Blancos para las opciones con queso y tintos, para carnes grilladas.
El vino y el pan van de la mano desde tiempos inmemoriales. Actualmente, en tiempos de pandemia, qué mejor que disfrutar de una buena copa para maridar con un sándwich hecho en casa.
Vinos y sandwiches. Fuente: (Instagram)
Pero no todo va con todo, por lo que se deben respetar algunos tips para lograr una buena armonía entre el plato y el vino.
Los vinos tintos con paso por madera, van muy bien con carnes asadas o a la parrilla, con salsa picante o un sabroso chimichurri. Un choripán es ideal para este tipo de vino.
Los Pinot Noir, por ejemplo, que se consideran una cepa más suave, puede ir bien con un sándwich de bondiola braseada con el pan calentado previamente al horno o bien, con algún fiambre como lomito ahumado.
Otros vinos como el Syrah pueden servirse con algún sándwich con alimentos más intensos. Algún corte de carne o bien verduras grilladas. O bien algún marisco, intenso, como calamar.
Para los sándwiches con queso, se puede maridar con alguna variedad de vino blanco. Desde el Chardonnay o el Sauvignon Blanc pueden ser buenas alternativas para emparedados con queso y un chorrito de aceite de oliva para luego calentar el pan.
Los conocidos sándwich de pollo pueden servirse con algún vino blanco bien frutado y aromático como puede ser un Torrontés riojano.
En el caso de los vinos blancos, aunque sea invierno, requerirá que tenga por lo menos una hora en el freezer para que esa temperatura permite disfrutar mejor de sus sabores. Los vinos tintos más añejos, por su parte, requerirán oxigenarse con algún tiempo de antelación.
Andrea Albertano
Fuente: Minuto Neuquen
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