Ingredientes, técnicas y tradiciones se unen para dar como resultado exquisitas elaboraciones
La repostería francesa es una de las más afamadas e importantes a nivel internacional. Ingredientes, técnicas, conocimientos y tradiciones se unen para dar como resultado postres únicos.
Estas preparaciones, como la clásica tarta Ópera o la crema chantilly, entre otras, han recorrido un largo camino hasta perfeccionarse. A esto hay que añadir el trabajo de iconos de la gastronomía francesa como los cocineros François Vatel y Marie-Antoine Carême.
Posiblemente no haya un postre francés al que podamos resistirnos. A continuación, te presentamos cinco de los postres más conocidos de Francia: Macarons, París Brest, Crêpes, Crème brûlée y Mille-Feuille.
Estas preparaciones, como la clásica tarta Ópera o la crema chantilly, entre otras, han recorrido un largo camino hasta perfeccionarse. A esto hay que añadir el trabajo de iconos de la gastronomía francesa como los cocineros François Vatel y Marie-Antoine Carême.
Posiblemente no haya un postre francés al que podamos resistirnos. A continuación, te presentamos cinco de los postres más conocidos de Francia: Macarons, París Brest, Crêpes, Crème brûlée y Mille-Feuille.
Macarons
Uno de los símbolos de la repostería, no sólo francesa, sino del mundo. Los macarons son un par de galletas elaboradas con merengue francés, suizo o italiano, y polvo de almendras. Luego, se unen con una crema que puede ser ganache de chocolate, jaleas o mermeladas.
Aunque los macarons surgieron en Italia, su forma actual se debe a un repostero francés que en 1862 comenzó a unir dos macarons y rellenarlos. Este postre es tan fundamental en la repostería francesa que cada 20 de marzo se celebra el Día del Macaron.
Su increíble cantidad de sabores y colores, que casi siempre armonizan el uno con el otro, han sido su sello distintivo, además de su aspecto terso, que se logra con una enorme práctica y conocimiento para conseguir el macaron perfecto.
Paris-Brest
Este postre, elaborado a partir de una pasta choux, se creó como un distintivo de una carrera de bicicletas entre París y Brest, ciudad ubicada al noroeste de Francia. Por este motivo, su forma se asemeja a una rueda de bicicleta. La pasta se rellena de praliné, que es una crema de avellanas, y se termina espolvoreando azúcar glas y almendras fileteadas.
La preparación es muy versátil. Además del praliné, se puede rellenar de crema mousseline, una crema pastelera a la cual se le agrega mantequilla, o de diversas cremas de frutos secos como el pistacho.
Crêpes
Los crêpes son un clásico de la cocina francesa. Para elaborar esta receta se necesita harina, huevo, leche y mantequilla. Los hay dulces y salados y, aunque es común incluirlos como postre al final de una comida, también se disfrutan en el desayuno, almuerzos o meriendas.
Las versiones dulces de los crêpes pueden acompañarse de frutas frescas, como la fresa o el plátano, cremas de avellanas, chocolate, jaleas, mermeladas de sabores o compotas, como la de manzana.
Crème Brûlée de Café |
Crème Brûlée
La crème brûlée es una receta elaborada con nata, yemas y azúcar, aromatizada principalmente con vainilla, aunque puede sustituirse por licores, ralladuras de cítricos o variadas especias.
Una vez fría, se espolvorea con azúcar y se carameliza, lo que hace que la preparación sea bastante agradable al paladar, ya que combina la suavidad del interior con el crujiente del azúcar caramelizado.
Hay versiones parecidas a la crème brûlée, como la crema catalana, consumida en Cataluña (España), cuya diferencia es que se elabora con leche en lugar de nata.
Milhojas de Café y Vainilla, pincha aquí para ver la receta |
Mille-Feuille
También conocido como “milhojas», el mille-feuille son capas de hojaldre generalmente rectangulares intercaladas con crema pastelera o chantilly, al gusto del consumidor.
En algunas ocasiones, se termina con glasa real, preparada con azúcar glas y agua, ganache de chocolate o frutos rojos. La masa hojaldre con la que se elabora la milhojas fue evolucionando particularmente en la cocina francesa. Los griegos y romanos utilizaban una masa parecida y lo mismo ocurría con los postres árabes.
El chef Marie-Antoine Carême fue el encargado de perfeccionar esta masa, indicando cuántas veces se tenía que doblar: un total de siete vueltas dobles. Así surgieron preparaciones representativas como el mille-feuille o el vol au vent, elaborado también de hojaldre y normalmente relleno con preparaciones saladas.
La variedad de recetas dulces francesas es casi infinita, gozando de renombre mundial. El manejo de ingredientes y técnicas han hecho de la repostería gala algo irresistible, así que no dudes en probar o preparar alguno de estos maravillosos postres.
Rebeca Flores
Fuente: The Gourmet Journal
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