El Gourmet Urbano: El sabor de una dulce tradición #ESPAÑA

miércoles, 13 de junio de 2018

El sabor de una dulce tradición #ESPAÑA

Ramflor acerca a los riojanos lo mejor de la pastelería artesanal desde 1979
LA RIOJA

Logroño cuenta con negocios clásicos que han resistido el paso de los años y que pueden presumir de un legado que les da un estatus especial. Están ya en el ADN de la ciudad. Uno de ellos es Pastelería Ramflor, que en el año 1979 abrió sus puertas en la calle Pérez Galdós para convertirse en uno de los obradores de mayor prestigio de La Rioja. Un estatus que sigue ostentando hoy en día en el número 5 de la calle Huesca de Logroño, un espacio al que llegó en el año 1988. Desde su fundación ha mantenido su mismo espíritu.

Pastelería Ramflor es más que dulce. También es amargo, salado e incluso picante. Una combinación de sabores en busca de una innovación que nunca pierde la base de sus años de experiencia y de su legado. En el año 2009, David Nicolás asumió el relevo de sus padres al frente de la pastelería, teniendo claros sus principios: «Pastelería artesana, de calidad, con productos tradicionales y con una buena relación con el precio para poder llegar a la gente».

La variedad que ofrece Pastelería Ramflor es enorme, adaptándose además a las necesidades del cliente, desde los gustos personales a las intolerancias alimentarias. Un mundo a medida; un trato individualizado. Entrar en su tienda despierta los sentidos. «Pura gula», tal y como reza una frase en sus cristaleras.

«Nuestros productos estrella son las milhojas, los bombones y las tartas» explica David Nicolás, que recalca que su intención es «volver a lo que se hacía antes, basándome la calidad de la materia prima». Por ejemplo, explica como ha sustituido el colorante de la tarta Red Veltet por remolacha o ha apostado por el crujiente de las patatas fritas en algunos de sus bombones, pasteles y tartas.



El carácter innovador es fundamental para competir en un negocio complejo. «Es un mercado que ha sufrido muchísimo debido a la competencia, en mi opinión desleal, de las grandes superficies», apunta David Nicolás, que destaca además que «hay que competir escuchando mucho al cliente, con alimentos de temporada y proximidad, con productos más saludables y en definitiva, con calidad».


Una de las claves es la formación continua y la inquietud por mejorar, con visitas a recientes a plantaciones de cacao en la República Dominicana y Costa Rica en busca de la mejor de la materias primas. La exigencia obliga a «reinventarse año tras año, buscar la novedad y moverse mucho», comenta. Esa apuesta da sus frutos y por ello Pastelería Ramflor cuenta con importantes restaurantes como clientes, con los que explota su creatividad en busca siempre de algo más. Además, David Nicolás cree que el futuro del negocio pastelero en la región pasa por «la simbiosis con el mundo del vino», una fórmula sin duda apetecible.

Pastelería Ramflor mira al pasado para descubrir la fórmula de su éxito y de los sabores impregnados en el aroma de una ciudad. Una historia de la que presumir. Pero también a los años venideros mediante la innovación y la búsqueda de nuevas fórmulas con las que explorar los sentidos de sus clientes.

Fuente: La Rioja

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