#TECNICASDECOCINA #VEGETALES 🫛| ¡Benditas alcachofas! De pesadilla a plato divino en 5

Ah, las alcachofas... ¡Esas flores rebeldes que parecen desafiarnos desde la frutería! Pinchos, hojas duras, corazones esquivos... ¿Para qué complicarse la vida?

¡Alto ahí, amigo mío! Déjate de miedos infundados, que este servidor te tomará de la mano (metafóricamente, claro) y te guíará en este viaje hacia el corazón tierno y delicioso de la alcachofa.

Olvida las recetas kilométricas y los trucos de abuela. Aquí te presento la esencia pura, la verdad desnuda, ¡el minimalismo hecho verdura!

1. El Desnudo:

Primero, despojemos a nuestra amiga de sus defensas. Corta el tallo dejando unos 3 centímetros y elimina las hojas exteriores más duras, como quien se quita una armadura. No temas, sé valiente. Un buen pelador será tu mejor aliado.

2. Sumersión Tentación:

Para evitar que la oxidación nos juegue una mala pasada (¡ese tono negruzco no es nada atractivo!), sumerge las alcachofas en un bol con agua fría y un chorrito de limón o perejil picado. ¡Frescura antioxidante!

3. El Punto Justo:

Aquí llega la decisión crucial, el momento de la verdad. ¿Cómo las queremos?

• Al dente, con carácter: 15 minutos al vapor, liberando aromas herbáceos en la cocina.
• Tiernas, melosas: 20-25 minutos en agua hirviendo, con un toque de sal y laurel para la elegancia.

Pincha la base con un cuchillo, si cede fácilmente… ¡Eureka! Ya están listas para conquistar paladares.

4. La Magia de la Simpleza:

Olvida las salsas pesadas que enmascaran su sabor. Un chorrito de aceite de oliva virgen extra, sal de mar y unas escamas de pimienta. ¿Te atreves con más? Un toque de ajo laminado dorado en la sartén, un velo de vinagreta con hierbas frescas… ¡Imaginación al poder!

5. Degustación Consciente:

Olvida los modales, aquí se trata de disfrutar. Toma una hoja, retira la parte carnosa con los dientes, saborea, disfruta... El corazón, tierno y suave, te espera como la recompensa final.

Verás como la alcachofa, esa verdura antes temida, se convierte en la reina de tu mesa. Sencilla, versátil, deliciosa... ¡Un lienzo en blanco para tu creatividad culinaria!

¡Buen provecho! Y recuerda… ¡La cocina es un laboratorio de sabores, atrévete a experimentar!

Luis Enrique Blanco

El Gourmet Urbano