Cómo cocinar un bizcocho rico en proteínas

A buen seguro que muchos de los que hayan llegado hasta este artículo estarán algo intrigados con el título porque sí, se trata de una receta de un rico bizcocho pero que, a la vez, está muy recomendado para todos aquellos que hacen deporte.

Hay que ir dejando de lado la idea de que cuidarse y estar sano supone renunciar a comer cosas ricas. Esto no tiene porqué ser así, en absoluto, si se emplean buenos ingredientes y se mantiene un equilibrio en la dieta, acompañado de la práctica de ejercicio de manera constante. Aquí uno de los ingredientes fundamentales va a ser, de hecho, la harina de avena, que es muy rica en fibra soluble, lo que ayuda a mejorar la digestión y a controlar los niveles de colesterol y, por tanto, a reducir el padecimiento de enfermedades del corazón. La harina de avena es instantánea y está pensada, especialmente, para este tipo de recetas, así como para añadir a batidos. Hemos decidido usar ésta en nuestra receta porque aporta un extra de energía.

Además de la harina de avena (50 gramos), para este bizcocho saludable vamos a necesitar: otros 50 gramos de copos de avena;40 gramos de almendras molidas; 1 huevo y una clara de huevo; 100 mililitros de leche (al ser posible, desnatada o semidesnatada); medio sobre de levadura seca y 5 cucharadas soperas de proteínas se puede encontrar una amplia variedad, en función de la que se elija, se obtendrá un sabor u otro)

Una vez que ya se tienen todos los ingredientes es hora de ponerse manos a la obra. Lo primero que hay que hacer es contar con un bol grande y mezclar todos los ingredientes húmedos. Estos son la leche, el huevo y la clara de huevo (que ha tenido que separarse previamente) Todos estos ingredientes han de mezclarse bien hasta que se consiga una especie de espuma resultante.

Por otro lado, hay que hacer una mezcla con la harina de avena, las almendras molidas, los copos de avena, la levadura seca y las proteínas. Cuando este paso está hecho, se mezcla con la espuma obtenida del paso anterior durante unos minutos.

Se pone el horno a precalentar a unos 180 grados y se espera hasta que esté a esa temperatura (por norma general, los hornos indican cuándo la han alcanzado) Este paso es importante para que el resultado sea el esperado.

En esta receta no hemos querido añadir ningún edulcorante extra, dejando este paso al gusto del consumidor. No hay que olvidar que, de por sí, la proteína que se emplee ya va a aportar un toque dulce. Por este motivo un buen consejo es no poner nada de edulcorante hasta el final, probar la masa del bizcocho y añadir lo que se desee.

En el horno se elige la opción de contar con calor arriba y abajo (si se tiene ventilador, también se puede poner, pero no es imprescindible) y se mete la mezcla en la parte media del horno. En unos 25 minutos o media hora ya estará listo. Para comprobarlo basta con pinchar un palillo de madera, si éste sale limpio es que el bizcocho está en su punto.

¿Qué te ha parecido esta receta?

Fuente: La Cocina de Fabrisa