Finos, manzanillas, vinos dulces... ¿cómo conservarlos correctamente?

Para que estos caldos mantengan sus cualidades y sabor en estado óptimo es conveniente seguir una serie de indicaciones

¿Sabías que de los millones de botellas de vinos de Jerez que se comercializan anualmente, una gran parte es consumida fuera de España? Un dato que nos da idea de lo apreciados que son estos vinos a nivel internacional. Así por ejemplo, Reino Unido constituye uno de los principales destinos de exportación, con casi un tercio del mercado.

Los finos y manzanillas deben ser consumidos en los 18 meses siguientes al embotellado, mientras que los vinos elaborados mediante largos procesos de crianza, como los 'Pedro Ximénez' pueden conservar sus propiedades durante años. 

Si tú también te encuentras entre los numerosísimos ‘admiradores’ de los vinos de Jerez y cuentas con alguno de ellos en casa pero no tienes claro cuál es la mejor manera para su conservación, no pierdas de vista las siguientes recomendaciones:

• El fino y la manzanilla: por su carácter ligero, fresco y delicado, deben ser consumidos antes de los 18 meses siguientes a su embotellado.
• Los vinos del tipo amontillado se conservarán en la botella por un período no superior a los 36 meses. 
• En cuanto a los vinos elaborados mediante largos procesos de crianza oxidativa, como es el caso del oloroso, cream o el Pedro Ximénez, pueden conservar sus características intactas durante muchos años (incluso décadas, dependiendo de la calidad intrínseca del vino en cuestión). 
• Las botellas cerradas se han de guardar en un sitio oscuro y sin oscilaciones térmicas. A diferencia de otros vinos, la posición de la botella ha de ser vertical, para reducir la superficie expuesta a la oxidación. 
• Una vez abierta la botella, los finos y manzanillas no deben conservarse más de una semana y siempre en el frigorífico y con la botella bien cerrada. Los amontillados pueden aguantar algunas semanas, y los más oxidados, incluso meses.

Fuente: Hola