El Gourmet Urbano: Fiat Panis por Humberto Silva (@humbertosilvad): Houston, ¡tenemos un problema! ¡no nos gusta el pan!

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domingo, 25 de septiembre de 2011

Fiat Panis por Humberto Silva (@humbertosilvad): Houston, ¡tenemos un problema! ¡no nos gusta el pan!

Humberto E. SilvaJamás el astronauta Jack Swinger hubiera pensado que la frase que usó para referirse a un problema en la nave Apolo 13, a las 09:08 p.m. del 13 de abril de 1970, cuando dos de las tres fuentes de energía colapsaron y cuyo tablero de mando se iluminaría cual arbolito de navidad seguido de una estruendosa explosión, fuera a ser de uso común para referirse cuando tenemos un problema que se nos avecina. El vuelo fue comandado por James A. Lovell, junto con John L. “Jack” Swigert como piloto del módulo de comando y el astronauta Fred W. Haise como piloto del módulo lunar. Ellos serían recordados más por sus temerarias pericias para regresar a la tierra que por la misión en sí.

 

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Por la experiencia, desde los años 60 cuando comienza la era espacial en los Estados Unidos de América, la NASA ya tenía en mente la utilización del pan como alimento en las misiones espaciales. La tripulación del Apolo 10 ya había experimentado el comer pan en el espacio, el cual venía en forma de rodajas envasada en un plástico dentro de una atmósfera controlada con nitrógeno, tenía una contextura tostada que servía para untarles ingredientes en forma de pasta. El Apolo 15 experimentó el comer en el espacio, por primera , pan pasteurizado e irradiado con Cobalto-60, mediante radiaciones ionizantes, electrones de alta energía u ondas electromagnéticas (radiaciones X o gamma). Les confieso que parecen más bien panes para extraterrestres que para seres humanos; no obstante, la irradiación de alimentos se utiliza para prevenir la reproducción de los microorganismos, como ciertas bacterias u hongos causantes del deterioro de los alimentos, y así mantener la inocuidad de la comida. Hoy en día es de uso común en ciertos países para preservar por más tiempo las frutas, granos, etc.

La razón principal de la alimentación espacial radica en ofrecer alimentos a los astronautas que cubran sus necesidades biológicas de energía calórica a la par que la misma resulte agradable como en la tierra. El pan en condiciones de micro gravedad deja migas flotando en la nave, pudiendo ocasionar graves daños a los sistemas que integran la compleja red de instrumentación que cuentan las naves utilizadas para los viajes al espacio. Generar panes que al cortarlo no dejen migas sueltas es un tema que solo podría hacerse si son en porciones pequeñas, de un solo bocado, y tal vez que la fórmula fuese para migas compactas y sin costras, ya que generalmente son éstas las responsables que los manteles en los restaurantes estén cubiertos de cientos de crujientes migas. Imagínense ustedes devorar un pan campesino mientras disfrutamos del Mar de la Tranquilidad o Mare Tranquillitatis, ese mismo mar lunar donde el 20 de julio de 1969 el módulo de la nave Apolo 11 descendió, junto con los astronautas Edwin Buzz Aldrin y Neil Armstrong, siendo este último el que pisó por primera vez la superficie lunar. Sería un manjar de otro planeta, ¿no cree usted?

 

A medida que los viajes espaciales fueron perdiendo interés una vez conquistada la luna y que los mismos duraban pocos días, generalmente los astronautas preferían no ingerir los alimentos que llevaban a bordo por no tener sabor, por tener texturas desagradables o aspectos irregulares, ¡jamás como los panes que veremos en una panadería en la tierra! Definitivamente no les gustaba los panes, ¿a quién no?.

 

Actualmente los viajes duran más tiempo, incluso las estaciones espaciales como la Skylab entre (1973 hasta 1974) fue la primera estación espacial que contó con una cocina espacial, siendo el menú más agradable realizado y diseñado por la NASA, el menú contaba con 72 platos con rotación en ciclos de seis días. Incluso en la colaboración Internacional americanos y soviéticos, en los cuales los astronautas llegaron a convivir en 1998 entre 112 y 188 días, tuvieron la oportunidad de contar con hornos para calentar el pan, un gran paso para la panadería espacial.

 

Un problema que se experimenta cuando no hay gravedad son las posibilidades de masticar, tragar y beber. Por esa razón la ingeniería de alimentos ha tenido que diseñar no sólo los envases para poder transportar las raciones, sino el diseño de comidas para cubrir las necesidades básicas de los astronautas, como por ejemplo, compotas, productos que se disuelven con la saliva, mezclas que se hidratan con agua; en fin, todas las posibilidades de tener una mejor alimentación lejos de casa. Para el año 2009, la Agencia Europea del Espacio (ESA en sus siglas en inglés), envió a la Estación Espacial Internacional (ISS en sus siglas en inglés) levadura para la elaboración de pan y cerveza en condiciones de ingravidez, determinando el efecto de crecimiento de la misma. La cerveza de bajo contenido de alcohol no tendría efectos dañinos a los astronautas, sino más bien beneficiosos por su contenido de proteínas naturales. En el año 2004 el ISS envió al espacio un prototipo de contenedor de aluminio con aprovisionamientos de la dieta mediterránea italiana como tomates secos, queso madurado, Piandina (pan típico italiano parecido a una tortilla mexicana), duraznos y chocolate. No sólo la prueba fue un éxito, sino que cumplió con todos los análisis de microbiología que requieren todos los alimentos a ser consumidos en la estación espacial.

 

Es increíble que el pan, desde su aparición hace más de 2000 años, siga siendo uno de los alimentos más necesarios del ser humano, venciendo tantas vicisitudes a lo largo de nuestra propia existencia; tanto es así que ya se están diseñando alimentos, específicamente panes que puedan elaborarse en el planeta Marte, como una alternativa de agricultura y de vida de los seres humanos dadas las condiciones de habitabilidad de nuestro planeta hermano. No es ficción, es el futuro que vemos hoy, el futuro que está antes nuestros ojos con un producto milenario capaz de traspasar los confines del espacio para seguir alimentándonos, para seguir siendo un alimento esencial, el futuro de la panadería espacial ya se está labrando su propia historia. Al infinito y más allá.

 

¡Buen provecho!

Humberto Silva

 

Imagen:Wikipedia

 

 

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