El Gourmet Urbano: El auge del cachopo da paso al «boom» de los tortos #Asturias

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domingo, 28 de mayo de 2017

El auge del cachopo da paso al «boom» de los tortos #Asturias

Los expertos apuestan por una mayor promoción del producto y echan en falta más marketing

Hablar de la cocina tradicional asturiana es hablar de los tortos. Si por algo destaca esta receta no es solo por su sencillez, sino también por su popularidad dentro y fuera de las casas. Durante la posguerra se trataba de un producto de subsistencia y con el paso de los años ha logrado convertirse en una de las joyas de nuestra gastronomía. Ya sea con picadillo, embutidos o queso; la mayoría de los restaurantes oferta en su carta este suculento plato con un acompañamiento diferente al resto.

Imagen:AYREHOTELESTORTOS DE MAÍZ

 A pesar de todo esto, los tortos no han logrado alcanzar el reconocimiento de otros productos, como puede ser el cachopo. Quizás la fiebre por este producto ha relegado a un segundo plano a otros platos regionales con mayor bagaje, como pueden ser los tortos o la fabada. Aún así, los expertos gastronómicos siguen creyendo en el potencial de esta receta tan sencilla y confían en que algún día se le dé el valor que se merece. ¿La solución? Mayor promoción por parte de los hosteleros.

Mucha historia pero poco marketing


Los tortos se han convertido en uno de los platos más tradicionales de la gastronomía asturiana. Fue durante la posguerra cuando se convirtieron en uno de los productos fundamentales gracias a su sencillez y bajo coste. ¿Su diferencia? En vez de con aceite, se freía sobre la chapa de la cocina. Ahora, varias décadas después, esta receta sigue vigente tanto en las casas como en los establecimientos. Gran parte de los restaurantes de la región han incluido en sus cartas alguna de sus múltiples versiones, ya sea con picadillo, embutido, queso o verduras. Su parecido con las tortas mexicanas ha hecho que incluso José Antonio Campoviejo los haya adaptado en El Corral del Indianu y le haya añadido guacamole.

A pesar de todo esto, los tortos no han conseguido la popularidad de otros productos como el cachopo. «No sé la razón, para mí es un misterio que la gente le dé menos valor a este producto que es más singular y característico de la región», afirma Eduardo Méndez Riestra, Presidente de la Academia de Gastronomía Asturiana. Señala que la falta de promoción es quizás el gran problema que está teniendo este producto a la hora de darse a conocer, sobre todo en la alta cocina. «El torto esta implantado en el restaurante medio, pero no tanto en la alta cocina. Es importante que los grandes cocineros de la región lo promuevan», comenta. Aún así, el presidente es positivo y cree que la moda por los tortos está al llegar.

En su misma línea, el periodista gastronómico y redactor de «Omacatladas», Rubén Galdón, asegura que el marketing es un elemento esencial, como ya se vio con el cachopo. Para Galdón, este plato es el secreto mejor guardado de la gastronomía asturiana. «Tienen un tamaño reducido, muchas combinaciones y es sencillo. Además, es un alimento que se hace con mucho mimo. Incluso es apto para celíacos porque está hecho con harina de maíz», señala. A pesar de que se trata de una receta consolidada en las cartas de los restaurantes asturianos, otros productos le siguen ganando en popularidad. ¿Su idea para promocionarlo? Servirlo como tapa en los bares, dado su bajo coste. «Espero que los tortos se conviertan en el nuevo cachopo. Es un plato que está en la recámara y que no acaba de explotar. El problema sería que con la moda se bajase la calidad y se subiese el precio», afirma.

Nacho Manzano, el mayor exponente


Si alguien sabe de tortos, ese es Nacho Manzano. La receta del cocinero asturiano se ha convertido con el paso de los años en la más aplaudida de la región. Fue en el 1994 cuando decidió ponerla de moda e incluirla dentro de su carta en Casa Marcial. El torto de Manzano es simple. Tan solo necesita cebolla caramelizada, un poco de cabrales, un poco de nata líquida y un huevo. «La primera vez que hice este revuelto fue con 13 años. Son tan ligeros que se pueden comer hasta cinco», comenta. El estrella Michelín se siente orgulloso de poner en valor una receta asturiana tan tradicional y cuya elaboración es universal. «En toda la cocina del mundo hay platos muy similares a este. La novedad aquí fue cuando se pudo freír con aceite», señala.

Como forma de promoción, el cocinero cree que es posible exportar este producto, siempre y cuando se haga bien. Para Manzano el gran problema al que se tiene que hacer frente es a la falta de calidad. Señala que en gran parte de los restaurantes donde se sirve, el plato no está debidamente elaborado. «En muy pocos establecimientos tienen unos tortos impresionantes. Lo más importante es ponerles cariño en su elaboración. La fama llegará cuando haya un compromiso de calidad», afirma.

GRACIELA M. CAMPORRO 

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