He decidido recuperar este artículo en honor al Festival gastronómico de Los Andes, el cual mostrará a esa camada de nuevos cocineros que dejarán en alto esa maravillosa región de nuestro país, a ellos nuestro saludo y el deseo de que su festival sea todo un éxito.
“sumitoestevez: Acabo de ver por TV la publicidad de "Manya" un juego de mesa de preguntas-respuestas sobre ¡Gastronomía del Perú! Nos llevan una morena”Cuando leí este tweet de Sumito Estévez, una honda reflexión vino a mí. ¿Qué necesitamos hacer todos los venezolanos para que nuestra gastronomía sea reconocida como lo que es, una de las mejores del planeta?
twitter 7/11/2010
Pareciera ser no muy fácil la tarea. Lo que sí es cierto es que requiere del concurso de toda la población, y aquí es donde todos, sin excepciones, debemos revisar qué hemos hecho y qué debemos hacer para lograr este acometido.
Para conocer qué somos gastronómicamente, debemos salir al interior del país y comer lo que allí se come: arepas peladas, chigüire, cola de baba, araña mona, cachapas de maíz blanco, venado, carato de acupe, carato de ajonjolí, mañoco, entre muchos otros platos; pero, ¿qué pasa si no podemos viajar con frecuencia? Y al viajar, ¿dónde comemos sabroso, autóctono y de forma accesible? (Barato se murió hace tiempo). Esta realidad hace poco efectiva la misión de difusión de nuestro acervo alimenticio, por lo que no es la mejor vía para conseguir el objetivo deseado.
Allí es donde entran los cocineros graduados de nuestro país. Si bien es cierto que tenemos excelentes profesionales de la cocina, con proyección continental y que, además, marcan tendencias regionales con fuerte acento nacional, la gran mayoría de los comensales del país no los conoce, ya sea porque pocos se han tomado la molestia de entrevistarlos y mostrarlos, tanto en medios tradicionales como en los nuevos medios digitales, o porque simplemente ellos se han mantenido en un nicho de actuación poco accesible.
Ahora, ¿qué debemos hacer para que el pueblo común conozca a estos profesionales y a sus creaciones? Buena pregunta, porque la mayoría de ellos trabajan en locales en donde el cubierto no es precisamente accesible a las masas. Aquí es donde el estado debería actuar con mayor eficacia, ya sea a través de sus gobiernos locales o del gobierno central, propiciando acciones que ayuden a cumplir con la función educadora y, porque no decirlo, con el deber social de alimentar al pueblo. Esto se puede lograr organizando eventos donde estos profesionales puedan transmitir sus conocimientos al pueblo y que sus creaciones puedan ser degustadas por el colectivo.
También deberíamos pensar cuánto es el apoyo que le damos a nuestra gastronomía, ya sea por desconocimiento o por rechazo. Recuerdo que en la época del presidente Luis Herrera Campins, en una crisis financiera como la que hoy padecemos, la música sacó provecho de esa desventajosa situación y propició el famoso 1 x 1 en las estaciones de radio para que se compensara la falta de talento extranjero con producción nacional. ¿El resultado? Ilan Chester, Yordano, Franco de Vita, Frank Quintero y toda esa generación que todavía ponen en alto la música de nuestro país. ¿Fue correcta la decisión tomada? Definitivamente sí… y los resultados vistos como exitosos.
Aquí es donde me pregunto: ¿Acaso será necesaria una medida similar a este 1 x 1 en los restaurantes para que nuestra comida y bebida nacional saque provecho y permita su masificación y posterior exportación?
He allí la reflexión, pero como les planteé al comienzo de este editorial: pienso que es problema de todos trabajar para poner en alto nuestro acervo alimenticio, más por necesidad social que por vanidad. ¿No le parece amigo lector?
Luis E. Blanco
El Gourmet Urbano
Totalmente de acuerdo, cuando vi esa misma propaganda tambien publique algo porque me habia llamado la atencion. Lo que esta pasando en Peru es un esfuerzo orquestado que vale la pena analizar. Gobierno, Empresa Privada (el juego es promocionado por el Banco BBVA), cocineros, productores, etc... Lo que si es cierto, es que si comparamos ahora a como estabamos hace 10 años, creo que hemos comenzado a mirar muy de cerca nuestra cocina, es un comienzo...
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