Mujer comiendo en el trabajo. |
- Llevar unos hábitos nutricionales adecuados es una cuestión que no solo tiene una razón de estética, sino que también es una garantía de calidad de vida y una forma de prevenir enfermedades
- La clave dedicar tiempo a planificar los menús por semanas y a hacer la compra para fijarse en los etiquetados
Vivimos en un ritmo de vida acelerado, caracterizado por jornadas laborales extenuantes, compromisos sociales y la constante presión por alcanzar metas y objetivos, donde la importancia de mantener una alimentación saludable se presenta como un pilar fundamental para preservar el bienestar físico y mental. En este contexto, llevar unos hábitos nutricionales adecuados es una cuestión que no solo tiene una razón de estética, sino que también es una garantía de calidad de vida y una forma de prevenir enfermedades.
Vitaminas, minerales, proteínas y grasas saludables son elementos cruciales para el mantenimiento de la salud, fortaleciendo el sistema inmunológico, favoreciendo el desarrollo muscular y contribuyendo al equilibrio hormonal. En medio de agendas apretadas y demandas constantes, descuidar la ingesta de estos nutrientes tan esenciales para el correcto funcionamiento del organismo, nos vuelve más susceptibles a enfermar.
Para solucionar el problema de las comidas, a veces cometemos el error de comprar comida preparada que no siempre son saludables. En este sentido, conviene dedicar tiempo para hacer la compra y para planificar las comidas.
Estrategias para evitar alimentos procesados
1. Lee las etiquetas nutricionales
Para evitar meter en la cesta de la compra productos con ingredientes poco saludables, es fundamental que leas las etiquetas de los productos y saber qué te estás llevando. De esta forma, evitarás productos con ingredientes poco saludables, altos en azúcares añadidos y grasas saturadas.
2. Cocina en casa
Preparar tus propias comidas te permitirá llevar un control de los ingredientes. Si se te acaban las ideas, puedes buscar recetas sencillas y saludables para las que puedes utilizar alimentos frescos y dejar de lado los productos altamente procesados.
3. Limita las comidas fuera de casa
Reduce la frecuencia de comidas en restaurantes de comida rápida ya que suelen ser altas en grasas no saludables y en sodio.
4. Opta por snacks naturales
La falta de tiempo nos conduce muchas veces a consumir snacks empaquetados que aportan calorías vacías y escasos niveles nutricionales. La fruta fresca, la verdura cortada o los frutos secos bajos en sal son opciones saludables para esos momentos en los que te entra hambre y no puedes dedicar mucho tiempo a la comida. Además, te aportarán más energía y favorecerán tu rendimiento.
5. Planifica tus compras
Haz una lista solo con lo que necesitas y cíñete a ella, así evitarás llenar la cesta de la compra con productos procesados y reducirás la tentación de la compra compulsiva. Para ello, será necesario una planificación previa de las comidas.
Cómo planificar los menús
1. Prepara tus comidas cada semana
Dedica un día a la semana a planificar y a preparar los platos que se puedan cocinar con antelación y también congelar. En el caso de que sean alimentos que no se puedan meter en el congelador, deja una parte preparada. Por ejemplo, puedes dejar la verdura cortada y refrigerarla solo lista para echar en el recipiente antes de cocinar. Muchas veces por no perder tiempo, por poco que sea, en cortarla, se coge el camino fácil que, normalmente, es el menos saludable. Preparar los menús con antelación es una manera de simplificar tus compras y garantizar una alimentación equilibrada.
2. Utiliza contenedores herméticos
Almacena tus comidas en contenedores herméticos, facilitando su transporte y conservación. Esto te permitirá llevar almuerzos saludables al trabajo o tener cenas rápidas en casa.
3. Cocina en lotes
Cocinar los alimentos en grandes cantidades con los que puedas dividir las diferentes comidas y asegurarte de que todos los días están cubiertos. Esto también liberará tu mente de la preocupación de que tienes que hacer de comer.
4. Mantén snacks saludables a mano
Ten siempre disponibles snacks saludables como frutas, frutos secos y yogur natural con los que evitar recurrir a opciones menos saludables cuando sientas hambre entre comidas.
MERCEDES FERNÁNDEZ
Fuente: Dario de Sevilla
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