El Gourmet Urbano: La guía definitiva para saber qué bebidas dan más resaca (y cuáles menos)

jueves, 9 de febrero de 2017

La guía definitiva para saber qué bebidas dan más resaca (y cuáles menos)

¿Es verdad que hay que tomar cerveza y luego vino, y nunca al revés? ¿Es cierto que las bebidas blancas son más fuertes? ¿Funciona realmente beber más para quitarse la resaca?

El uno de enero es el día internacional de la resaca... o debería serlo. Quizás eres de los miles de españoles que se ha planteado en serio hacer algo al respecto estos días. No hablamos de dejar el hábito de raíz, que probablemente sería lo mejor, pero sí de encauzarlo para que no ocurra más eso de despertar y arrepentirse profundamente de cada minuto de alegría de la noche anterior. ¿Por qué mi yo borracho me hizo algo tan injusto?

La cerveza es una buena opción para evitar lo peor de la resaca. (iStock)


Como es un tema relacionado con la fiesta, y todas las culturas tienen rituales en los que se pierde un poco la consciencia por unas horas, existen cantidad de mitos sin base científica sobre cómo beber para que no nos siente mal. ¿Pero son todas las bebidas iguales? ¿Hay de verdad alguna forma de minimizar el problema, antes o después de emborracharse? ¿Alguna respuesta válida para todos, hombres y mujeres, jóvenes o mayores?

Vamos a responder a estas preguntas con algunos datos de los estudios más fiables y a plantearte una tabla con el único ranking validado por las investigaciones para saber, antes de que sea demasiado tarde, cómo tener las máximas (y mínimas) papeletas para el peor 'día después' de tu vida. Y ya te avisamos de que beber agua no es demasiado efectivo.

Un buen brandy es una forma rápida de llegar a la peor resaca del mundo. Necesitas poco para empezar a encontrarte mal y tendrás peores síntomas

El dato más interesante sobre por qué unas bebidas provocan más malestar que otras (peores borracheras y también resacas) lo dio un estudio, 'The alcohol hangover - a puzzling phenomenon': la clave son los congéneres, sustancias biológicamente activas que se generan durante la destilación del alcohol etílico y que están presentes en distinta proporción en cada tipo de bebida. Dependen de los azúcares fermentados que se usen para obtenerlas y de sus levaduras y una buena norma general es evitar las bebidas más oscuras, que suelen contener más congéneres.

El coñac


La etiqueta por sí sola puede hacerte sentir un sibarita bien informado, pero cuidado: un buen brandy es una forma rápida de llegar a la peor resaca de tu vida. Necesitas poca cantidad para empezar a encontrarte mal y tendrás peor resaca que si alcanzaras la misma graduación con otros alcoholes.

Al menos eso dicen los que lo han probado en estudios controlados... Tú mismo.

Vino tinto


Vivimos en un país con una cultura del vino importante y sabemos que, tomado con moderación, tiene algunos efectos positivos, pero si notas que el vino te sienta peor que las copas no es que te pase nada raro.

Es la segunda bebida en cantidad de congéneres. De hecho, la cantidad de vino que necesitas para empezar a sentirte indispuesto es poco mayor que la del coñac, aparentemente más peligroso.

La gravedad de los síntomas de la resaca será menor, eso sí, que si tomaras la misma cantidad de brandy. Al menos un dato positivo para seguir dándote gustoso a esta vertiente tan agradecida de la marca España.

Con moderación, por supuesto: cuanto menos alcohol, menos etanol y por tanto menos riesgo de consecuencias negativas.

Cerveza


Lo mejor de la cerveza es que puedes beber mucha sin notar apenas malestar al día siguiente. Si odias las resacas más que nadie, esta es tu bebida, bastante mejor que el vino blanco.

Este es el ranking completo de más a menos resaca:

  • Coñac
  • Vino tinto
  • Ron
  • Whisky
  • Vino blanco
  • Ginebra
  • Vodka
  • Cerveza

De qué más depende


Según la explicación de la doctora Laura J. Veach en 'New York Times', la resaca sucede durante el proceso de bajada de la concentración del alcohol en nuestra sangre, y está en su punto más agudo cuando se elimina del todo. Según esta fuente, "los expertos han observado con frecuencia que es técnicamente un síndrome de abstinencia del alcohol, en su forma más benigna".

A pesar del interés del público, aún hoy no están claros todos los factores que afectan a ese estado de malestar que incluye dolor de cabeza, náuseas, mareos, cansancio, confusión, sudoración y estómago revuelto y puede llegar a prolongarse más de 24 horas. Otro doctor citado por el 'Times', Preston R. Miller, cirujano en Wake Forest, pone el acento en que el alcohol es un diurético que provoca deshidratación y dilatación de los vasos sanguíneos, lo que podría tener una relación directa con los dolores de cabeza. Y con la boca seca.

(Efe archivo/Miguel Angel Molina)

En esta línea abunda la publicación del museo Smithsonian, que añade que estadísticamente no solemos beber agua durante las horas en que estamos tomando alcohol, con lo que el efecto deshidratador se multiplica. Sin embargo, por sí sola la cantidad de agua en nuestro organismo no explica la resaca como muchos aún creen. En un estudio del Instituto Universitario de Utrecht de Ciencias Farmacéuticas publicado en 'Bentham Science' los científicos llevaron a cabo análisis de sangre y orina y no encontraron correlación entre la hidratación y la severidad de la resaca. Es probable que sí esté íntimamente unida a algunos síntomas concretos, como los mareos, los vahídos y, claro, la sed. Es posible que beber agua antes de acostarte (o mejor, entre copa y copa) reduzca algo estos síntomas, pero está lejos de poder anunciarse como el mejor remedio contra el fenómeno.

Otra explicación más compleja, y la que parece más acertada a día de hoy, es que el alcohol desequilibra el organismo químicamente provocando una acumulación de acetaldehído, un compuesto tóxico que aumenta cuando el cuerpo se ve obligado a procesar el alcohol. Esta sustancia es aún más dañina que el alcohol mismo (hasta 30 veces más tóxica) y provoca sudoración, enrojecimiento de la piel, náuseas y vómitos hasta que se neutraliza convirtiéndose en acetato.

No está claro que las mujeres tengan menos tolerancia por razón de su sexo. La resaca es mayor en las personas con menor grasa y musculatura

Los genes son otro factor, injusto pero importante. Un estudio del colegio universitario de salud pública de Boston descubrió que hay personas (más de un 20%) que tienen una mutación que afecta a las enzimas deshidrogenasas implicadas en la metabolización de la bebida y ello les da una resistencia especial en estas situaciones. Además, concluyeron que hay un mayor riesgo en los asiáticos, a los que, como norma general, les cuesta más procesar el acetaldehído.

En cuanto al sexo y la edad, la ciencia indica en general que los mayores tienen menos tolerancia a las grandes cantidades de alcohol, si bien algunos estudios han mostrado buenos datos a partir de los 40, que pueden explicarse gracias a que los maduros beben de forma más pausada, en lugar de tomar litros en media hora como ocurre en un 'botellón' adolescente. En cambio no está en absoluto claro que, como suele repetirse en los textos sobre el tema, las mujeres tengan menos tolerancia por razón de su sexo. Lo realmente demostrado es que la resaca aumenta en personas con menos grasa corporal, menos musculatura y menor cantidad de agua en el organismo, y frecuentemente las mujeres encajan más en ese grupo que los hombres.
¿Qué se puede hacer?

Además de tener especial cuidado con las primeras bebidas de la clasificación, está demostrado que afecta:

  • La privación de sueño. Si has bebido, quédate un rato más en la cama y mejorarás tu rendimiento durante el día. O mejor: acuéstate antes, te dará tiempo a beber menos.
  • El tabaquismo. Un motivo más para no fumar.
  • El estado de salud general. Lógico.
  • Mezclar, pero no con refresco sino con otras bebidas alcohólicas. No es que el refresco de tu 'cubata' sea el culpable, es sobre todo que las bebidas que acompañamos con refrescos son las más fuertes. Los cócteles con varias bebidas de alta graduación, por ejemplo, son una opción poco inteligente.

¿Qué hay de la famosa sentencia sobre que es mejor beber antes cerveza que vino y nunca lo contrario? No tiene demasiada base científica. Lo que sucede a menudo es que, si bebemos algo fuerte para empezar, como vino tinto, perdemos antes la consciencia sobre las cantidades que estamos tomando, así que nos emborrachamos más y tenemos peores resacas.
  • Tener el estómago lleno. Ayuda a asimilar mejor lo que bebas, pero no intentes llenarte de comida cuando ya has bebido 'para que empape', no servirá de mucho y tienes más riesgo de atracón que si no llevaras alcohol en el organismo.
  • No tiene sentido beber más para mitigar la resaca, la famosa solución de 'sabiduría popular' de muchos alcohólicos. Puede parecer que palía los efectos porque, como siempre, beber embota los sentidos. Después tendrás aún más resaca, así que deja de engañarte. Curar resacas con alcohol es como curarte de un golpe en la cabeza con un cachiporrazo.
  • ¿Y los remedios caseros, como el huevo o el café? Ninguno ha demostrado su eficacia hasta la fecha. Si descubres algo, ya nos contarás.

RAQUEL MÁRQUEZ

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