La empanada gallega es una de las recetas más populares e icónicas de la cocina de Galicia. |
Es uno de los platos estrella de la gastronomía gallega y su secreto se compone de cuidar tanto la masa como el relleno
¿Sabes cómo lograr la empanada gallega perfecta? Habiendo dejado atrás recientemente el Día de Santiago Apostol, cualquier jornada se nos presenta idónea para disfrutar de uno de los mayores manjares de la gastronomía gallega.
De la multitud de platos que componen la cocina de esta comunidad al noroeste del Estado, y en la que sin duda predominan los productos del mar, la empanada gallega es uno de los más extendidos e icónicos.
El secreto de la perfección de la empanada gallega se compone de dos vertientes: masa y relleno. Por lo que resulta indispensable trabajar ambas con acierto y mimo para lograr un resultado exitoso y a la altura del auténtico sabor gallego. Aquí descubrimos el primero de los secretos: lograr el equilibrio entre ambas partes para que masa y relleno formen un tándem, que no enmascaren sabores.
Lo fundamental es optar siempre por una masa artesanal y huir de aquellas prefabricadas
Bien conocida es la premisa de que el secreto está en la masa. La de la empanada gallega se elabora con agua, levadura, aceite y harina, que puede ser de trigo o de millo (maíz), o una mezcla de ambas. Además, hay quien señala dos claves importantes: añadir un toque de pimentón a la misma y antes del horneado, pintarla con huevo para que brille en su resultado final.
Lo fundamental, en cualquier caso, es optar siempre por una masa artesanal y huir de aquellas prefabricadas. A la hora de trabajar la masa es importante emplearse al máximo en el amasado, así como garantizar un adecuado reposo de la misma. Esto será fundamental para lograr una altura considerable de la masa, que deberá ser consistente para soportar después el peso del relleno sin romperse.
Relleno de calidad y bien ligado
En cuanto al relleno, cada zona de Galicia cuenta con sus propias especialidades, si bien las más consumidas y populares son las de atún y bacalao, seguida de la de pulpo que continúa ganando terreno. La calidad de la materia prima resulta, por tanto, vital para lograr un buen resultado final en la textura y sabor.
Hay que vigilar el exceso de aceite en el sofrito, dejándolo reposar y eliminando el excedente hasta que quede bien ligado.
Es obvio el protagonismo en los rellenos de los productos del mar, de ineludible presencia en toda la gastronomía gallega, pero también se encuentran cada vez más empanadas cárnicas y vegetales, que resultan una gran opción para veganos y vegetarianos. Si hablamos de alimentos prohibidos, hemos de saber que el uso de lácteos se recibe con recelo, por lo que evitaremos utilizar queso en el relleno.
Al ingrediente principal le acompañará un sofrito principalmente a base de cebolla y pimiento y será en la elaboración del mismo cuando tendremos que tener sumo cuidado con el exceso de aceite que puede arruinar nuestra empanada. Por ello, conviene siempre dejar reposar el relleno y vigilar la aparición de aceite, que tendremos que escurrir hasta lograr un relleno bien ligado.
Asimismo, y terminando con el montaje y unión de ambas partes (masa y relleno), habrá que agregar este último una vez esté frío o atemperado para evitar que impregne y fastidie la masa. Sellaremos bien los bordes para evitar escapes laterales, siempre pinchando la parte superior para lograr un 'efecto chimenea' que será clave en el horneado. El cocinado terminará cuando tengamos una masa bien cocinada y no cruda, para lo que tendremos que vigilar muy bien la temperatura adecuada.
Fuente: Diario Vasco
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