Una de las cosas que más disfrutamos de las entrevistas son las historias que en ellas se revelan. Cada una tiene una magia que nos deja el sabor dulce de tener el honor de que los entrevistados nos abran, no sólo las puertas de sus locales sino también de sus vidas. Pero hay sitios y personajes que nos tocan humanamente y nos hacen reflexionar más de lo que ya lo hacemos en nuestro trabajo. Y es que la vida, la gente nunca deja de sorprender, hasta ahora, de manera grata. Uno de estos sitios fue KAKAO, su gente y su cabeza principal: María Fernanda Di Giacobbe.
Cuando entramos al laboratorio de KAKAO, tuvimos que dejar el estrés de Caracas afuera, era imposible que pasará con nosotros porque el ambiente que se respira, la sonrisas y la actitud relajada de quienes trabajan en el laboratorio te anima a eso. Casi sentimos que era un deber y un respeto a ellos. Cuando nos sentamos a conversar con María Fernanda, la charla tomó un camino, por demás interesante,mucho más profundo de lo que esperamos, pero sumamente enriquecedor. Nos costó ir al punto principal que nos había llevado allá. Hicimos lo posible por mantenerla dentro del esquema, pero es inveitable que esta entrevista tenga una magia distinta a las demás, ni más ni menos importante que otras, sólo distinta. Esperamos la disfruten.
Cómo nace KAKAO
Kakao nace en el paro nacional. La empresa familiar que manejaban los Di Giacobbe quiebra, y de los locales que tenían sólo les quedó Soma Café ubicada en el Trasnocho. La situación fue muy dura y a María Fernanda le regalan un viaje a España para tener un respiro ante la situación.
Ya en España, Iván García la invita a un concierto en Cacao Sampaka y allí observa un mural de la Iglesia de Chuao y un escrito que decía “El mejor cacao del mundo se hace en Venezuela”. Esa imagen bastó para que tomará el primer vuelo de regreso a Venezuela decidida a crear una bombonería.
El concepto de KAKAO
Al pisar suelo venezolano comenzó a trabajar en ese sueño. María Fernanda estaba clara que, si el mejor chocolate es venezolano, los bombones debían ser también venezolanos. No quería hacer bombones con las técnicas francesas que son muy riguosas en la preparación de los mismos. Ella quería que los bombones fueran reflejo de su origen. Por eso viajó a Chuao y observó el entorno y lo que vio fue color, alegría, esperanza, paz y por eso decidió que los bombones, la tienda, todo lo que tuviera que ver con KAKAO fuera colorido e inspirara alegría. Era la oportunidad de demostrar en el exterior que los venezolanos somos buenos en música, en literatura, imbatibles en diseño grafico, que tenemos dulces criollos riquísimos y que somos felices así.
Con este concepto claro comenzó a darle forma a KAKAO con el apoyo de gran parte de su equipo de trabajo que la ha acompañado durante estos casi 25 años y que para ella son su familia también.
Los inicios y la “familia” de KAKAO
Los fogones venezolanos, en su mayoria, se destacan por ser muy militarizados. Tienen la convicción de que sólo así el negocio es rentable y se llega al triunfo. Pero todo depende del espejo con que se vea y qué se quiere exactamente del negocio. El estilo de María Fernanda difiere mucho del común: es un estilo flexible, relajado, donde todos hablan y comparten, es una cocina muy femenina. Aquí la entrada de cada miembro se realiza en consenso y no importa si es primo, sobrino o novio, si se enamoran en el camino de algún compañero o compañera, la armonía y el ambiente familiar es lo que cuenta. Un lugar donde la riqueza del ambiente pasa al producto final: el bombón. Cada quién le da su toque, su magia. El que sea un ambiente relajado tiene nada que ver con desorganizado. Existe un orden bien claro. Cada uno de los miembros sabe el valor exacto del ingrediente o producto que pasa por sus manos, hacen un estudio de costo, tienen su manual de procedimientos, todo lo que una empresa tendría. Pero se centran en algo que para ellos es primordial: Se basan en el respeto a la persona y en el interés de que trabaje cómodo y feliz. ¿El dinero? Sí, el dinero es importante y trabajan para obtener lo suficiente y vivir bien pero no es la meta final.
Es un estilo donde todos son tratados como personas, donde cada uno conoce y sabe su responsabilidad y se compromete porque hacen lo que les gusta. “Al venezolano no le gusta que lo obliguen a hacer algo” nos cuenta María Fernanda. Se logra más dándoles la libertad de trabajar y desarrollarse en lo que le gusta.
Por eso no les importa si alguien viene a robarles las ideas y hacen copias de sus productos. Ellos saben que nunca tendrán lo que poseen y atesoran como equipo. Algo que es palpable al probar su producto, al entrar a la tienda, al verlos trabajar y tratar con los demás: alegría y felicidad
Esa magia es lo que hace adictivo a KAKAO, quién lo visita un vez volverá buscando el dulce y ese candor que ellos brindan a los clientes.
El producto de KAKAO
Los bombones se hacen con productos 100% naturales y criollos que nos recuerdan nuestras costumbres, lo que somos coomo venezolanos y nos pasean por cada reión de nuestro país. Existen alrededor de 186 sabores registrados, entre los que tenemos los bombones de naranja, de guayaba con queso crema, de merey, de papelon con limón, parchita, y muchísimos más.
Aprendieron las técnicas europeas, pero las vistieron de venezolano dejando que la creatividad volara, porque saben que nada es inherte y todo cambia. Así es el venezolano. Todos los días vienen con nuevas ideas, nuevas combinaciones. Por eso KAKAO es libre en su concepto. Por eso viajan juntos, investigan y crean para ofrecer nuevos sabores y brindar esa magia de cada rincón de Venezuela a través de KAKAO. De sus viajes y proyectos nació Proyecto Cumbo en Barlovento, un curso dinámico acerca de las técnicas actuales en materia de chocolatería y su aplicación específica al mundo de la bombonería. Allí abrieron una escuela de dulcería criolla y chocolatería que propone alternativas a los cosechadores de cacao de la zona y a quienes lo comercializan. Aún no saben que saldrá de éste pero el intercambio de experiencias los ha enriquecido muchisimo
La tienda y la oferta
En una oportunidad abrieron una franquicia en Margarita y en Buenos Aires y la experiencia no fue grata para el equipo. Luego de que ambas franquicias cerraron se mantuvieron alejado de todo negocio de este tipo por un tiempo, pero KAKAO crecía sin que ellos pudieran evitarlo y buscaba de expandirse.
A María Fernanda le costó mucho entender que para lo que ella era bueno, para otros no lo era. Por eso decidió junto a su equipo dejar crecer a KAKAO pero teniendo muy claro su meta. KAKAO no es un negocio para hacer dinero, hay que tener vocación, la ilusión de levantarse cada día para trabajar con alegría. Por eso dejaron de verlo como franquicia y le ven como células de KAKAO donde cada negocio será de los dueños. Deben entenderlo como un negocio familiar. Si lo ven como un negocio para hacer dinero es mejor que miren hacia otro lado.
Hasta los momentos podemos disfrutar de KAKAO en El Hatillo, en BECO de el C.C.Millenium y próximamente en el C.C.. Líder.
A quién va dirigido KAKAO
Para todo aquel que quiere ser feliz, estar alegre, disfrutar de lo que la vida le brinda. Aquí poco hay que escribir: KAKAO es un producto para el venezolano, para todo aquel que se siente venezolano y también para los que les gusta el estilo venezolano.
Hacia dónde va KAKAO
Kakao esta en el hatillo en beco del milenium (familia peterson) . Pronto abrirán en líder. Pero aclara que el negocio es de ellos.
Kakao va hacia donde quieran todo elgrupo. María Fernanda dice que la idea no es nada ganan con enamorarla a ella sino al grupo. Es una decisión que toman como familia.
Claro que todos tienen metas individuales, por ejemplo a ella le encantaría que cada negocio fuera una celular familiar conformada por su equipo, pero entiende que tal vez no es lo que sus integrantes desean. Por eso les da libertad y se apoyan en cada proyecto que emprendan.
Así que los planes de KAKAO dependen de las ganas que tenga el grupo de seguir arriesgándose, de buscar propuestas atractivas y de ser audaces. Como nos dijo María Fernanda en sus propias palabras “Lo importante es hacer y construir, no se puede hacer desde la culpa ni la pena, sino desde la libertad”
Me encanta el concepto, y de seguro los chocolates son igual de fabulosos. ¡Éxitos!
ResponderBorrarMe alegra mucho la forma en que conciben lo venezolano y que lo represente por medio de Kakao. En el estado Sucre, en Río Caribe, existe un museo del Cacao que es fábrica al mismo tiempo y el chocolate es delicioso... Ya quiero probar esos bombones de Kakao para seguir experienciando lo que se cosecha y hace en nuestro país...
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