La pregunta que todos se hacen: ¿Cómo se elabora un buen vino?

Lo primero que hay que saber es que, cuando hablamos de proceso de elaboración del vino, lo hacemos del conjunto de procesos que transforma el mosto en vino, siendo la fermentación alcohólica el más importante. Los procesos que llevan a la fermentación del mosto, así como las reacciones durante la maduración, son muy diversas y dan el "carácter" propio al vino.

A continuación les detallamos, paso a paso, el proceso productivo del vino:

- Recepción de la uva

Una vez recolectada, es fundamental transportar la uva lo más rápido posible. Lo ideal es que llegue a la bodega el mismo día de ser vendimiada, evitando en lo posible su aplastamiento y calentamiento.

- Despalillado

Que consiste en la separación de los llamados raspones, la estructura vegetal del racimo.

- Estrujado

El nombre de este proceso es bastante elocuente. Se debe rasgar el hollejo (la delgada piel que cubre el grano de uva) por un meridiano de la baya. De esto modo se libera la pulpa que contiene el mosto y las pepitas de su interior.

El estrujado debe ser suave, simplemente basta con liberar mosto, respetando la estructura del hollejo.

Aunque antiguamente se hacía con los pies, hoy en día son las prensas las encargadas de estrujar la uva.

- Encubado

Una vez que se ha extraido el mosto, este se almacena en los depósitos para que fermente y se convierta en vino. La duración de la fermentación será de 6 días para el vino joven y entre 6 y 10 días para el vino de crianza y reserva.

- Descube

Una vez fermentado, el vino se traspasa a otros depósitos donde permanecerá cierto tiempo. Dependiendo del momento en que se realice el descube se obtienen vinos diferentes, más o menos aptos para la crianza.

Hay dos tipos de descube: en caliente, cuando el vino ya no contiene gran proporción de azúcar y que se suele aplicar en ciertos vinos de calidad que deben comercializarse muy pronto (conocidos como vinos del año); y en frío, después de que haya acabado la fermentación y que es idóneo para la obtención de un vino que tiene que ser sometido a un largo envejecimiento.

- Embotellado

La preparación de los vinos para el embotellado es uno de los procesos más complicados y decisivos, ya que comprende los ajustes finales de la composición química, la filtración final y la modificación de las cantidades de oxígeno y dióxido de carbono disueltos en los vinos.

- Almacenamiento

Por último, el vino debe ser almacenado a temperatura estable de unos 15ºC y en un lugar oscuro ya que la luz oxida el vino.

El vino absorbe todo lo que hay alrededor, por lo que se debe conservar en sitios poco húmedos y sin olores fuertes.

¡Y ya está! De la vid a la copa en estos "sencillos" pasos. ¡Salud y hasta la semana que viene!

Fuente: MARCA