Fuente: Wikipedia Autor: J.P.Lon |
Lo que si es cierto, es que la gastronomía de un país se forja de las migraciones que han formado parte muy importante del desarrollo y crecimiento del mismo, con la presencia de culturas aposentadas en nuestro territorio, llegadas en búsqueda de nuevas oportunidades para asentarse, crecer y dejar descendencia, no menos cierto es que gracias a ellos los países se fortalecen, se consolidan y empiezan a generar una verdadera identidad gastronómica con la mezcla de la cultura autóctona y la foránea.
Los italianos, maestros de la buena mesa no quedaran atrás a la hora de hacernos saber que tienen un fantástico producto para que lo disfrutemos en estas celebraciones pascuales y no es otra cosa lo que ellos llaman “Colomba Pasquale”, es una versión del Panettone de diciembre pero con ciertas diferencias, como la forma de “Paloma” y en vez de frutas confitadas se suele utilizar ralladura de naranja, a parte por supuesto de la harina de trigo, mantequilla, huevo, azúcar y una característica única, que es un glaseado con almendra. Aunque existen versiones con chocolate, fresas, albaricoques y otros tantos rellenos mas; es comúnmente la masa simple, enriquecida con componente graso (mantequilla) y huevos, la que tradicionalmente se consumen en la Semana Santa. Su mórbida textura nos evoca sensaciones de placer a la hora de degustar el producto, el sabor cítrico y especiado de su configuración, es una experiencia sensorial que bien vale la pena, y valla que bien la vale!.
La historia nos cuenta que este producto podría haber surgido como un símbolo de paz, esto quizás por su forma de paloma, cuando entre los siglos VI y VIII el pueblo Lombardo dominaba a Italia y en constante asedio le fue ofrecido al rey lombardo Alboino un pan en forma de Paloma como fin de los constantes enfrentamientos a los cuales era sometido. Existe también la versión de la reina lombarda Teodolinda por su cercana relación con la iglesia católica por el año 589, siendo esta muy amiga del Papa Gregorio I, instruyendo la cristianización y la practica de costumbres católicas.
Sea cual sea la historia, bien vale la pena aprovechar esta semana santa para adquirir una “Colomba Pasquale” y disfrutarla en familia, luego de ese pastel de morrocoy, para aquellos orientales que sueñas desde ya con el lento quelonio y su preparación, o aquellos llaneros que no dejaran pasar la oportunidad para preparar un pisillo de chigüire o pastel, ambos totalmente aceptados por la Iglesia Católica como condumios pascuales y sobretodo muy nuestros, eso sin la menor duda.
Los anaqueles de sitios especializados en gastronomía ya empiezan a ofreces estos manjares al igual que los famosos huevos de pascua, por experiencia, se que la oferta es limitada por ser un producto muy puntual, quizás por esa razón no se encuentran en todas partes, por eso sugiero tomar sus previsiones para que no se queden sin probar o regalar este gran producto de oltre mare!
¡Buen provecho!
Humberto Silva
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