Aunque tratemos de seguir una dieta a rajatabla, hagamos ejercicio físico de forma regular y estemos contentos con ello, difícilmente podremos escapar de las tentaciones que se nos ofrecen en diversos lugares del trabajo, de la zona de estudios, de los establecimientos de camino a casa o de la propia despensa de nuestro “dulce” hogar. Hoy conoceremos cuándo es la hora en la que hacemos más comidas de manera impulsiva.
Pues bien, el estrés tiene parte de culpa en este momento de comida impulsiva. Y es que, en el horario previo y posterior a la salida de nuestro puesto de trabajo, que en la mayoría de los casos suele rondar las 20:00, supone el mejor momento para que nuestro cuerpo nos pida echarnos a la boca algún alimento, normalmente poco saludable.
Un reciente estudio se centró en cómo el estrés afecta al hambre en un grupo de adultos. Encontró que la hora pico entre todos los días de la semana era por la tarde. Los investigadores no están seguros de la relación exacta que hay entre antojo de alimentos y la hora del día, pero una investigación previa a esta sugería que la sensación de burnout es la que conduce a este impulso por comer a estas horas. Si te sientes inquieto, ansioso o estresado cuando se acerca el final del día, podría convertirse en algo muy frecuente y peligroso.
¿Cómo evitar estos antojos?
Las opciones poco saludables son las que con mayor frecuencia acudimos en momentos de estrés. Tener un plan de juego en su lugar puede ser la solución. Por ejemplo, saber que después de comerte esa bolsa de patatas fritas tienes programada una sesión HIIT, te evitará tomarte este “capricho” alimenticio. Aunque no se puede realmente evitar los antojos por estrés, una buena planificación podría evitar que ese hambre te surja cuando tú no quieres.
Está claro que esta forma de evitar las comidas impulsivas te va a privar de algunos placeres alimenticios que antes tenías, pero al mismo tiempo te ayudarán a rebajar un poco tu peso corporal y, lo más importante, evitar engordar. Haz ejercicio regular, no te excedas en las grasas saturadas ni en la sal y come de todo un poco, recuerda que los excesos, incluso en ensaladas pueden ser perjudiciales.
Fuente: SportAdictos
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