El Gourmet Urbano: Coles de Bruselas: trucos y consejos para cocinarlas

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lunes, 24 de noviembre de 2014

Coles de Bruselas: trucos y consejos para cocinarlas

Las coles de Bruselas se pueden preparar de diversas y exquisitas maneras, aunque es preciso conocer algunos secretos

 

Las coles de Bruselas son una variedad de col muy pequeña y de presencia reciente en nuestras mesas, ya que se comenzó a cultivar a principios del siglo XX en la capital belga (de ahí su nombre). Aunque es una hortaliza estacional (se cosecha desde principios de la primavera hasta principios del otoño), podemos encontrarla durante el resto del año, procedente de invernaderos o congelada.

 

Imagen: sarsmis

Por su tamaño, su color y su sabor, estas coles le aportan novedad a nuestros platos. Son vistosas, sabrosas y versátiles, pues se pueden utilizar en recetas muy diferentes. A continuación ofrecemos algunos consejos de conservación y consumo, así como varias ideas para cocinar las coles de Bruselas.

 

Cómo conservar frescas las coles de Bruselas

Si compramos las coles frescas, debemos conservarlas en el lugar menos frío de la nevera. También debemos taparlas, aunque es muy importante no embolsarlas en plástico hermético, para que no se ennegrezcan. Si queremos congelar coles de Bruselas, las elegiremos pequeñas, con las hojas apretadas. Una vez en casa, retiramos parte del tallo hasta hacerlas totalmente redondas. Las blanqueamos -se introducen durante 3 minutos en agua hirviendo con un poco de sal-, refrescamos con cuidado en agua con hielo, escurrimos y colocamos en una bandeja amplia para poder congelarlas separadas unas de otras. Tapamos el recipiente o bandeja para que la congelación no ennegrezca las coles y ¡listo!

 

Coles de Bruselas: consejos para su consumo

Las coles de Bruselas no se pueden consumir crudas. Es necesario cocerlas para que sean digeribles. En primer lugar, retiramos el tallo y cortamos parte de la base con las hojas más amarillentas. Lavamos bien con agua y un poco de vinagre para eliminar impurezas. Las cocemos en agua hirviendo con un poco de sal durante 20 minutos, con un hervor continuado, escurrimos con cuidado y ya las tendremos listas para utilizar en nuestras recetas favoritas.

Un truco para no repetir las coles después de comerlas es darles una doble cocción. Es decir, primero las blanqueamos con un hervor de 5 minutos en una cazuela; después, escurrimos, desechamos esa agua y terminamos de cocer en otra agua hirviendo con sal durante 20 minutos.

 

 

Tres maneras de cocinar las coles de Bruselas

Las coles de Bruselas pueden servirse como sencillo tentempié; cocidas, troceadas y con un chorrito de aceite de oliva virgen extra son una exquisitez. Pero también se pueden cocinar de múltiples maneras: gratinadas, guisadas, salteadas, con salsa, en refrito... Las siguientes son tres deliciosas sugerencias para preparar, una vez cocidas en agua:

  • Cubrimos las coles con una salsa bechamel, espolvoreamos queso rallado por encima e introducimos en el horno hasta que gratine la superficie. De esta manera, nos quedan unas coles muy suaves de sabor. Si a la salsa bechamel le agregamos un poco de salsa de tomate y unos trocitos de huevo cocido, además del queso rallado, cocinaremos unas coles de Bruselas gratinadas con salsa aurora, una delicia.
  • Elaboramos un refrito de cebolla, ajo y un poco de bacon, y cubrimos con él las coles cocidas y escurridas. Introducimos en el horno, precalentado a 180º C, y cocinamos durante apenas 5 minutos, tiempo suficiente para que se mezclen los sabores y obtengamos unas coles estupendas. Si nos gustan las hierbas y especias, podemos agregar un toque de tomillo y unas cucharadas de vino blanco para conseguir un plato más aromático.
  • Las coles de Bruselas también se pueden presentar en ensalada. Para ello, una vez cocidas y escurridas, las troceamos en cuartos y las salteamos ligeramente en una sartén con unas gotas de aceite de oliva y un diente de ajo picado. Damos unas vueltas hasta que adquieran el brillo del aceite en toda la superficie. Con las coles salteadas, preparamos una ensalada templada, en la que parte de los ingredientes están fríos y algunos están tibios. Colocamos para ello una base de endivias lavadas y untadas con queso crema ligero. Luego, las coles salteadas y, sobre ellas, unas tiras de pimiento asado y frío, más unas anchoas en aceite escurridas de la conserva. Aliñamos con una vinagreta de aceite de oliva y un poco de vinagre de frambuesa. ¡Deliciosas!

PEIO GARTZIA

Fuente: Eroski Consumer

 

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