El proyecto tendrá acceso a los programas de emprendimiento de Culinary Action y tres meses de residencia en LABe con expertos en gastronomía digital como mentores. El objetivo es cambiar el paradigma de las guías gastronómicas y ofrecer a restaurantes y consumidores información del ecosistema gastronómico en la que confiar.
Una estimación calcula en más de 700 millones los ‘reviews’ gastronómicos, de los que un 30% podrían ser falsas. Estas cifras aportadas por el equipo de Trust Eat, ganador del primer ‘StartUp Weekend’ de gastronomía organizado por LABe —el nuevo Digital Gastronomy Lab de Basque Culinary Center (BCC)—, constituían su punto de partida para cumplir su objetivo de querer alimentar de información fiable al ecosistema gastronómico.
En 54 horas de trabajo. el equipo de Trust Eat hacía realidad una idea en la sede de Basque Culinary Center, conviviendo con mentores y otros emprendedores en busca de productos y servicios para transformar la gastronomía desde el ámbito digital, mientras se imponía a otros cinco proyectos competidores. Un fin de semana para conceptualizar, validar, saltar de la idea al prototipo y al modelo de negocio y defender en un ‘pitch’ ante un jurado la vialidad económica y el impacto positivo en la cadena de valor de la gastronomía de proyectos que se iban definiendo con el paso de las horas, conforme al formato ‘Techstarts Startup Weekend’, que se celebra periódicamente en diferentes lugares para convocar el emprendimiento.
La interdisciplinariedad de perfiles de los miembros del equipo favorecía las sinergias, así como el impulso esencial para encaminar la idea del mentor Iñaki Muñoz, Chief Technology Officer de Kook.company, apunta a Gastroeconomy Miguel Martínez de Toda, uno de los artífices de Trust Eat y fundador de Secret Bilbao, enfocada al diseño de experiencias a medida, gastronómicas y enológicas en País Vasco y La Rioja.
Julen Fernández, estudiante de Grado en Liderazgo Emprendedor e Innovación (LEINN) de la Universidad de Mondragón, aportaba el perfil tecnológico en el equipo de Trust Eat y diseñaba la maqueta de esta ‘app’ que aúna tecnología (geolocalización, escaneo de tíckets y ‘blockchain’) y personas, utilizando la opinión de ‘foodies’ expertos.
Para ser crítico de la ‘app’, habría que pasar un test para acceder al ‘Nivel Foodie’ de acreditación y, a partir de ahí, subir al ‘Nivel Gastro’ y al ‘Nivel Pro’, a medida que se van publicando más ‘reviews’. Con el paso del tiempo, se obtendrían bonificaciones para fomentar la publicación de opiniones, objetivo favorecido por el diseño de la experiencia de usuario y la gamificación. La tecnología de Trust Eat permitiría identificar y autentificar a los ‘foodies’ y comprobar su paso por el restaurante.
¿De dónde provendrían los ingresos? El cliente sería el hostelero, quien pagaría 30 euros al mes por la membresía, por estar dentro de la guía, poder ser evaluado y recibir ‘feedback’. Y el usuario sería un ‘foodie’ acreditado y registrado. Pablo Gallut, miembro del equipo de Trust Eat y gestor hostelero, contribuía a aterrizar la idea embrionaria del proyecto en el contexto del sector gastronómico, mientras los compañeros del equipo, como Miguel Martínez de Toda y los exalumnos del BCC y actualmente profesores Patricia Jurado y Lolo Roman, validaban el concepto con llamadas a restaurantes, con un 91% de aceptación de la propuesta en la restauración.
El proyecto de Trust Eat cumpliría el modelo de ránking en la presentación de la valoración de restaurantes. Trust Eat arrancaría en Barcelona con cuatro comerciales y con embajadores de la ‘app’ que contribuirían a su viralización. El plan de expansión contemplaría otras grandes ciudades españolas, como Madrid, Bilbao, San Sebastián, Valencia o Sevilla, incluso el salto al extranjero. En los tres primeros meses de arranque en una ciudad, la restauración estaría exenta de pagar por la membresía para incentivar la adhesión.
Trust Eat contribuiría también a crear una comunidad de ‘trusters’, subraya Miguel Martínez de Toda, con formación e intercambio de experiencias que fomentarían el ‘engagement’ para favorecer el crecimiento, posicionamiento y expansión de la plataforma.
Los números de Trust Eat apuntan a una inversión inicial de 194.000 euros, con 77.000 euros de ingresos y el ‘break even point’ (punto de equlibrio) en 722 restaurantes.
Los próximos pasos del proyecto se darán en LABe a través de los programas de apoyo al emprendimiento de Culinary Action!. “El proyecto entraría en nuestro programa de incubación. Entre los beneficios, figuraría acceder al espacio de trabajo/oficina y sus prestaciones, el acompañamiento y mentoría ofrecida por LABe y nuestra orientación a conectarlos con clientes, ‘partners’ potenciales y posibles fuentes de financiación”, explica a Gastroeconomy Jose Peláez, investigador de Tendencias y Emprendimiento de BCC Innovation y LABe y miembro del equipo organizador del ‘StartUp’ Weekend.
En los tres meses de residencia en LABe del equipo ganador, el objetivo es “pasar de la idea al prototipo funcional. El esfuerzo recaería en paralelo sobre refinar la estrategia y el modelo de negocio (números), construir un producto mínimo viable (PMV) funcional y captar los primeros prescriptores para continuar validándolo y, cuanto antes, salir al mercado. Si en paralelo requiere financiación, LABe contribuiría también a buscar posibles mecanismos de financiación públicos o privados”, detalla Jose Peláez.
Peláez recuerda que “emprender significa testear rápido, darte cuenta de si tienes que fracasar rápido y cambiar rápido. Y siempre encontrar la salida”.
Fuente de las fotos: Trust Eat, LABe y BCC.
En 54 horas de trabajo. el equipo de Trust Eat hacía realidad una idea en la sede de Basque Culinary Center, conviviendo con mentores y otros emprendedores en busca de productos y servicios para transformar la gastronomía desde el ámbito digital, mientras se imponía a otros cinco proyectos competidores. Un fin de semana para conceptualizar, validar, saltar de la idea al prototipo y al modelo de negocio y defender en un ‘pitch’ ante un jurado la vialidad económica y el impacto positivo en la cadena de valor de la gastronomía de proyectos que se iban definiendo con el paso de las horas, conforme al formato ‘Techstarts Startup Weekend’, que se celebra periódicamente en diferentes lugares para convocar el emprendimiento.
La interdisciplinariedad de perfiles de los miembros del equipo favorecía las sinergias, así como el impulso esencial para encaminar la idea del mentor Iñaki Muñoz, Chief Technology Officer de Kook.company, apunta a Gastroeconomy Miguel Martínez de Toda, uno de los artífices de Trust Eat y fundador de Secret Bilbao, enfocada al diseño de experiencias a medida, gastronómicas y enológicas en País Vasco y La Rioja.
¿ERES NIVEL ‘FOODIE’, ‘GASTRO’ O ‘PRO’?
Julen Fernández, estudiante de Grado en Liderazgo Emprendedor e Innovación (LEINN) de la Universidad de Mondragón, aportaba el perfil tecnológico en el equipo de Trust Eat y diseñaba la maqueta de esta ‘app’ que aúna tecnología (geolocalización, escaneo de tíckets y ‘blockchain’) y personas, utilizando la opinión de ‘foodies’ expertos.
Para ser crítico de la ‘app’, habría que pasar un test para acceder al ‘Nivel Foodie’ de acreditación y, a partir de ahí, subir al ‘Nivel Gastro’ y al ‘Nivel Pro’, a medida que se van publicando más ‘reviews’. Con el paso del tiempo, se obtendrían bonificaciones para fomentar la publicación de opiniones, objetivo favorecido por el diseño de la experiencia de usuario y la gamificación. La tecnología de Trust Eat permitiría identificar y autentificar a los ‘foodies’ y comprobar su paso por el restaurante.
¿De dónde provendrían los ingresos? El cliente sería el hostelero, quien pagaría 30 euros al mes por la membresía, por estar dentro de la guía, poder ser evaluado y recibir ‘feedback’. Y el usuario sería un ‘foodie’ acreditado y registrado. Pablo Gallut, miembro del equipo de Trust Eat y gestor hostelero, contribuía a aterrizar la idea embrionaria del proyecto en el contexto del sector gastronómico, mientras los compañeros del equipo, como Miguel Martínez de Toda y los exalumnos del BCC y actualmente profesores Patricia Jurado y Lolo Roman, validaban el concepto con llamadas a restaurantes, con un 91% de aceptación de la propuesta en la restauración.
ESQUEMA DE FUNCIONAMIENTO
El proyecto de Trust Eat cumpliría el modelo de ránking en la presentación de la valoración de restaurantes. Trust Eat arrancaría en Barcelona con cuatro comerciales y con embajadores de la ‘app’ que contribuirían a su viralización. El plan de expansión contemplaría otras grandes ciudades españolas, como Madrid, Bilbao, San Sebastián, Valencia o Sevilla, incluso el salto al extranjero. En los tres primeros meses de arranque en una ciudad, la restauración estaría exenta de pagar por la membresía para incentivar la adhesión.
Trust Eat contribuiría también a crear una comunidad de ‘trusters’, subraya Miguel Martínez de Toda, con formación e intercambio de experiencias que fomentarían el ‘engagement’ para favorecer el crecimiento, posicionamiento y expansión de la plataforma.
Los números de Trust Eat apuntan a una inversión inicial de 194.000 euros, con 77.000 euros de ingresos y el ‘break even point’ (punto de equlibrio) en 722 restaurantes.
RESIDENCIA EN LABE
Los próximos pasos del proyecto se darán en LABe a través de los programas de apoyo al emprendimiento de Culinary Action!. “El proyecto entraría en nuestro programa de incubación. Entre los beneficios, figuraría acceder al espacio de trabajo/oficina y sus prestaciones, el acompañamiento y mentoría ofrecida por LABe y nuestra orientación a conectarlos con clientes, ‘partners’ potenciales y posibles fuentes de financiación”, explica a Gastroeconomy Jose Peláez, investigador de Tendencias y Emprendimiento de BCC Innovation y LABe y miembro del equipo organizador del ‘StartUp’ Weekend.
En los tres meses de residencia en LABe del equipo ganador, el objetivo es “pasar de la idea al prototipo funcional. El esfuerzo recaería en paralelo sobre refinar la estrategia y el modelo de negocio (números), construir un producto mínimo viable (PMV) funcional y captar los primeros prescriptores para continuar validándolo y, cuanto antes, salir al mercado. Si en paralelo requiere financiación, LABe contribuiría también a buscar posibles mecanismos de financiación públicos o privados”, detalla Jose Peláez.
Peláez recuerda que “emprender significa testear rápido, darte cuenta de si tienes que fracasar rápido y cambiar rápido. Y siempre encontrar la salida”.
Fuente de las fotos: Trust Eat, LABe y BCC.
Valvanera Valero
Fuente: Gastroeconomy
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