#COMIDASALUDABLE 🥗 | Alimentos que deberías evitar en tu desayuno porque son malos para la salud y engordan

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¿El desayuno es la comida más importante del día? La eterna pregunta a la que numerosos estudios responden con un sí y otros tantos con todo lo contrario. Muchos nutricionistas aseguran que, para bajar de peso, es imprescindible no saltarse esta comida, ya que un desayuno bien cargado de nutrientes y alimentos puede aumentar la quema de grasa, mejorar el metabolismo e incluso reducir el riesgo de sufrir de diabetes tipo 2.

Sea como fuere, lo que sí es seguro es la importancia de los alimentos que consumas en esta primera comida del día y no todo vale, ya que es vital combinar correctamente el consumo de carbohidratos, proteínas y grasas para mantener estables los niveles de azúcar durante todo el día.

Así como existen alimentos ideales para tomar en este momento por sus propiedades nutritivas y saciantes, como el yogurt, los huevos o el café, entre otros, hay otros que no deberías tomar para desayunar. A continuación, una lista de los alimentos poco recomendados para el desayuno:

Mantequilla

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La mantequilla es un alimento muy calórico: está compuesta en un 80% de grasa, el resto es principalmente agua (una cucharada de mantequilla puede contener alrededor de 100 calorías), y contiene hasta 400 ácidos grasos diferentes. Aunque es rica en algunas vitaminas ( A, D, E, B12 y K2) y aporta algunos beneficios para la salud como la mejora de la salud digestiva o la del tiroides, la OMS recomienda su consumo en pequeñas cantidades siempre (y en ocasiones contadas) y siempre y cuando no padezcamos colesterol.

-Cereales azucarados

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Según la Organización Mundial de la Salud, la cantidad de azúcar que debemos consumir en un solo día no debería exceder al 5% de las calorías totales diarias, por lo que consumiendo un bowl de cereales para desayunar, ya estaríamos saltándonos las indicaciones sanitarias. La mayoría de cereales suelen tener grandes cantidades de azúcar, sobre todo, los que vienen envasados en cajas de cartón. Algo muy perjudicial para la salud, ya que un alto consumo de azúcar da lugar a un aumento de la resistencia a la insulina, que hace que nuestro páncreas tenga que realizar un constante sobreesfuerzo.

-Beicon

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha situado a esta carne procesada en el grupo 1 como carcinógena para humanos, situándolo al mismo nivel que el tabaco o el alcohol. El beicon tiene una gran cantidad de grasas saturadas (14 g por 100 gramos), por lo que es muy perjudicial para el colesterol, además de ser una bomba calórica.

-Bollería industrial

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Según una investigación realizada por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la Universidad de Navarra, el consumo de bollería industrial y comida rápida puede asociarse con un incremento del riesgo de desarrollar depresión en un 51%. Otra investigación realizada por el CIBER de Obesidad y Nutrición (CIBEROBN), señala que un consumo alto de ultraprocesados, entre los que se encuentra la bollería industrial, acelera el envejecimiento celular. Y es que la bollería industrial, lejos de aportarnos propiedades para nuestro organismo, es una fuente de grasas 'malas', azúcares y harinas refinadas.

-Bebidas energéticas

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La Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) acaba de remitir un informe que alerta de los riesgos que supone el elevado consumo de estos productos en jóvenes y adolescentes e insta a mejorar el etiquetado para informar sobre sus potenciales riesgos, ya que cada vez son más las personas que toman bebidas energéticas para desayunar como forma de activarse de una manera rápida y sencilla.

-Zumo

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Aunque nunca nos lo dijeran de pequeños, nada tiene que ver el comer la fruta entera con tomar un zumo. Cuando exprimes la fruta, se pierden las pectinas, la celulosa, la fibra y aumentan los niveles de azúcar, por eso es siempre mucho más beneficioso comer la pieza entera. Pero si tienes que descartar de tu dieta algún alimento, son los zumos industriales. Estos llevan grandes cantidades de azúcares añadidos, edulcorantes, conservantes y colorantes que hay que evitar.

Fuente: Informalia - El Economista