No hay nada más placentero para un Gourmet Urbano que tomarse su tiempo para degustar una comida. La conexión de sus sentidos con los sabores y los aromas del plato le permite explorarlo y apreciar el talento gastronómico implícito del mismo.
Lamentablemente, nuestro ritmo de vida acelerado limita el tiempo que disponemos para cocinar y/o comer. Esto puede llevar a cometer excesos que afectan la salud, y que ocurren por la falta de planificación y moderación, no por el alimento en sí.
No es lo mismo disfrutar de un brownie de chocolate con una copa de vino malbec fortificado de Bodegas Bousquet a media tarde que comerse una caja completa de galletas de chocolate. Eso lo sabe un Gourmet y por eso sigue estas recomendaciones que ayudan a evitar los excesos alimenticios:
Siempre desayuna. Si la gente entendiera el efecto de esta primera comida del día en nuestro organismo, nadie saldría de casa sin desayunar. Recordemos que el desayuno mantiene estable la glucosa y nos aporta altos niveles de energía que se mantienen durante la jornada. Además controla el apetito y permite que disfrutemos de las comidas.
Come poco y a menudo. Comer 5 ó 6 veces al día en pequeñas porciones contribuye a mantenernos activos. Además, estimula a que comamos cuando sentimos la necesidad de alimentarnos, y no cuando estamos hambrientos, caso en el que devoramos la comida y no la disfrutamos.
Administra el tiempo de la comida. Muchos estudios han demostrado que nuestro cerebro tarda un tiempo
en saber si está o no satisfecho. Por esta razón se recomienda degustar cada bocado. Esto no toma de 10 minutos y los beneficios son por partida doble: nuestro paladar sigue disfrutando de su comida y evitamos comer de más.
Decide qué y cuánto come. La idea no es comer todo lo que nos pongan en el plato. Si algo no nos gusta, nos es desagradable o es un alimento que sabemos va a sobrecargar nuestro organismo, debemos detenernos y dejarlo a un lado. Si estamos en la calle siempre está la opción de pedir que nos lo empaquen para llevarlo a casa.
Mide las porciones visualmente. El ojo de un Gourmet está bien educado para saber cuál es la porción adecuada que su cuerpo debe recibir a diario y en cada comida. Pero, para quienes nos cuesta un poco más, un buen truco es servir nuestros alimentos en los platos pequeños o para las ensaladas. De esta manera vamos educando nuestro ojo y evitamos los excesos.
Se sirve una sola vez. Una buena planificación alimenticia no contempla la repetición, ya que distribuye en las cantidades adecuadas los grupos alimenticios que son requeridos en cada comida: carbohidratos, proteínas y lípidos. Pero, mientras uno se organiza, lo más sano es consumir lo que nos servimos, y guardar o retirar lo que sobre para evitar la tentación de servirnos de nuevo y seguir comiendo.
Todo esto lo sabe un Gourmet Urbano y por eso apuesta siempre por la calidad gastronómica y no por la cantidad. Para nosotros no existe comida mala, toda comida es saludable si se consume con responsabilidad y moderación.
FUENTE: http://www.notiactual.com
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