@Unsplash |
El arte de preparar una buena comida junto a la experiencia que nos ofrece el lugar donde lo hacemos tienen que ser sostenibles para asegurar el mayor cuidado del medioambiente.
¿Qué es la gastronomía? Algunos lo definen como el arte de preparar una buena comida y otros hacen más hincapié en la experiencia que nos ofrece el lugar donde la tomamos. Lo cierto es que lo mejor sería referirse a ella como una fusión de ambas cosas, en la que deberíamos tener en cuenta el uso responsable de los recursos naturales para que nuestro planeta no quede perjudicado en un futuro.
Para conseguirlo, las Naciones Unidas crearon el término gastronomía sostenible, haciendo referencia a una “cocina que tiene en cuenta el origen de los ingredientes, cómo se cultivan y cómo llegan a nuestros mercados y, finalmente, a nuestros platos”.
@Unsplash
Día de la Gastronomía Sostenible
Además, cada 18 de junio desde hace 5 años se celebra el Día de la Gastronomía Sostenible. Una fecha donde la Asamblea General, la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) y la FAO (Organización de Alimentos y Agricultura), trabajan para dar a conocer al público la contribución de la gastronomía en el desarrollo sostenible.
Primar los ingredientes y productos de temporada y contribuir a la preservación de la vida silvestre y de nuestras tradiciones culinarias son algunas de las ideas que se priorizan durante este día. Una jornada en la que se demuestra que la gastronomía sostenible funciona como perfecta expresión cultural de la diversidad natural del mundo en cada una de las zonas que lo componen.
La Organización de Naciones Unidas vieron necesaria la creación de este término teniendo en cuenta que en los últimos años el Fast Food se había vuelto más popular que nunca. La comida rápida había cobrado todo el protagonismo en el ámbito de la alimentación, desbancando por completo a los productos locales y a los lugares donde se elaboraba una comida mucho más especializada y cuidadosa con el medioambiente.
En un siglo en el que las máquinas se han transformado en nuestro modelo de vida por excelencia, la velocidad nos ha terminado encadenando a un futuro que tiene como daño colateral al medioambiente. Una rapidez que ya es conocida como ‘Fast life’ y que ha invadido nuestros hogares, dando lugar al término de Fast Food con el que nos nutrimos día tras día apenas sin darnos cuenta.
Dentro de esta locura universal, los humanos poco a poco hemos comenzado a defender de nuevo los verdaderos placeres materiales, aquellos que no hacen daño al medioambiente y que respetan a sus seres vivos para asegurar su cuidado, ya que de otra forma, incluso nosotros mismos podríamos convertirnos en una especie en peligro de extinción.
Slow Food
Para apaciguar este deterioro inminente del planeta, hemos comenzado a tener en cuenta el concepto de Slow Food. Este es un movimiento internacional, nacido en Italia, que se contrapone a la estandarización del gusto en la gastronomía, promoviendo la difusión de una nueva filosofía que combina placer culinario y conocimientos sobre lo que ingerimos.
El Slow Food es la respuesta de vanguardia a una Fast Life que ha conseguido modificar nuestra vida y amenazar a nuestros hábitats. Consiste en desarrollar el gusto y valorar la verdadera cultura de cada uno de nuestros productos, comenzando así el progreso con un intercambio internacional en la historia y dejando atrás el empobrecimiento de nuestro paladar.
Asegurando un porvenir mejor, el Slow Food es una idea que necesita de muchos pilares para sostenerse a nivel mundial. Por ello, asociaciones ecogastronómicas como la que da nombre a este movimiento, pretenden que la gente entienda esta nueva gastronomía como la expresión de la identidad y la cultura.
El Slow Food es la respuesta de vanguardia a una Fast Life que ha conseguido modificar nuestra vida y amenazar a nuestros hábitats. Consiste en desarrollar el gusto y valorar la verdadera cultura de cada uno de nuestros productos, comenzando así el progreso con un intercambio internacional en la historia y dejando atrás el empobrecimiento de nuestro paladar.
Asegurando un porvenir mejor, el Slow Food es una idea que necesita de muchos pilares para sostenerse a nivel mundial. Por ello, asociaciones ecogastronómicas como la que da nombre a este movimiento, pretenden que la gente entienda esta nueva gastronomía como la expresión de la identidad y la cultura.
@Unsplash
En esta organización se defiende “el placer vinculado al alimento” mientras que también se reflexiona sobre la educación del gusto y el derecho al disfrute con sentido de la responsabilidad, teniendo en cuenta el equilibrio con el ecosistema, la defensa de la biodiversidad y el compromiso ético con los productores.
La entidad ‘Slow Food’ ya está presente en más de 150 países a cuyos miembros les une el placer por la buena comida, el compromiso con su comunidad y el medioambiente. Bajo el lema “¡Cambiemos el mundo empezando por la mesa!”, Slow Food busca redescubrir los aromas y la riqueza de la cocina local.
Si tenemos en cuenta de dónde provienen las materias primas que comemos y cómo cocinarlas, no solo estaremos ayudando al planeta. También estaremos favoreciendo a nuestra salud y haciendo uso de una gastronomía mucho más sostenible y sana para nosotros mismos.
Sin duda, más que ser una organización sin ánimo de lucro, Slow Food se ha convertido en un ejercicio de concienciación social más allá del disfrute de la comida, teniendo por bandera el uso de alimentos ecológicos y salvaguardando el patrimonio alimentario de nuestra humanidad
Fuente: WeLife
No hay comentarios. :
Publicar un comentario
Aqui puede usted dejar sus comentarios los cuales siempre serán bien recibidos!!!