Estos consejos te ayudarán a mejorar el sabor de tu café

Levantarse y tomarse un café es una de las rutinas más frecuentes en el día a día de los españoles. La mayoría repiten está acción varias veces al día y es que son muchos los que no perdonan el cafetito de después de comer. Los más valientes e inmunes a la cafeína, incluso, se toman uno después de la cena. Pero lo cierto es que la mayor parte de las veces preparamos esta bebida caliente deprisa y corriendo y sin prestarle demasiada atención a su elaboración ya sea por falta de tiempo o de ganas. Sin embargo, si eres un amante del café y disfrutas con cada uno de los sorbos sabrás apreciar la diferencia entre un buen y un mal café.

Moler el grano en casa o escoger la taza adecuada son algunos de los factores a tener en cuenta

A continuación te damos algunos consejos, extraídos del libro que acaba de llegar a España 'El arte del café' (Lunwerg), de Sébastien Racineux y Chung-Leng Tran, para que tus cafés sean la envidia de tus amigos y familiares.

1. Moler el café en casa. El café en grano se conserva mucho mejor que el molido ya que este producto contiene CO2 que actúa como conservante natural. Al molerlo se libera y se acelera la oxidación de los aceites esenciales aromáticos. Así, si se opta por molerlo en casa conseguirás preservarlo mejor además de escoger lo fino que quieres dejarlo según el método de preparación que vayas a emplear. Si vas a utilizar una cafetera eléctrica lo ideal es dejarlo con la misma textura que el azúcar en polvo, en el caso de las italianas (las de rosca) es preferible dejarlo como si fuese sal fina mientras que para las de émbolo lo ideal es molerlo como si fuese sal gorda.
2. La importancia de la taza. Según el tipo de café que vayas a consumir los expertos te recomiendan un tipo de taza diferente. Por ejemplo, si vas a tomártelo con leche lo ideal es que lo viertas en un tazón de 50 centilitros, en el caso del café cortado te recomiendan un vaso de 9 centilitros mientras que si se trata de un capuccino la taza perfecta es la que tenga una capacidad de entre 15 y 18 centilitros. El café expreso recomiendan que se tome en una taza de porcelana de unos 6 centilitros para liberar los aromas lo mejor posible.
3. Ojo con los tiempos de consumo. El sabor del café es la clave de esta bebida pero es importante tener en cuenta que no todos lo conservan por igual. Si vas a beberte un expreso date prisa porque tienes cuatro minutos para hacerlo sin que su sabor original se pierda. Si eres de los que utiliza la cafetera eléctrica para prepararte esta bebida ten en cuenta que lo ideal es tomarlo nada más que lo prepares o bien echarlo en un termo donde se conservará perfectamente entre 20 y 30 minutos, pasado este tiempo el café comenzará a oxidarse.
4. Guardarlo en el lugar adecuado. Para conservar el café de la mejor manera posible antes de hacerlo es importante saber que a este producto no le vienen bien las altas temperaturas, la sequedad excesiva, la humedad, la luz ni tampoco el oxígeno por lo que cuanto más en contacto esté con el aire antes se estropeará. De este modo el lugar adecuado para conservarlo sería en un armario y nunca en el frigorífico ya que el café es un producto poroso que podría absorber olores y humedad. Sin embargo, y aunque pueda sorprender, congelarlo si que es una opción correcta aunque hay que tener en cuenta que una vez que se saque, el café envejecerá antes por las microfisuras creadas por las bajas temperaturas.
5. La importancia de la presentación. Aprender a hacer algún dibujo con la leche hará que tu café te entre por los ojos. Un corazón es una creación muy fácil de hacer, solo debes inclinar la taza y comenzar a echar la leche apuntando al centro. Mientras tanto debes realizar un movimiento circular hasta que la taza esté llena y con una mancha blanca de espuma en el centro. El siguiente paso consiste en hacer una línea a través del círculo de espuma enderezando la inclinación de la jarra para estirar la figura y ya tendrás listo tu original café.

Fuente: El Norte de Castilla