Tendencias ‘gastro’: cinco pistas para disfrutar de los vinos de Jerez

Te damos algunos 'tips' relacionados con la buena conservación de estos magníficos caldos, convertidos hoy por hoy en algo así como 'el nuevo vermú' en lo que a tendencias 'foodie' se refiere

Que los vinos de Jerez son algunos de los mejores caldos que se producen en el mundo es algo que nadie pone duda dentro del sector gastronómico (de hecho, sus calificaciones en los premios enológicos suelen ser siempre muy elevadas; es el caso del ‘Mejor vino del mundo’ del que os hablábamos hace unos días, presentado en un acto que amadrinaba Eva González).

La buena noticia es que esa excelencia ha comenzado a adquirir también un relieve cada vez mayor entre el público general. Sí; ¡los jereces están de moda! Tanto solos como acompañados con comida, su degustación puede proporcionarnos magníficas experiencias 'gastro'.

Si te encuentras entre los numerosísimos admiradores de los vinos de Jerez y cuentas con alguno de ellos en casa pero no tienes claro cuál es su mejor modo de conservación, hoy queremos ofrecerte algunos tips para que les saques el máximo partido y los disfrutes en toda su plenitud.

1. El fino y la manzanilla: por su carácter ligero, fresco y delicado, deben ser consumidos antes de los 18 meses siguientes a su embotellado. Temperatura de servicio: entre 6ºC y 8ºC.
2. Los vinos del tipo amontillado se conservarán en la botella por un período no superior a los 36 meses. Temperatura de servicio: entre 12ºC y 14 ºC.
3. En cuanto a los vinos elaborados mediante largos procesos de crianza oxidativa, como es el caso del oloroso, cream o el Pedro Ximénez, pueden conservar sus características intactas durante muchos años (incluso décadas, dependiendo de la calidad intrínseca del vino en cuestión).Temperatura de servicio: entre 12ºC y 14 ºC (olorosos y Pedro Ximénez) y entre 10º y 12ºC (los cream).
4. Las botellas cerradas se han de guardar en un sitio oscuro y sin oscilaciones térmicas. A diferencia de otros vinos, la posición de la botella ha de ser vertical, para reducir la superficie expuesta a la oxidación.
5. Una vez abierta la botella, los finos y manzanillas no deben conservarse más de una semana y siempre en el frigorífico y con la botella bien cerrada. Los amontillados pueden aguantar algunas semanas, y los más oxidados, incluso meses.

Fuente: Hola