- Cruzcampo abrió un nuevo restaurante con una factoría que elaborará 7 tipos de cerveza especiales en exclusiva para la ciudad
Cruzcampo sigue ahondando en su relación con Málaga. Esta vez lo hace con un restaurante, que también es fábrica de cerveza, y en el que los maestros de la compañía van a elaborar 7 tipos de caldos exclusivos para la ciudad bajo la marca «Cerveza del Soho». «Elegimos Málaga porque es un lugar donde tenemos 5.000 clientes con una relación de socios», explicó Jorge Paradela, director corporativo de Heineken España, empresa matriz de Cruzcampo. «Llega en un momento importante para Málaga, en una ampliación de horizontes», señaló el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, quien subrayó este lunes en el presentación al hecho de que «La Fabrica» en el Soho de Málaga sea «un lugar único». «En pocos sitios del mundo habrá establecimientos como este», sentenció De la Torre, sobre la fusión de un espacio gastronómico y una fábrica de cerveza, que abrió al público el18 de enero.
Inauguración de la fábrica de Cruzcampo en Málaga - FRANCIS SILVA
La compañía andaluza tiene 114 años de historia y produce anualmente 500.000 millones de litros. «El 20 por ciento de nuestras ventas se hace en Málaga», apuntó Marta García, directora de Marketing, que añadió que en «La Fábrica» se elaborarán cada año 95.000 litros de los cinco tipos fijos –Trigo, Polster, Strong Ale, IPA y La Malagueta– y las dos variables –Virtuosa y Esperada–. Entre todas destaca «La Malagueta», una cerveza especial e inspirada en la ciudad. En este céntrico local el grupo Premium espera dar unas 200.000 comidas al año maridadas con los caldos que se producen en la parte posterior del edificio, a la vista desde la barra y desde donde las variedades elaboradas en Málaga se sirven directamente en el grifo desde la fábrica.
Cruzcampo es líder en el sector hostelero con una bebida sin pasteurizar, lo que le concede el halo de «artesanal». En Málaga el compromiso con el sector turístico se plasma no sólo en la creación de este espacio con una inversión de un millón de euros, sino también en la formación de profesionales a través de su escuela de hostelería de la Fundación Cruzcampo y en una cátedra universitaria dedicada a la investigación en este ámbito.
Es un local de 1.100 metros cuadrados en la zona «del ensanche de Málaga». Esa área que la ciudad ganó al mar. El inmueble está dividido en 800 metros cuadrados dedicados al restaurante, donde la principal protagonista es la barra y que cuenta con un escenario, una grada y una pasarela para ver el centro de elaboración. Hay espacio para 500 comensales que tienen a la vista los tanques de fabricación. Desde la zona de restaurante se puede ver, detrás de la barra, los tanques de cocinado de los ingredientes, los de fermentación o los de almacenaje, desde los que se sirven las siete variedades exclusivas directamente a los grifos. Se le añaden los sellos originales de Cruzcampo, también presentes en este proyecto.
La experiencia ha tardado sólo cuatro meses en montarse a través de Cruzcampo, porque «es el sello local más grande del mundo» –reconoció Richard Weissend, presidente ejecutivo de Heineken España–. «No hemos tenido que pensar mucho la ciudad. Le tenemos cariño a Málaga, donde siempre planteamos proyectos a largo plazo», señaló Weissend, quien definió a la ciudad como «la que más recorrido tiene de España». «Es una perfecta unión en cerveza, gastronomía y cultura», afirmó Paradela, sobre un establecimiento que pretende ser una referencia social de la ciudad. «Un espacio urbano y de ocio con una cocina mediterránea fusión e internacional», abundó Elisandro Sánchez, presidente del grupo Premium.
«La Fábrica» abre en un «momento dulce». «Nunca fue tan querida nuestra bebida. Es un buen indicador que nacen nuevas fábricas de cerveza en el mundo. Eso fomenta el empleo, pero también la diversidad y el sector se vuelve cada vez más atractivo», señaló Richard Weissend, quien definió a la bebida que elabora en España como un «lubricante social».
No es el único proyecto de Cruzcampo en la capital de la Costa del Sol. En el mismo día de la inauguración la firma renovó el patrocinio con el Festival de Cine hasta 2021. A esto se suma que Heineken fue uno de los principales valedores de Málaga para que recalara el Centre Pompidou en la ciudad, desde la primera reunión en la Embajada de Francia en París –desveló Francisco de la Torre–. «Salieron con una apuesta decidida por el arte contemporáneo», recordó el acalde de la ciudad.
Fuente: ABC
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