Para que tu familia goce de una alimentación sana y de calidad es indispensable cocinar de manera responsable. La higiene en la cocina no es simplemente mantener limpio el espacio donde cocinarás, sino tener cuidado en la manera de lavar, manipular y cocinar los alimentos. Hoy te damos algunos consejos para una cocina responsable. Así podrás estar tranquilo a la hora de cocinar para tus peques.
¿Por qué es importante mantener la higiene en la cocina?Tener cuidado a la hora de conservar y preparar los alimentos es esencial para mantener su calidad nutricional y evitar posibles riesgos de salud para tu familia. Algunas veces, pequeños descuidos a la hora de manipular los alimentos pueden producir enfermedades ocasionadas por virus, bacterias y parásitos, como las famosas (y temidas) gastroenteritis y salmonelosis. Durante los meses de más calor es cuando existe más peligro alimentario, ya que el riesgo de desarrollo de microorganismos es mayor. Es momento de extremar la higiene en la cocina y de tener sumo cuidado a la hora de manipular los alimentos. Sin lugar a dudas, es lo mejor que puedes hacer para prevenir enfermedades de transmisión alimentaria.
¿Por qué es importante mantener la higiene en la cocina?Tener cuidado a la hora de conservar y preparar los alimentos es esencial para mantener su calidad nutricional y evitar posibles riesgos de salud para tu familia. Algunas veces, pequeños descuidos a la hora de manipular los alimentos pueden producir enfermedades ocasionadas por virus, bacterias y parásitos, como las famosas (y temidas) gastroenteritis y salmonelosis. Durante los meses de más calor es cuando existe más peligro alimentario, ya que el riesgo de desarrollo de microorganismos es mayor. Es momento de extremar la higiene en la cocina y de tener sumo cuidado a la hora de manipular los alimentos. Sin lugar a dudas, es lo mejor que puedes hacer para prevenir enfermedades de transmisión alimentaria.
Consejos para una cocina responsable
1. Una cocina limpia y reluciente
Antes de empezar a cocinar, asegúrate de tener la cocina limpia y reluciente. Las manchas y salpicaduras de alimentos, la grasa y el aceite, y otros residuos que pueden depositarse en las mesadas, el drenaje del lavadero y paredes pueden convertirse en focos de infecciones. Intenta mantener tu cocina limpia de manera habitual para evitar riesgos.
2. Una despensa limpia y ordenada
La despensa debe estar a altura, lejos del suelo, y en un lugar fresco y ventilado, preferentemente lejos del horno. Para conservar correctamente los alimentos debes guardarlos a unos 17 grados, bien cerrados (si están abiertos, coloca presillas o clips para cerrarlos) y lejos de fuentes de calor y humedad. Revisa las etiquetas de los alimentos para corroborar sus recomendaciones de conservación y asegurarte de que no estén vencidos.
3. Cubo de basura con tapa
Parece una obviedad pero no lo es. El cubo de la basura debe estar ubicado en un lugar alejado de los alimentos y preferentemente tener tapa para evitar la multiplicación de gérmenes y su traspaso a la comida.
4. La higiene personal
Antes de comenzar a cocinar, recuerda lavar bien tus manos con agua y jabón y secarte con un paño limpio. Al cocinar con los niños, enséñales a lavarse las manos antes y durante el proceso, además de a mantener extremo cuidado a la hora de manipular la comida.
5. Lavar bien los alimentos
Es sumamente importante lavar adecuadamente los alimentos, principalmente aquellos que pienses servir crudos. La lechuga, las espinacas, las acelgas y otras hortalizas son las más complejas a la hora del lavado ya que su higiene debe realizarse hoja por hoja. Tómate tu tiempo para llevarlo a cabo ya que, si no limpias bien cada recoveco, puedes ingerir bacterias que te generen enfermedades gastrointestinales. Siempre dedica tiempo y atención al lavado de los vegetales y las frutas. ¡Es la única manera de asegurarnos de que estén bien limpios antes de ingerirlos!
6. Cocinar adecuadamente los alimentos
Los microorganismos tienen dificultad para crecer en temperaturas superiores a los 55ºC o inferiores a los 5ºC, así que: no lo dudes y cocina bien tus alimentos. Sobre todo cuando cocines piezas grandes de pescado, carnes rojas, aves y huevos, asegúrate de que alcancen dicha temperatura también en el interior. Ten especial cuidado al cocinar en microondas ya que la cocción puede realizarse de manera desigual, cocinando en exceso el exterior de los alimentos, sin llegar a calentar por completo el interior.
7. Guardar los alimentos en la nevera
Incluso los cocinados deben guardarse en la nevera. Muchas veces cometemos el error de dejar los alimentos cocinados fuera de la nevera. Ten en cuenta que, sobre todo en épocas de calor, los patógenos se multiplican muy rápido a temperatura ambiente y en poco más de 2 horas pueden echar a perder la comida. Eso sí, un exceso de tiempo dentro del refrigerador (aproximadamente más de 3 días) también puede ser peligroso a la hora de ingerir los alimentos.
8. Descongelar poco a poco
Si quieres descongelar alimentos, hazlo poco a poco. Lo ideal es sacarlos del frigorífico la noche anterior y dejarlos dentro de la nevera hasta que se descongelen. La descongelación en microondas no sólo no es regular, sino que además puede cocinar alguna parte del alimento, generando un crecimiento bacteriano y terminar enfermándonos. Si utilizas el microondas para descongelar, hazlo siempre con la opción de descongelado y poco a poco, para evitar la proliferación de bacterias. Otro consejo: cocina rápidamente las carnes, pollos, mariscos y pescados descongelados para "matar" las posibles bacterias cuando antes.
9. Evitar la contaminación cruzada
Seguramente te preguntes qué es la contaminación cruzada. Pues bien, ¿alguna vez has cortado pollo en una tabla y luego has utilizado el mismo cuchillo y la misma tabla para cortar verduras? Imagina que el pollo tiene microbios, ¿no crees que pueden pasar de él a las verduras a través de los utensilios de cocina? Utiliza siempre que puedas utensilios de cocina diferentes para cortar frutas, vegetales y carnes crudas. Si no es posible porque tienes sólo una tabla y un cuchillo afilado para cortar, lava los utensilios entre un uso y otro, y en el caso de la tabla, utiliza cada lado para una actividad.
Recuerda cambiar los paños de cocina si los utilizas después de manipular alimentos crudos o si se han manchado al cocinar. Precaución ante todo ;) . El dicho popular dice "mejor prevenir que curar" y no hay nada más cierto. Mantén tu cocina limpia y en orden, y recuerda nuestros consejos para cocinar responsablemente, así evitarás riesgos para ti y toda tu familia. Derechos de las imágenes: Photl, Photl.
Fuente: educo.org
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