Los beneficios del consumo moderado de alcohol como el vino, entre los cuales incluye una reducción del 30% en el riesgo de ataque cardíaco en comparación con los no bebedores; conoce los demás en este artículo.
Sí, el vino puede proteger nuestros corazones cuando se consume con moderación, esto es, hasta una copa por día para las mujeres, y hasta dos por día para los hombres, según las pautas dietéticas de Estados Unidos. Cinco onzas de vino se consideran una copa.
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Los beneficios del consumo moderado de alcohol como el vino incluyen una reducción del 30% en el riesgo de ataque cardíaco en comparación con los no bebedores, un hallazgo que se ha repetido a lo largo de 30 años y en varios países, según Eric Rimm, profesor de epidemiología y nutrición que ha investigado los efectos del alcohol y las enfermedades crónicas durante décadas en la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard.
Además, el consumo de alcohol se ha asociado con una reducción de entre 30% a 40% en el riesgo de diabetes tipo 2, en comparación con los que no beben.
Pero más no es mejor. El consumo excesivo de alcohol puede aumentar el riesgo de enfermedades, incluyendo enfermedades cardíacas, enfermedades hepáticas y ciertos tipos de cáncer.
El patrón de consumo también es importante, por tanto reservar una botella de vino para una cena del sábado no es lo mismo que seguir la regla de una copa por día. "El beneficio máximo parece darse cuando el consumo de alcohol se extiende a lo largo de una semana, o por lo menos cada dos días", dijo Rimm.
¿ES MEJOR EL VINO TINTO?
El vino tinto ha sido elogiado por su contenido de resveratrol. El resveratrol es un polifenol (sustancia química de origen vegetal) que se encuentra en la piel de uvas rojas y moradas (en menor medida en las verdes).
Tiene propiedades antioxidantes y también ayuda a darle mayor flexibilidad a las arterias, lo que reduce la presión arterial. La cantidad de resveratrol en el vino tinto es mayor que en los vinos blancos y rosados, ya que las pieles de las uvas se eliminan tempranamente durante la producción de vinos blancos y rosados.
Según Rimm, algunos estudios sugieren que consumir vino tinto puede ser más beneficioso que beber otras bebidas alcohólicas. Pero, añade, la cantidad de polifenoles en el vino tinto simplemente no es suficiente para explicar los beneficios para la salud.
"Si eres mujer y bebes un vaso de vino tinto cada día, la cantidad de polifenoles es pequeña comparada con otras fuentes de polifenoles en tu dieta, como los arándanos, el té, las manzanas y el chocolate negro", dijo.
Por ejemplo, si bebes un vaso de tinto al día y también consumes una dieta sana, de estilo mediterráneo, los polifenoles del vino tinto representan menos del 5% de la cantidad total de polifenoles en tu dieta, de acuerdo con Rimm.
En comparación, la cantidad de resveratrol dada a los ratones en los estudios es equivalente a la cantidad que encontrarías en 8 a 10 botellas de vino tinto - una cantidad considerada nociva para los seres humanos.
Lo que es más, la investigación que ha analizado el resveratrol en seres humanos no es tan prometedora. Un estudio reciente en el que participaron cerca de 800 hombres y mujeres mayores de 65 años concluyó que el resveratrol consumido a partir de fuentes dietéticas no estaba asociado con la longevidad; ni disminuía la incidencia de enfermedades del corazón o cáncer.
"Cuando consumes vino con moderación, la mayor parte o la totalidad del beneficio proviene del etanol (alcohol) en el vino", explicó Rimm. "Tomar una copa de un espirituoso o una lata de cerveza te dará el mismo beneficio que el vino".
Específicamente, el etanol aumenta el HDL o colesterol "bueno", mejora la sensibilidad a la insulina y disminuye la capacidad de coagulación de la sangre. También ayuda a disminuir la inflamación dentro de las arterias, de acuerdo con Rimm.
"Dicho esto, si te gusta el vino tinto, adelante", dijo.
¿MENOS CALORÍAS?
En comparación con otras bebidas alcohólicas, el vino es una buena opción para aquellos que cuidan su peso, ya que tiene menos carbohidratos que la cerveza. A diferencia de la cerveza, la mayoría de las calorías en el vino provienen del alcohol. (Una excepción es un vino dulce como un vino de postre, donde el azúcar contribuye al recuento total de calorías). El vino también carece de las calorías del azúcar de los mezcladores usados para los cocteles y otras bebidas.
Por ejemplo, aunque todos están considerados como una "bebida" estándar con cantidades equivalentes de alcohol, 12 onzas de cerveza regular (5% de alcohol) pueden tener alrededor de 150 calorías, 5 onzas de vino (12% de alcohol) pueden tener cerca de 120 calorías, y 7 onzas de un ron (alcohol del 40%) más el refresco pueden tener alrededor de 155 calorías según las pautas dietéticas de Estados Unidos.
Pero cuanto mayor es el contenido de alcohol, más calorías hay en el vino. Por ejemplo, un tinto Zinfandel con un 15% de alcohol tendrá más calorías que un Riesling con un 8% de alcohol. Los vinos de los climas cálidos a menudo tienen 14% a 15% de alcohol, según Stephen Mutkoski, profesor emérito de educación y gestión enológica en la escuela de administración de hoteles en la Universidad de Cornell.
Para Dwayne Bershaw, que imparte clases de enología en el departamento de ciencias de los alimentos en Cornell, la mayoría de los blancos y rosados son más bajos en alcohol que la mayoría de los tintos, por lo que tienen menos calorías en comparación con éstos.
Y aunque muchos blancos y rosados contienen una pequeña cantidad de azúcar residual, que queda cuando no todo el azúcar en las uvas se utiliza para producir alcohol, la cantidad no es lo suficientemente importante como para compensar la mayor diferencia de calorías de las variaciones en el contenido de alcohol entre tintos, blancos y rosados. "Medio punto porcentual de azúcar residual añadirá 4 o 5 calorías... no es mucho", apuntó Bershaw.
Bershaw indicó, asimismo, que el vino de bajas calorías parece ser una tendencia en algunos círculos; es simplemente vino sin azúcar residual y un porcentaje menor de alcohol por volumen.
UNA ADVERTENCIA
El consumo de alcohol aumenta el riesgo de cáncer. Para los hombres, beber un par de copas de alcohol al día se asoció con un riesgo 26% mayor de cánceres como hígado, colon y esófago. Las mujeres con alto riesgo de cáncer de mama deben ser cautelosas al consumir vino.
"Si una mujer está en alto riesgo de cáncer de mama, debido a un fuerte historial familiar u otros factores de riesgo, no le diría necesariamente que dejara de beber", dijo Rimm, "pero le diría que si está en riesgo alto, beba un poco menos".
Rimm señaló que si bien es cierto que las mujeres que beben una copa al día tienen un riesgo 10% mayor de cáncer de mama, para nada iguala la reducción del 30% en el riesgo de enfermedad cardíaca logrado por consumir alcohol con moderación.
Pero si está embarazada, amamantando o tiene otros problemas médicos o de salud donde el consumo de alcohol no se aconseja, debe evitar el alcohol por completo. Y beber vino no es más importante que comer una dieta nutritiva, hacer ejercicio regular y evitar fumar.
"El vino debe ser disfrutado junto con otros aspectos de un estilo de vida saludable", concluyó Rimm.
Fuente: Diario de Colima
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