Es imposible para un ser humano disfrutar o sentir algo y no comunicarlo y explicarlo a otras personas
El lenguaje forma parte de nuestra naturaleza social, por ello la cata requiere una comunicación o lenguaje propio que exprese las sensaciones que proporciona el vino a través de nuestros sentidos. La cata tiene efectivamente su propio idioma, que combina palabras con significado propio con otras generales.
El objetivo de este lenguaje es identificar las sensaciones experimentadas al probar el vino, y asociar estas sensaciones a las palabras más adecuadas para describirlas con claridad.
Para ello, se ha aceptado utilizar un léxico "evocativo", es decir usar términos en función de los recuerdos que nos evocan, en lugar de un léxico técnico, más difícil de usar. Es decir, en lugar de usar el término "acetato de isoamilo" el lenguaje de cata enuncia "aromas a plátano", que es a lo que huele esta sustancia química presente en ciertos vinos.
Los detractores de este lenguaje consideran que el problema es que quiénes lo aprenden se apropian de él, alejándose de su objetivo original -comunicar- convirtiéndolo en un lenguaje arrogante, exagerado, incomprensible e inaccesible para el aficionado.
Ello no quita, sin embargo que, bien utilizado haya un lenguaje elaborado por expertos en el curso de los años que es absolutamente útil, además de bonito, para describir vinos con claridad; si un profesional describe un vino de forma simple, escueta y comprensible, el lenguaje de la cata no es tan críptico como pudiera parecer; sólo hay que conocer un poco su lógica.
Esta lógica se basa en la calificación del carácter y tipología del vino, que viene a su vez definida según tres variables: si es ácido, dulce o amargo(tánico). Una vez identificado el predominio de uno de estos tres sabores resulta más sencillo describir el vino que probamos.
En cualquier caso, estas descripciones bien sean hechas por expertos o por aficionados, serán siempre acertadas, por tratarse, al fin y al cabo, de gustos personales y subjetivos.
COMIENZA A HABLAR COMO UN EXPERTO EN VINOS
A continuación presentamos una lista de algunos de los términos más frecuentes en el lenguaje de cata que un aficionado se encontrará en las descripciones profesionales y que podrá usar en las suyas:
Abierto
vino tinto claro, con poco color, lo contrario de cubierto
Abocado
de sabor ligeramente dulce
Aceitoso
vino denso, untuoso, graso
Acerado
vino aceitoso con reflejos brillantes que recuerdan al acero
Acerbo
vino áspero: astringente o ácido
Acético
huele a vinagre (picado), vino defectuoso
Ácido
que presenta mucha acidez; defecto
Agresivo
muy joven (o añejo no suavizado)
Aguado
débil, flojo, poco intenso
Agudo
que predomina un sabor por encima de todo
Aireado
que ha perdido fuerza, sin sabor
Amargo
tánico, astringente
Ambarino
el color ámbar de un blanco añejo
Amplio
complejo, con matices, con mucho aroma y sabor
Apagado
que ha perdido sus cualidades, lo contrario de amplio
Ardiente
alcohólico, puede ser positivo
Aromático
mucho aroma y sabor, especialmente a frutas
Armonioso
ni ácido, ni dulce, ni amargo (equilibrado)
Áspero
o tánico, con mucho tanino, muy amargo
Astringente
tánico, seco en boca, pero menos amargo que uno áspero
Aterciopelado
con tanino suave, sedoso, pero menos amargo que astringente
Austero
lleno de sabores y aromas, amargo y ácido a la vez
Avanzado
más maduro de lo que se espera
Azufrado
olor que pica en la nariz; desaparece aireando el vino
Balsámico
elevado aroma a resinas o aceites
Basto
muy astringente y poco suavizado
Blando
suave, meloso y dulce
Brillante
muy transparente, limpio
Burbujeante
con burbujas finas
Cabezón
de alto contenido alcohólico
Caliente
alcohol alto, no equilibrado
Carnoso
con cuerpo y de sabores ricos
Cerrado
no expresa aromas; hay que airearlo
Ciega
cata de vinos sin ver la botella
Cocido
poco fresco, como caliente
Complejo
valor positivo, con muchos aromas
Común
correcto, sin valores destacables
Correoso
corriente, sin valores destacables
Corto
sin pos gusto; valor negativo
Cubierto
vino tinto muy oscuro o muy denso, lo contrario de abierto
Cuerpo
con volumen; suele ser positivo
Cremoso
textura untuosa, aceitoso; valor positivo
Débil
o desvaído, sin personalidad, malo
Decrépito
vejez excesiva, en declive
Delgado
carente de sabor y cuerpo
Delicado
alta calidad pero frágil
Denso
de color oscuro y alto sabor
Descarnado
pobre en cuerpo y aromas
Duro
demasiado tanino (o ácido en blancos)
Elegante
correcto en todo, pero sin destacar en nada
Empireumático
olor a corcho o humedad
Entero
rico y equilibrado o armonioso
Equilibrado
proporcionado, ni muy ácido ni amargo; muy positivo
Especiado
recuerdo a especias
Estructura
equilibrio y fuerza si la tiene
Fatigado
apagado y con falta de vigor
Fino
opuesto a basto; puede ser bueno
Firme
joven con estilo decisivo
Flojo
opuesto a firme; negativo
Floral
con aromas recuerdo de flores
Fresco
agradable acidez; positivo en jóvenes blancos y rosados
Garra
tanino, ácido y potencial desarrollo
Grasiento
o graso, o glicérico, o untuoso, o aceitoso
Herbáceo
olor a hierba, césped cortado
Hueco
entre el inicio y el final le falta sabor
Indeciso
demasiado joven para valorarlo
Insulso
o insípido, de escaso sabor, malo
Intenso
de mucho color, muy cubierto; no confundir con penetrante
Largo
perdura el pos gusto en el tiempo; positivo
Limpio
sin defectos; opuesto a turbio
Linaje
virtudes ancestrales de la uva, el viñedo o el terruño
Madera
olor a barrica con varios usos, vieja o sucia
Miel
vino dulce que se suele asociar con la 'botrytis cinerea'
Mineral
vino ligeramente salado, que recuerda a tierra o minerales
Nariz
conjunto de cualidades olfativas
Nervioso
vigoroso, exceso de acidez; vino sin reposo en bodega
Neutro
corto en aroma y sabor
Noble
elogio final que se le da al vino, resumen de virtudes
Oloroso
muy aromático, fragante, perfumado, floral
Pasificado
dulce, que recuerda a uvas pasas; exceso de sol en las uvas
Peleón
elaborado sin cuidado, mediocre
Penetrante
aroma y sabor intenso
Pesado
demasiado cuerpo y alcohol
Piel de cebolla
color ocre, vino en decrepitud, defectuoso
Plano
vino sin acidez, sin frescura; defectuoso
Púrpura
con tonos azulados, joven
Quebrado
enfermo, turbio, imbebible
Rancio
olor de vinos generosos oxidados
Redondo
armonioso, equilibrado y suave, de calidad
Resabio
sabor que permanece en boca durante varios segundos
Reseco
pasado, sabor a fruta muy madura o marchitada
Rico
con intensidad y amplitud de sabor y aroma
Rígido
esconde su carácter, difícil determinar su sabor
Robusto
o recio, tinto con cuerpo y vigor
Rubí
rojo intenso del vino joven
Sangriento
redondo, equilibrado y de sabor generoso
Seco
opuesto a dulce; sin presencia de azúcar
Sedoso
textura suave; alta calidad
Sidral
hormigueo en la lengua, recuerda a la sidra escanciada
Sólido
lleno de sustancia, con cuerpo
Suave
en la boca poco amargo(tintos) o poco ácido(blancos)
Sucio
con olores extraños
Tallo
amargo sabor a tallos y caña
Teja
color marrón, color de tinto maduro
Terroso
olor a tierra, grava, mineral
Tierno
vino joven, con cierta acidez agradable
Turbio
o velado, opuesto a brillante; malo
Vainilla
aromas a vainilla o suave madera, positivo
Verde
joven; olor a tallos o madera verde
Vertical
catar un vino en distintas añadas
Vinoso
de alta graduación
Vivaz
ligeramente ácido, pero agradable
Volátil
acidez que se percibe en nariz, pica la nariz
Archivo
Tamaño
Pirámide terminológica de Bedel
149 Kb
Fuente: vinetur.com
No hay comentarios. :
Publicar un comentario
Aqui puede usted dejar sus comentarios los cuales siempre serán bien recibidos!!!