El Gourmet Urbano: Cómo no hacer el ridículo con los cubiertos en la mesa

lunes, 28 de mayo de 2018

Cómo no hacer el ridículo con los cubiertos en la mesa

Hay cubiertos muy específicos para el marisco, los espárragos o los caracoles. Por norma se usan de fuera hacia dentro, según el orden de los platos, el postre se come casi siempre con tenedor y hay que estar atentos a las costumbres de otras culturas

Hay un tipo de cubierto indicado para cada alimento y hay normas de protocolo que han permanecido más o menos inalterables en los últimos años, aun así, es fácil confundirse en determinadas ocasiones: en una comida de empresa, en un restaurante o como invitado.

Foto: iStock.


Existen cubiertos muy específicos para comidas de lujo, como el tenedor corto y plano para las ostras, la cuchara de nácar para el caviar o las tenazas, utilizadas para el marisco. ¿Se puede comer con las manos? En determinadas ocasiones, pero como norma general, si el alimento está acompañado con un cubierto, hay que usarlo. Hay algunos más especiales, como las pinzas para los espárragos, la pinza y plato de caracoles —con huecos especiales para colocar el caracol—, el tenedor para las angulas, que debe ser de madera, además del de legumbres.

Según Marina Fernández, directora de Relaciones Institucionales de la Escuela Internacional de Protocolo, hay aperitivos como las aceitunas, los embutidos o incluso las croquetas, en los que está permitido prescindir de los cubiertos, "siempre que no formen parte del plato", puntualiza. "El marisco es una cuestión más delicada, dependerá de la señal que nos mande nuestro anfitrión".

"Si sobre la mesa hay utensilios para comer el marisco, no debemos comerlo con las manos"

Si sobre la mesa hay utensilios, no debemos comerlo con las manos. "Si al servir las gambas no hubiera dichas herramientas, entonces nuestro anfitrión nos está dando permiso para hacerlo. Ocurre lo mismo con las almejas, pueden comerse directamente de la concha, incluso si llevan salsa, a no ser que nos hayan puesto su tenedor", explica a Alimente la experta.

El postre, con tenedor


Lo mismo ocurre con los postres de fruta: las mandarinas, las uvas o las cerezas, por ejemplo. Siempre que se sirvan solas y no formen parte de un postre más elaborado. De hecho, es en el último plato de la comida donde más errores cometemos.


Foto: iStock.


Los postres se comen con el tenedor pequeño y no con la cuchara, que se debe usar para empujar: "A no ser que se trate de un postre que por su consistencia muy blanda, como las natillas, requieran de una cuchara, o que por su dureza sea imposible de cortar sin la ayuda de un cuchillo, como en el caso de algunas tartas de manzana", clarifica la experta en protocolo.

"Se usan por orden, de fuera hacia dentro, con cada nuevo plato, y el tenedor tiene preferencia sobre los demás"

Los cubiertos, si vamos a un restaurante, se usan por orden de fuera hacia dentro con cada nuevo plato. El tenedor tiene preferencia sobre los demás, al igual que con el postre, la cuchara solo debe utilizarse para sopas o guisos, pero si tiene suficiente consistencia siempre se utiliza el tenedor. Con el pescado no hay excepciones: tiene su tenedor y pala característicos, independientemente de que su textura sea más parecida a la de la carne, como en el caso de una rodaja de bonito a la plancha o un filete de emperador.

"La ensalada debe comerse con tenedor, pero para eso nos tienen que ayudar desde cocina y no servirla con piezas demasiado grandes que deban ser cortadas. El huevo frito debería comerse solo con tenedor, sin ayuda del cuchillo, pero sí del pan. Aunque, a veces, dependiendo de la manera de freír el huevo, es casi imposible".

Anfitriones de otras culturas


El mejor consejo es siempre informarse antes de sentarnos a una mesa. Si esto no es posible o algún elemento de la mesa nos sorprende y no sabemos reaccionar, la mejor salida es observar y repetir lo que hace nuestro anfitrión.

"En España ambas manos tienen que estar sobre la mesa, pero en EEUU es costumbre que una descanse en el regazo"

"Esto es especialmente importante si estamos fuera de España o nuestro anfitrión pertenece a otra cultura. Aunque podamos manejarnos con soltura en una mesa española, es posible que las costumbres del lugar sean muy diferentes a las nuestras. Por ejemplo, mientras que en España ambas manos deben estar visibles sobre la mesa, en Estados Unidos la mano izquierda —la derecha para los zurdos— descansa en el regazo del comensal. En Japón está bien visto hacer ruido al comer la sopa —un piropo a la obra del chef—. En Rusia se estila dejar algo de comida en el plato para hacer saber que nuestro anfitrión ha sido generoso a la hora de alimentarnos y en Etiopía la costumbre es que todos los comensales coman desde un solo plato en el centro de la mesa".

Julio Martín

No hay comentarios. :