Plato exponente de Camboya. Foto: Getty Images/iStockphoto - NZSteve |
La tarántula frita es uno de los más apetecidos y se encuentra dentro del listado. ¿Te atreverías a probarla?
Uno de los grandes placeres de la vida es comer. Recorrer diferentes culturas permite adentrarse en un mundo de sabores y texturas dignas de probar y disfrutar. Carnes, pescados, pastas, pizzas y sopas, ente otros, hacen un show gastronómico imperdible en los paladares para dar a conocer las tradiciones que se han trasladado a los fogones, ofreciendo una gran variedad de platos dignos de admirar. Sin embargo, los amantes del buen comer son puestos a prueba algunas veces con excentricidades culinarias que no son muy agradables a la vista y que resultan un poco “descabelladas” para quienes se atreven a degustarlas.
En Gastronomía y recetas de El Espectador hicimos una pequeña ruta gastronómica para mostrar algunas propuestas gastronómicas del mundo que para algunos comensales resultan “extrañas” pero que para otros son verdaderos manjares.
Una delicia culinaria para los habitantes de este lugar. La tarántula se fríe en aceite y ajo y se caracteriza por su crocancia. Cuenta la historia que estos insectos fueron consumidos por primera vez durante el Khmer Rouge, un régimen en el que se vivió con escasez de comida y que los convirtió en el sustento diario para sobrevivir a las caóticas circunstancias del comunismo.
Plato exponente de Camboya. Foto: Getty Images/iStockphoto - NZSteve |
Los indígenas australianos fueron los primeros en experimentar con esta “carne de animales silvestre” cuando se encontraban en el desierto. Tal cual como el mojojoy, este gusano puede comerse crudo y quienes lo han probado afirmar que su piel es crujiente y su interior tiene la textura de un huevo revuelto.
Foto: Getty Images - ARISA THEPBANCHORNCHAI |
El corazón, el hígado y los pulmones de la oveja se reúnen en un solo plato para fusionarse con el auténtico sabor de las cebollas y las especias. Su textura es como la de un embudo de carne, y su particularidad es que se hierve en el estómago del animal para luego ser llevado a la mesa.
Foto: Getty Images/iStockphoto - bonchan |
Este plato expone trozos de carne de criaturas marinas en una pasta marrón que deben comerse crudos . Se sazona con sus propias vísceras saladas y fermentadas. Su sabor es similar al de las anchoas, pero su textura es muy diferente. Expertos en el tema dicen que la mejor forma de disfrutar este plato es tomando un bocado que debe terminar con un buen sorbo de whisky.
Foto: Getty Images/iStockphoto - kuppa_rock |
Una propuesta de la cocina islandesa elaborada a base de carne curada del tiburón peregrino o tiburón de Groenlandia. Para llevarlo a la mesa hay que primero enterrarlo bajo tierra para que suelte “fluidos venenosos” garantizando así que se pueda comer su carne, luego hay dejarlo secar para posteriormente cortarlo en tiras y servirlo. Dicen que su sabor a pescado es potente y que no es del agrado de muchos comensales. ¡Habrá que probar!
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