El Gourmet Urbano: Congelar las fresas tiene truco

lunes, 2 de julio de 2018

Congelar las fresas tiene truco

Tan deliciosas como delicadas, las fresas son una de las frutas que más cuesta conservar. La congelación es una manera de hacerlo, pero tiene truco

Avanza la primavera y cuesta resistirse a la tentación de una caja repleta de fresas. Su aspecto y, sobre todo, su aroma dulzón despiertan las ganas de comerlas. En estos días es fácil, y económico, hacerse en el mercado con uno o dos kilos de esta fruta deliciosa y delicada cuya principal desventaja es que se deteriora con rapidez. Y es que si las fresas no se consumen en pocos días o no se conservan de modo adecuado, es bastante probable que se acabe tirando a la basura unas cuantas piezas. Para evitarlo, nada mejor que congelarlas, pero de la manera en que se detalla en este artículo.

Imagen: bonninturina

La explicación del rápido deterioro de las fresas está en un par de hongos (el Botrytis cinerea y el Rhyzopus stolonifer), a los que la fresa es muy sensible. Y, también, como explica Marta Chavarrías en este artículo, en que la fresa "respira muy deprisa", una característica que hace que se acumule gas carbónico dentro de los envases donde se presenta y que altera su sabor, dejándole un gusto desagradable. "De ahí que los envases en los que se comercializan estas frutas tengan unos pequeños agujeros que permiten que salga el exceso de gas carbónico", apunta Chavarrías.

Elegir, separar y almacenar las fresas


Elegir bien y conservar la fruta en buenas condiciones es muy importante. Más, si cabe, en el caso de las fresas. Para ello, lo primero es descartar las que tengan moho y separar las que estén en exceso maduras. Con estas últimas, que aún no se han echado a perder, se pueden preparar postres, batidos, helados, mermeladas o una macedonia de frutas.

Las demás piezas deben conservarse secas y con su parte verde, en un lugar fresco (puede ser la nevera) y sin humedad. Y, en la medida de lo posible, se debe evitar tocarlas demasiado: cuanto menos se manipulen, mejor.

Cómo congelar las fresas


En esta temporada puede ocurrir que se tengan en casa más fresas de las que se pueden consumir. Utilizarlas en recetas es útil para aprovecharlas pero, así y todo, esta estrategia es limitada. Si no se quiere convertir la dieta en un monográfico de fresas, la mejor opción es congelar el excedente.

Los especialistas de la Asociación Interprofesional de los Frutos Rojos, Interfresa, enseñan cómo hacerlo: "La forma más adecuada para congelar las fresas es desechar las que no estén en buenas condiciones, especialmente si presentan moho. Aquellas que sí son óptimas, las lavamos y dejamos que escurran el agua en un colador para que luego no se forme escarcha y cueste más separarlas". Luego, según los expertos, hay que colocarlas en un recipiente amplio, de modo que las fresas no se apelmacen.


Imagen: Shaiith79

"También podemos congelarlas en papel de aluminio, envolviéndolas de forma separada, o introducirlas en una cubitera con un poco de agua alrededor. Pasadas unas horas, tendrás los cubitos de fresa listos para enfriar la bebida que prefieras con todo el sabor de esta fruta", describen. Con estos cubitos especiales, se pueden enfriar bebidas de un modo original y vistoso. "Las fresas congeladas son una excelente manera para preparar granizados y smoothies. Y, por supuesto, también puedes preparar tu propio helado", agregan.

El truco para congelar fresas es que estén bien secas antes de meterlas al frigorífico y tener presente, como señalan desde la asociación interprofesional, que "cuando las descongeles no podrás utilizarlas para su consumo en fresco, porque no conservan la misma textura". La buena noticia es que sí tendrán el mismo sabor, de modo que es posible guardarlas ahora para usarlas más adelante en muchas recetas

LAURA CAORSI

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