El Gourmet Urbano: ¿Correr maratones y comer a base de cerveza y patatas fritas? Sí, se puede

viernes, 22 de junio de 2018

¿Correr maratones y comer a base de cerveza y patatas fritas? Sí, se puede

Patrick Sweeney es un corredor de ultramaratones que tiene una dieta de lo más peculiar: aguacates, tacos, burritos y sobre todo, cerveza.Este es su truco para estar en forma.
¿Qué come un corredor de maratones? En concreto, de qué se alimenta uno que es capaz de hacer dos de estas asfixiantes pruebas con tan solo 22 días de diferencia? Y no solo eso, ¿que también pudo recorrer hasta 80 kilómetros al día en una travesía de 5.000 que le llevó de Los Ángeles a Boston?

© Hunter Bryant / Unsplash


La respuesta seguramente sea toneladas de cereales, barritas especiales, pasta, frutos secos y bastante proteína. Y seguro que nadie pone en esa lista de comidas ultra energéticas ni la cerveza ni los aguacates. Pero Patrick Sweeney, un deportista que consiguió las dos hazañas antes descritas, es un gran fan del fruto que es la base del guacamole y de la deliciosa bebida que sale de los cereales, pero que no tiene el mismo poder nutritivo que un plato de avena, ni mucho menos.

Pero Sweeney no solo pasa de los consejos nutricionales ortodoxos, sino que también desafía la lógica del running moderno. Por ejemplo, le gusta correr sin zapatillas y muchas veces lo hace o descalzo o con una sandalias llamadas Luna, inspiradas en su diseño por el calzado tradicional de los Tarahumara, un pueblo nativo del norte de México.

Este deportista inusual ha charlado con nuestros compañeros de la edición estadounidense de GQ.com sobre los secretos de su dieta, sus carreras y sus logros.

Patrick Sweeney© D.R.

Sin duda, lo más chocante de Sweeney son sus hábitos alimenticios. No tiene ningún reparo en tomar grandes cantidades de picante antes de las competiciones “Me encantan los burritos, y me gusta que piquen”, confiesa. ¿Y qué comió cuando recorrió los Estados Unidos de punta a punta corriendo todos los días? “Mis víveres fueron las tortillas (las de los tacos, no las de huevo), aguacates, patatas fritas y cervezas”.

Pero esta avalancha calórica no se debió a que Sweeney sea un inconsciente en cuanto a la alimentación. “Comía así porque muchos días solo sentía la necesidad de ingerir muchas calorías. Buscaba alimentos que me gustaran, no que fueran completamente saludables. Sé que las patatas fritas no son muy nutritivas, pero la cerveza sí que me ayudó. No bebía para estar borracho, sino para tomar algo que me reconstituyese”.

Otra de las revelaciones más sorprendentes de Sweeney es la e su aversión por el complejo alimenticio favorito de los deportistas: las proteínas. “No soy muy fan. Mi cuerpo no las necesita. Y tampoco tomo suplementos de proteínas. Pero sí que las consumo en ensaladas, comiendo aguacates o con aceitunas”.

Otro de los alimentos favoritos de este corredor de utlramaratones es el pinole, un alimento que se elabora a base de harina de maíz con azúcar. El pinole es un producto prehispánico que tomaban los tarahumaras. Sweeney conoció su cultura gracias a un libro titulado ‘Born to Run’, en el que se glosa los hábitos alimenticios de este pueblo que destaca por sus rápidos corredores.

Todos estos hábitos de ejercicio y dieta ‘curiosa’ ha hecho que Sweeney se sienta mejor que en su vida. “Desde que corro perdí peso y gané masa muscular. Ahora mismo estoy delgado, tanto que habría gente q e se bajaría del coche para ofrecerme comida, pero yo me siento como nunca”.

¿Cómo es posible que comiendo tan mal Sweeney haya adelgazado y ganado algo de músculo? Sweeney lo tiene claro: el secreto está en su metabolismo. “Mi cuerpo quema toda la energía que ingiero y desestima las calorías que no necesita, como las procedentes del alcohol de la cerveza”.

Fuente: Revista GQ

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