pasta filo relleno de macedonia y yogur


Esta es una receta para aprovechar la fruta y presentarla de una manera original y divertida. Hay que lavar, pelar y trocear una manzana, además de un kiwi y un plátano, y deslavar y trocear unas fresas. Todo ello se debe mezclar con un par de yogures naturales y poner al punto de azúcar, de manera que la fruta quede ligada, pero no en exceso (lo justo para que no se salga luego del canutillo de pasta filo).

Se envuelve la macedonia y el yogur en tiras de pasta filo, haciendo canutillos. Y, después, se introducen en el horno en modo gratinador para que se tueste la pasta. Se sirve con un poco de mermelada de fresa aligerada.

Es importante tener en cuenta que este es el único postre que no se puede dejar hecho con anterioridad, aunque sí se puede tener lista la mezcla de yogur y frutas cortadas. De este modo, bastará con enrollar y gratinar al momento, justo antes de llevar a la mesa.

5. Tarta de bizcocho fría con nata y frutas


Antes de nada hay que engrasar un molde redondo de 22 centímetros de diámetro y colocar en el fondo papel de horno y de nuevo engrasar con mantequilla derretida.

Para elaborar el bizcocho, se baten cuatro huevos y se agregan 100 gramos de azúcar poco a poco, hasta obtener una mezcla esponjosa y de color amarillo claro. Hay que dejar subir la masa dos veces su volumen inicial. De manera manual (sin ayuda de la batidora), se añaden 100 gramos de harina integral en forma de lluvia junto con la vainilla y se mezcla de modo envolvente. Se vierte la mezcla y se hornea a 180 ºC durante unos 25 minutos. Se saca del horno, se desmolda y se deja enfriar.

Por otro lado, se preparan y trocean 150 gramos de melocotón en almíbar, tres kiwis y 200 gramos de piña en almíbar en rodajas. Hay que escurrir el almíbar y reservarlo para mojar la tarta, que debe cortarse en dos capas con la ayuda de un cuchillo de sierra.

La primera capa de bizcocho hay que colocarla sobre un plato grande y bañarla ligeramente con el almíbar de la piña y del melocotón. También se debe cubrir generosamente con nata montada y con la mitad de la fruta troceada distribuida por toda la superficie. Puesta la siguiente capa de bizcocho, se baña ligeramente con almíbar, se cubre con las frutas y se rellenan los huecos que hay entre ellas con nata montada. Se debe conservar en la nevera hasta el momento de consumir bien fría.

Por PEIO GARTZIA

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