Cata horizontal y cata vertical, ¿sabes en qué se diferencian?

Te contamos qué tipos de vino se degustan en cada una de ellas

Si eres lector habitual, sabrás que entre nuestros contenidos siempre nos ha gustado dedicar un espacio a la enología con consejos, ideas o recomendaciones para aquellos que, sin ser expertos en la materia, se sienten atraídos por este apasionante mundo. Por citar sólo algunos ejemplos, te hemos ofrecido algunas pautas básicas para disfrutar de una copa de vino; consejos sobre su conservación y servicio; trucos para mejorar su sabor en caso necesario; para elegir la copa adecuada; recomendaciones a la hora de decidirse por un vino u otro en el restaurante: incluso ideas para montar tu propia bodega en casa.

Tampoco, como no podía ser de otra forma, han faltado unas nociones básicas de cata. Y precisamente en este apartado queremos detenernos hoy para hablarte de dos tipos de cata muy comunes y que aprendas así a distinguirlos. Tal vez sus nombres te resulten familiares: cata vertical y cata horizontal. Pero… ¿sabrías decir en qué se diferencian exactamente? Ahí va la explicación:

LA CATA VERTICAL

En una cata vertical se catan a la vez distintas añadas del mismo vino. Los principales objetivos de una cata de estas características son el observar la evolución del vino en el tiempo, con la crianza en botella, el identificar cuáles son las mejores añadas o analizar cambios en los métodos de vinificación. El orden de la cata es muy subjetivo, aunque recomendamos empezar por la añada más antigua.

LA CATA HORIZONTAL

En una cata horizontal en cambio, se catan vinos de la misma añada que habitualmente son además de la misma zona o variedad de uva. Este tipo de cata es muy útil para poder comparar diferencias en los métodos de vinificación o por ejemplo el impacto de distintos suelos (terruño) y zonas en una misma variedad de uva.

Fuente: Hola