Una copa de vino puede saber a un ponche de frutas con alcohol o a una sinfonía de sabores y texturas. Cada uno tiene que encontrar su punto intermedio. Con el tiempo, nuestros gustos cambian. A los jóvenes les suelen gustar las bebidas más dulces, pero con el tiempo desarrollamos preferencias por sabores más secos, intensos y complejos.
Si nunca ha disfrutado realmente del vino pero le gustaría hacerlo, ¿por donde tendría que empezar? Los vinos a menudo se juzgan por su particular sabor a frutas. Comience su viaje eligiendo un vino blanco joven cítrico o con sabores de frutas tropicales, a menudo relacionados con la variedad de uva Chardonnay, o un tinto con sabores de baya de verano maduros, como un Tempranillo o un joven Merlot.
Estos vinos dan la sensación de dulzor por el sabor de la fruta madura. El dulce en el vino se manifiesta de diferentes formas. Un vino puede tener un nivel alto de azúcar natural, como es el caso del moscatel de Valencia o el Riesling alemán denominado Auslese. Los mejores vinos exhiben una magnífica variedad de sabores que pueden ser una bonita manera de descubrir los vinos que le gusten.
La sequedad puede dotarle de un toque fresco o ligeramente ácido. Lo normal es que le resulte refrescante pero si es de los que toman su café con mucho azúcar quizás no sea el mejor vino con el que empezar su viaje. Sin embargo, si la descripción de la botella indica que contiene abundantes sabores de fruta madura, entonces encontrará que esto enmascara su sequedad.
Notamos la acidez de un vino por la grata frescura que nos invade la boca, como cuando comemos una naranja o una manzana. Si no le gustan las comidas ácidas lo notará cuando pruebe un vino con un alto grado de acidez. Un elemento clave del vino, particularmente del tinto, son los taninos, que se encuentran en las pieles y las pepitas además de los barriles de roble.
A los taninos a veces se les confunde con la acidez, pero son dos cosas muy distintas. Si bien la acidez le hará la boca agua, un vino con un alto nivel de taninos tendrá un efecto de sequedad, parecido al de una taza de té inglés concentrado. Así que si toma el café solo lo más probable es que sea más tolerante a los aromas de madera del vino.
Finalmente, intente no juzgar el vino o verse influenciado por su supuesta reputación o por el precio. Los gustos son personales, tiene que encontrar lo que mejor se adapte a usted. Pruebe diferentes vinos de forma regular, haga preguntas, confíe en su juicio y anímese a descubrir el placer del sabor del vino.
Las catas de vino deberían ser divertidas, compártalas con amigos y descubra algo nuevo en cada ocasión. El vino que abra la puerta a este maravilloso mundo puede que sea el siguiente que pruebe.
Mark O'Neill
DipWSET es fundador de TheWinePlace.es y experto en vinos internacionales.
Fuente: El Mundo
No hay comentarios. :
Publicar un comentario
Aqui puede usted dejar sus comentarios los cuales siempre serán bien recibidos!!!