¿Estamos ante una simple cuestión de marketing o realmente hay algo más? Los que han probado los pasteles originales elaborados en la pastelería Casa Pastéis de Belem, en Lisboa, aseguran que de marketing nada. Los pasteles que salen de ese establecimiento sencillamente no tienen nada que ver con los que se elaboran y venden en otros lugares del mundo.
La historia de los pasteles de Belem es curiosa. Se dice que la receta original es obra de monjes del convento de los Jerónimos de Belem, a las afueras de Lisboa. La revolución liberal de 1920 expropió el monasterio a la iglesia y dejó al repostero del convento sin trabajo, así que decidió vender lo único de valor que tenía: la receta de sus pastéis de nata.
Pasteis de Belem en la pastelería que los comenzó a elaborar. Foto: Wikipedia |
Los hijos de Alves aseguran que hasta ahora no han visto ninguna receta que haya dado con la clave de cómo se hacen. El joven de la familia bromea diciendo que si algún día alguien da con el secreto, lo encerrarán en el sótano de la pastelería y tirarán la llave.
Tanto la pasta como la crema que forman los pasteles de Belem se elaboran en una habitación restringida llamada oficina do segredo (la oficina del secreto) en un proceso que tarda alrededor de dos días. Solo después ambos ingredientes salen al obrador general donde otros operarios los montan, dan forma y hornean.
Hoy en día, los pasteis de nata se elaboran en todo el mundo y son especialmente populares en China, donde se llaman dan ta (蛋挞) que significa pastel de huevo. Al parecer, ninguno es comparable al original. Casa Pastéis de Belem elabora 20.000 de estos deliciosos dulces al día, y la producción puede alcanzar los 50.000 en épocas de alta demanda. Sea realmente un secreto de familia o puro teatro, si visitas Lisboa, no puedes dejar de probarlos. [Great Big Story/YouTube vía Mental Floss]
Carlos Zahumenszky
Fuente: Gizmodo
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