La vista, el olfato y el gusto intervienen al momento de saborear esta bebida espirituosa. Te contamos los secretos para hacerlo como un experto.
Como sucede con el vino, con la cerveza, con el café y hasta con el aceite de oliva, los amantes del whisky buscan cada vez mejor calidad y más variedad, al tiempo que aumentan su conocimiento sobre la espirituosa.
Esta bebida adquirió un protagonismo estelar en los últimos años.
Como en la cata de cualquier otro producto, en la de whisky se ponen en funcionamientos los sentidos para apreciar las característica del destilado. Vista, olfato y gusto entran en juego al momento de probarlo.
Todo entra por los ojos
En una degustación de whisky, lo primero a observar es su color, determinado por la barrica en la que fue añejada, y no por la cantidad de tiempo de maduración, como se suele creer. “Si la bebida tiene un tono más claro, parecido al caramelo, es que pasó tiempo en barricas de bourbon o roble americano, mientras que las que fueron añejadas en barricas de vino (jerez u oporto) presentan tonos más oscuros”, indicó Christiano Protti.
Además, “durante esta apreciación visual, también podemos conocer el cuerpo de la bebida, es decir, si es de un sabor intenso o si es más ligera, de un sabor más sutil. Lo hacemos al inclinar la copa y girar el líquido, acción que forma una lágrima de la bebida sobre las paredes de la copa. Cuanto más lenta es en moverse la lágrima, más cuerpo tiene nuestro whisky, algo parecido a lo que sucede con los vinos”, explicaron Pablo Graff y Javier García.
El whisky y sus aromas
Luego de la vista, entra a la cancha el olfato. “En este momento podremos percibir la complejidad de la bebida, los matices del whisky que a través de sus aromas nos llevarán de la gama de los ahumados, los cítricos, los florales, hasta las frutas muy maduras”,
La clave, según acuerdan los expertos, es mantener una distancia prudente entre la copa y la nariz al momento de la degustación olfativa, ya que se trata de una bebida muy elevada en su contenido alcohólico y es necesaria la presencia de aire para poder percibir todos los aromas.
Al final, a probar
Llegó el momento tan esperado: brindis y a tomar. Pero no tan rápido, porque hay polémica sobre cómo se debe beber el whisky en una cata.
Algunos especialistas, como Cameroni recomiendan agregarle una cucharita de agua mineral para reducir el alcohol y exaltar los sabores, otros se alejan de esta opción y plantean que lo mejor es “tomar agua fría luego de este primer sorbo, para bajar la temperatura de nuestras lengua y paladar. Y volver a tomar otro sorbo de whisky”, como indican Pablo Graff y Javier García.
Con o sin agua, lo aconsejado para la desgutación es beber un sorbo, hacer que la bebida recorra toda la boca para poder sentir todos los sabores y sensaciones que genera cada destilado.
Mercedes Spinosa
Fuente: Planeta Joy
No hay comentarios. :
Publicar un comentario
Aqui puede usted dejar sus comentarios los cuales siempre serán bien recibidos!!!