13/10/10 Como en EE.UU., el “Take-away” ya es habitual en cadenas y bares porteños.
EN VASO DE CARTON Y CON TAPA. UNA TENDENCIA QUE SE MULTIPLICA, SOBRE TODO, ENTRE LOS MAS JOVENES.
Cualquier porteño que esté un poco atento a las tendencias urbanas sabe que algo cambió. El café gourmet pisó fuerte en la Ciudad y logró lo que pocos hubiesen creído: tomar un cafecito sentado a la mesa de un bar ya no va más. Ahora, el café se toma caminando y se pide “take-away” (para llevar), en vaso grande de cartón y con tapita. La tendencia llegó de la mano de Starbucks y obligó a manejar un nuevo vocabulario que incluye mochas, lattes, macchiatos y hasta frappuchinos (esos que se toman ¡fríos!).
El cambio fue tan grande que ni en Starbucks lo pueden creer. Es cierto que la marca de la sirenita llegó con ciertas pretensiones, pero también es verdad que lo hizo con el temor de quien invade tierras desconocidas. Al final se llevó una sorpresa: el porteño resultó desapegado y desde el primer día hubo cientos de personas que esperaron pacientes su turno para irse con su café en la mano. El furor fue tal que en sólo dos años Starbucks sumó 24 locales : el último acaba de abrir en Pueyrredón al 1700, en Recoleta. “ Los porteños están aceptando muy bien el concepto take-away , sobre todo los consumidores que trabajan o estudian y tienen un tiempo bastante limitado”, celebró Diego Paolini, gerente general de Starbucks ($11,50 el café más barato y hasta $20 con ingredientes).
Así las cosas, el café agrandado y callejero tampoco para de sumar fanáticos en otras cadenas como McDonald´s, Café Martínez ($12,50 con dos medialunas), Havanna ($10 el vaso grande), Bonafide, Coffee Store, Aroma y Establecimiento General de Café, donde el café para llevar cuesta $9 y el capuchino, $16. Incluso hay otros bares de barrio que ya lo ofrecen. Pero atención: antes de ir a comprarlo hay que saber que el café negro ahora se pide espresso , el cortadito es el macchiato y la lágrima, latte . Todos vienen en versión take-away, igual que otros “gourmet” como el mocha (leche, chocolate, espresso y crema).
Nicolás Artusi, periodista y sommelier de café, asegura que el producto de Starbucks tuvo tanto éxito aquí porque el porteño no está tan arraigado al cafecito como se cree. “Sí hay mucha cultura de cafetín y bar, pero el consumo de café es bajo”, sentencia. Y explica, además, que el take-away está de moda “porque inició una nueva generación de consumidores jóvenes que toman café como postre”. Desde Café Martínez le dan la razón y hasta se animan a decir que e l vasito de cartón va a quedar para siempre . “Sus consumidores viven a toda velocidad y ávidos de productos innovadores”, aseguran. Martín Mellicovsky, dueño de Establecimiento General de Café, opina igual, y cuenta que vende muchos capuchinos, sobre todo a los “sub 30” del local de Reconquista.
Para Artusi, “la tendencia se va a mantener en el verano”. Es que el café es parte de una rutina que ayuda a los porteños a empezar el día. Además es rico, y hasta viene con helado, como el famoso frappuchino, que ya se consigue hasta en el Café de los Angelitos y en el Tortoni. ¡Una locura...! Todo sea para sentirse como en Nueva York, pero en el corazón de Buenos Aires.
Por: ROMINA SMITH
Fuente: clarin.com
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