El Gourmet Urbano: Y para el almuerzo: 3 recetas deliciosas con carne de conejo

domingo, 7 de enero de 2018

Y para el almuerzo: 3 recetas deliciosas con carne de conejo

Platos sabrosos y sanos para utilizar este ingrediente, una carne blanca y magra idónea para las dietas de control de peso

El conejo es una carne blanca, por lo que si se cocina de manera sencilla, sin exceso de grasas, se convierte en un alimento de elección dentro de los menús bajos en calorías. Por su composición nutritiva está recomendado en caso de seguir dietas bajas en grasa y colesterol, como también en caso de trastornos cardiovasculares. Al ser una carne blanca, su contenido en ácido úrico es menor en comparación con las carnes rojas, lo que le hace ser apta para personas con hiperuricemia o gota. La carne de conejo resulta blanda y fácil de comer, sobre todo si se cocina guisada o estofada y acompañada de salsas y hortalizas, lo que supone una ventaja para quienes tienen dificultad para masticar. A continuación se detallan tres recetas para comprobarlo.

Imagen: nito103

1. Conejo al ajillo con patatas


Este es un plato muy completo y equilibrado. Combina las proteínas de alta calidad y la digestibilidad de la carne de conejo con los hidratos de carbono de las patatas. Además, el aceite de oliva aporta ácidos grasos insaturados, esenciales para el organismo.

Ingredientes: 

Un conejo de 1-1,5 kg, una cabeza de ajo, tres patatas grandes, una cucharada de perejil fresco picado, seis cucharadas de aceite de oliva, una cucharada de vinagre, pimienta negra y sal.

Elaboración:

1. Poner una cacerola al fuego con aceite de oliva y dorar los ajos sin pelar. Cuando estén listos, retirarlos y añadir el conejo troceado y salpimentado. Subir el fuego y dorar el conejo de forma uniforme.
2. Agregar de nuevo los ajos, verter el vinagre y tapar la cacerola, continuando con la cocción a fuego bajo.
3. Pelar las patatas, cortarlas en cuadrados y freírlas en una sartén con aceite de oliva. Cuando estén listas, escurrir el exceso de aceite de las patatas y salpimentarlas. Añadirlas a la cazuela del conejo.
4. Servir el conejo caliente, con las patatas, espolvoreado con perejil fresco.

Un consejo

En las dietas de control de peso se recomienda sustituir las patatas fritas por una guarnición de ensalada o de verduras a la plancha. Si no se quiere renunciar a las patatas, se pueden usar otras técnicas de cocinado. Una buena idea es asar las patatas en el horno mientras se prepara el conejo en la cazuela. De esta manera, se consigue preparar una comida completa en un tiempo récord.

2. Arroz con conejo y gambas


El perfil nutricional de este plato es muy equilibrado, ya que aporta todos los nutrientes principales en las proporciones adecuadas. El arroz colabora con hidratos de carbono; las gambas y el conejo, proteínas. Estas proteínas, de elevada calidad, se acompañan de un aporte bajo en grasas y alto en vitaminas y minerales.

Ingredientes: 

Mmedio conejo troceado, cinco vainas gordas de habas frescas, una cebolleta pequeña, un pimiento verde pequeño, dos tomates, 150 g de gambas peladas, 300 g de arroz redondo, 750 ml de caldo de ave, aceite de oliva, dos dientes de ajo, unas hebras de azafrán, una cucharada de perejil fresco picado, tres ramitas de tomillo limonero y sal.

Elaboración:

1. Picar las hortalizas, desvainar las habas y rallar los tomates.
2. Salpimentar el conejo troceado y dorarlo en una cazuela con un par de cucharadas de aceite de oliva. Añadir las verduras, excepto el tomate, y pochar el conjunto.
3. Cuando las verduras estén pochadas, agregar el tomate rallado, dejar reducir el agua y añadir el arroz. Sofreír durante unos minutos y verter el caldo caliente.
4. Pelar los ajos y machacarlos en un mortero con un pellizco de sal, el azafrán, el tomillo y el perejil. Cuando empiece a hervir el arroz, verter un poco de caldo al mortero, remover y volcar el majado en la cazuela. Bajar el fuego al mínimo, rectificar de sal y cocer durante 15 minutos.
5. Cuando el arroz esté listo, introducir las gambas peladas, dejar reposar el conjunto cinco minutos y servir.

Un consejo. 

Mientras se preparan el conejo y el resto de ingredientes en la cazuela, poner el caldo a calentar. Si se compra el conejo entero, se puede usar la cabeza junto a unas verduras para preparar el caldo. Esta receta es una excelente opción para toda la familia. Se puede acompañar de una ensalada verde variada o tomate natural troceado con pepino aliñado con vinagreta.

3. Conejo guisado con vino tinto y puré de patatas


Este plato resulta muy completo nutricionalmente. Destacan las proteínas de alta calidad del conejo, los hidratos de carbono del puré de patatas y las vitaminas y minerales aportados por ambos y por las hortalizas.

Ingredientes: 

Un conejo de 1-1,5 kg, tres patatas, una cebolla, medio puerro, una zanahoria, un tomate, dos dientes de ajo, 300 ml de vino tinto, 40 g mantequilla, tomillo fresco, pimienta blanca, aceite de oliva, perejil fresco y sal.

Elaboración:

1. Lavar las patatas e introducirlas en una olla sin pelar. Cubrirlas con agua con sal, tapar la olla y dejar cocer durante 20 minutos. Dejarlas templar en su misma agua de cocción.
2. Estando aún calientes en su interior, pelar las patatas y pasarlas por un pasapurés sobre la mantequilla a temperatura ambiente. Salpimentar, mezclar de manera homogénea y reservar el puré.
3. Trocear y salpimentar el conejo. Dorarlo en una cacerola con aceite de oliva y añadir la cebolla, el puerro, la zanahoria y los ajos, todo picado. Cuando las verduras estén pochadas, incorporar el tomate troceado y el tomillo fresco. Dejar rehogar durante dos minutos y agregar el vino tinto. Tapar la cacerola y dejar cocinar durante 15 minutos, a fuego bajo. Retirar el conejo y triturar la salsa.
4. Para servir, colocar el conejo regado con la salsa junto con el puré de patatas.

Un consejo.

 El vino tinto aporta un sabor único a la receta. Dejar cocinar suficiente tiempo para que se evapore todo el alcohol. El puré de patatas, muy nutritivo, es muy aceptado por los niños y se puede variar su sabor añadiéndole diferentes especias y condimentos. También es posible sustituir el vino por caldo de verduras, que aporta un sabor más suave.

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