Las salsas ayudan a que el pollo asado quede húmedo. (Eising/Photodisc/Getty Images)
La oficina de Agricultura de los Estados Unidos recomienda cocinar la carne de ave a 160 grados (70 grados centígrados), aunque si pasas la pechuga sin piel por salmuera y alguna salsa, te asegurarás de que quede tierna incluso cocinándola al horno.Nivel de dificultad:Moderadamente fácil
Necesitarás
- Sal
- Recipiente con tapa
- Papel de cocina
- Mezcla de especias (opcional)
Instrucciones
- Haz una mezcla de salmuera manteniendo la proporción de 1 taza de sal por galón (3,80 litros) de agua. De esta manera, lograrás agregarle un poco de humedad a la carne para que quede jugosa durante la cocción.
- Deja las pechugas de pollo en el escabeche en la nevera por 6 horas o durante toda la noche.
- Precalienta tu horno a 350 grados Fahrenheit (177 grados centígrados) mientras preparas el pollo para que se cocine.
- Seca el pollo con pequeñas palmaditas y sazónalo a gusto frotándole algunas especias o con una pizca de pimienta. Para esta preparación no es necesaria la sal, ya que el escabeche hará que la carne esté lo suficientemente salada.
- Ubica las pechugas en una fuente lo suficientemente larga como para que cada pieza no esté tocando a la otra.
- Corona la preparación con una salsa que te guste, que puede ser de cualquier tipo, ya que le agregará humedad y actuará como una capa térmica que servirá para evitar que el pollo se pase o que quede muy seco. Algunas opciones pueden ser una salsa a base de tomate, una sopa condensada o un yogur natural.
- Cocina las pechugas hasta que tengan una temperatura interna de 160 grados Fahrenheit (70 grados centígrados), lo que será de 40 a 50 minutos después, dependiendo del tamaño de las piezas. Revisa la temperatura con un termómetro para carne para asegurarte de que la temperatura interna sea la correcta.
- Retira el molde del horno y cúbrelo con una tapa o papel aluminio por al menos 5 minutos para que el pollo se asiente. De esta manera, te garantizarás que la temperatura interna sea la misma en todas las pechugas y que la carne esté jugosa y tierna.
Consejos y advertencias
- Para freír al horno las pechugas de pollo, cúbrelas con crema de leche o yogur y espolvoréalas con migas de pan antes de comenzar a cocinarlas.
- La técnica de sellado, que consiste en cocinar la superficie de los alimentos a altas temperaturas por poca cantidad de tiempo, sobre las pechugas sin piel ni hueso hará que queden con un sabor y color especial. Si prefieres servir el pollo sin salsa, prueba sellándolo por 5 minutos de cada lado antes de cocinarlo.
- Para el escabeche, usa un recipiente con tapa para evitar que el piso de tu cocina o el refrigerador queden con el líquido que estuvo en contacto con el pollo crudo.
- No utilices más de una vez el escabeche.
Escrito por Lauren Whitney | Traducido por Nicolás Arellano
Fuente: ehowenespanol
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