Sin embargo, hay una combinación que me hizo dar cuenta de esto, porque sacó estos sentimientos a flote y no puedo dejar de contárselos. Influenciado también por mi experiencia europea de este año, que ya nos abandona, puedo decir que he visto cosas increíbles y aprendido a medidas exponenciales diariamente, pero no fue sino hasta llegar las primeras señales de la Navidad que entendí la esencia de esta linda época del año ligada al área que más disfruto, la enogastronomía.
No se imaginan la grata sorpresa de ver el cambio en los supermercados, centros comerciales, tiendas y pare de contar cuando se asomó el espíritu decembrino. Ver como anaqueles de ciertas comidas y bebidas eran vaciados para luego ser remplazados por las cosas típicas de la navidad fue como una hermosa sorpresa para los ojos de un amante del disfrute culinario, añadido al hecho de tener la genial experiencia de poder comparar las costumbre de varios países a la vez y, de una vez por todas, entender de donde vienen nuestras propias costumbres que tanta influencia europea poseen.
Fue increíble ver en España como media sección de frutas y legumbres fue sustituida por frutos y frutas secas y deshidratadas, deslumbrante notar como los comunes dulces y la bollería española desaparecía para dar paso a los simples pero llamativos empaquetados rectangulares de los turrones y, al llegar a la sección de vinos, casi me desmayo cuando me encontré con una pared llena de espumosos, en su mayoría cavas, que había puesto a todos los vinos tranquilos en un plano totalmente secundario en calidad, abundancia e importancia.
Foto: Marcas colaboradoras de alimentos 'Made in Aragón' |
Mi tierra natal, Venezuela, posee una grandísima comunidad de españoles, por lo tanto no hay que ser doctor para darse cuenta que estas tradiciones no son diferentes en su base a las que frecuentemente nos topamos en la navidades venezolanas. Me sentí un niño al descubrir que 3 simples cambios, por hablar de los más significativos y a los que seguramente los españoles están habituados, significaran tanto para mi cultura.
Al fin y al cabo no somos tan diferentes como parecemos, es muy satisfactorio descubrir nuestras raíces y hacerlo en Navidad junto a nacimientos, arbolitos, bajas temperaturas y nuestra familia hace que dicho hallazgo se convierta en una experiencia digna de ser contada y compartida en reunión precisamente celebrando el poseer tan deliciosas costumbres con un buen turrón de Jijona, una torta negra hecha con frutos y frutas secas confitadas en nuestro rico Ron Venezolano y armonizarlos con un rico espumoso DO Cava, dando además gracias a Dios que aún algunos venezolanos tenemos acceso a estas tradiciones que poco a poco se han convertido en un lujo importado y desvalorizado.
Aprovecho para desearles que pasen una feliz navidad y un próspero año nuevo, lleno de paz y esperanza para los países hispanohablantes que tantos problemas hemos tenido a nivel económico y que se ve altamente reflejado en la desaparición de muchas costumbres por ser demasiado costosas. A su vez les invito a defender nuestras propias tradiciones y enseñárselas al mundo en lo posible, para que nosotros también nos convirtamos en exportadores de lo autóctono y no solo consumidores de lo importado. Háganle un plato navideño venezolano a un extranjero y verán su cara al terminar.
Quisiera escuchar sus experiencias y que me cuenten un poco sus hallazgos en otro países en los que hayan tenido la oportunidad de estar, identificando hábitos nuestros en las culturas de las que procedemos.
Nos leemos el año que viene. Gracias por acompañarme durante este magnífico año y leer mis artículos, espero seguirlos motivando durante mucho tiempo más. Saludos.
Daniel Delgado
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