Esta bebida tiene años de historia pero su manera de consumirla fue cambiando con el tiempo. Su protagonismo en los eventos más top del invierno
Si bien la cerveza tiene años y años de historia, la forma de tomarla fue cambiando con el tiempo y de hecho, ya forma parte de diversas experiencias gastronómicas. Es por ello que a la hora de beber una cerveza preferentemente bien helada -que puede oscilar entre los 6 y los 16 grados según su tipo- existen tres factores a tener en cuenta.
La apariencia
La apreciación total incluye aroma y gusto, es por eso que se recomienda un vaso de vidrio transparente, bien limpio y libre de restos de detergente o cualquier otra sustancia que evite la formación de la espuma.
Su aroma
Oler la cerveza es uno de los pasos más importantes en la degustación, ya que el olfato es 10 mil veces más sensible que el gusto. Como los sentidos del gusto y el olfato están conectados, oler primero la cerveza ofrecerá una idea al paladar sobre qué esperar.
Su gusto
Al realizar su primer sorbo, no tragar enseguida. Dejar que la cerveza esté en la boca durante un par de segundos de modo que entre en contacto con todas las papilas gustativas y respirar por la nariz.
Claro que también es una bebida ideal para compartir y como protagonista de grandes festejos.
Fuente: Infobae
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