Una alimentación saludable influye en nuestro peso y en nuestra longevidad. (Pexels/Paul Seling) |
Descubre qué podemos aprender de la alimentación japonesa, siempre alabada en cualquier estudio relacionado con la longevidad de sus habitantes
Según un nuevo estudio científico, tomar soja y sus derivados, lignanos (presentes en alimentos como las semillas de lino o algunos frutos secos), vegetales crucíferos como el repollo y té verde nos posibilita tener una vida más larga y saludable, además de que suponen una dieta equilibrada que nos ayuda a mantener a raya nuestro peso.
Una alimentación que bien conocen en Japón, pues allí son habituales todos estos alimentos que, según han publicado los investigadores del Centro Oncológico Johns Hopkins Kimmel en JNCI Cancer Spectrum, son ideales para combatir el cáncer de mama. No es su único beneficio en nuestra salud, especialmente en mujeres. Su consumo está intrínsecamente ligado con una mayor longevidad, siendo las japonesas las mujeres más longevas por detrás de Hong Kong, país que hace tres años le arrebataba el primer puesto.
La leche de soja es una opción muy saludable. (Pexels/Polina Tankilevitch) |
En España ocupamos el séptimo puesto en el ránking de longevidad, pero con estos cuatro alimentos, quizá podamos alargar la esperanza de vida, que actualmente está en una media de 82,4 años en nuestro país. Investigadores de países como Australia, Dinamarca, Inglaterra, Noruega y Estados Unidos se han unido para revisar varios estudios donde se examina el impacto de consumir estos cuatro alimentos.
Tras analizar el consumo de estos alimentos y sus fitonutrientes, se concluyó que las isoflavonas de la soja se asociaron con un 26% menos de riesgo de reaparición de cáncer de mama, especialmente en mujeres posmenopáusicas. Con una taza de leche de soja al día o una ración de tofu ayudamos a reducir el riesgo de cáncer de mama, así de sencillo. Además, también ayuda a reducir el riesgo de mortalidad en un 12%.
El té verde es muy típico de la dieta japonesa. (Pexels/Charlotte May) |
Respecto de los lignanos, presentes en vegetales, semillas, legumbres, frutos secos, frutas y cereales integrales, se ha descubierto que la enterolactona (un compuesto metabolizado a partir de estas sustancias), se reduce el riesgo de mortalidad hasta el 31%, especialmente en mujeres posmenopáusicas.
El té verde tiene como beneficio la reducción de la recurrencia del cáncer de mama hasta en un 44% de mujeres con esta enfermedad en etapas tempranas. Por último, el consumo de verduras crucíferas no tuvo unos resultados especialmente concluyentes en los estudios revisados, quizá debido a su baja ingesta.
Sara Castellanos
Fuente: El Confidencial
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