Foto: Archivo Agencias I
Pescados semigrasos
Estos pecados pueden ser azules o blancos, pero su contenido en grasa es mayor (boquerón, lubina, pez espada); por ello ameritan un vino tinto ligero, o también está la opción de los vinos cítricos para cortar la grasa.
Pescados salados
El sabor fuerte de una sardina puede maridarse con un Pinot Noir, un vino de cuerpo medio. También se recomienda para el salmón condimentado a la parrilla. Es vino muy pesado para ser usado con pescados blancos, y muy ligero para las carnes rojas.
Pescados azules y blancos
El vino blanco es ideal para el atún. Pero si es un pescado blanco te sugerimos un vino blanco, pero de más de seis meses en barrica.
Pescados poco condimentados
Si has cocinado una trucha a la plancha o a la parrilla, lo ideal es un vino suave como los blancos secos como el alemán Riesling o el Moscatel seco.
Pulpo
Si has cocinado un pulpo a la gallega, lo mejor es acompañarlo con un vino blanco, fresco y sedoso, o en su defecto un tinto joven. Pero si es salpicón de pulpo, el blanco indudablemente.
Ostiones y almejas
Si les agregas limón, entonces compra un Sauvignon Blanc por su frescura; pero si se te antoja comerlos a la parrilla, entonces un vino blanco con cuerpo como el Chardonnay, Semillón o Malvasí.
Ostras
Éstas combinan muy bien con vinos rosados o champagne.
Caviar
Este regalo del mar se aconseja comerlo con un vino tipo cava seco, para que las burbujas preparen el paladar. Pero su maridaje depende del país: en Rusia usan vodka, los franceses maridan con champaña y en Hungría prefieren los vinos blancos muy secos.
El dato: Los vinos blancos se deben beber entre los 8 y 12ºC, por ser de una textura más delicada.
Rosario PORTILLO.
Fuente: El Popular
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