El Gourmet Urbano: Pietro Carbone (@carbonespresso): Tomando Café Árabe

En la entrega anterior comencé con los tipos de café que podemos preparar en casa. Empecé esta serie con la famosa MOKA, y en el escrito de hoy quiero que descubramos juntos lo que es un café árabe.

Antes que nada debemos despejar nuestra mente y dejar atrás cualquier rastro de preparaciones convencionales que nos pase por la cabeza. Sin electricidad, sin baras de presión, sin artefactos. Sencillamente es agua, café, especias, azúcar, una cacerola y algo donde calentar.

Empecemos por la parte de la preparación que es la que hace la diferencia con el resto de las preparaciones de las que hemos hablado. Pero hablemos de las especias, en particular el Cardamomo.
Esta planta, de la cual se consumen solamente sus semillas(contiene varias semillitas), es originaria de la India y Sri-Lanka. Hoy en día se le dan muy variados usos, tanto en la salud como en la cocina, los cuales lo convierten en una de las especies de mayor valor a nivel mundial. Tiene un olor y sabor ligeramente picante y muy estimulante. Por su contenido de aceites esenciales se utiliza para preparar diversos platillos en la cocina como arroz, sopas, ensaladas, bebidas, licores, repostería, etc. Además de esto, hay estudios que avalan sus propiedades para la salud, por ejemplo en la diabetes, la digestión, la halitosis y, según las leyendas, hasta propiedades afrodisíacas.

Pero, ¿cómo preparamos el café árabe? En un mortero pulverizamos las semillas de cardamomo hasta obtener un polvillo. El aroma en ese instante nos indicará que la preparación será algo totalmente diferente. Luego, mezclamos este polvillo de cardamomo con el café tostado molido (muy finito) obteniendo ya un café aromatizado.

Luego, se pone a hervir agua. Una vez que rompa en hervor, se retira del fuego y se agrega una cucharada de azúcar y luego de café (aproximadamente una cucharada sopera) por cada taza a servir.

Se debe batir bien para que la mezcla sea homogénea. Inmediatamente se coloca de nuevo esta mezcla al fuego y se lleva a ebullición. Cuando hierve podremos apreciar que se va formando una espuma marrón intenso en la superficie. Hay quien le gusta más intenso, y retiran la olla del fuego, esperan unos segundos y vuelven a colocarla de nuevo al fuego. Repiten este proceso 2 ó 3 veces. Con cada hervor se logra que el café sea más intenso en sabor y en olor. Si se abusa de este proceso, sencillamente tomaremos café quemado.

Una vez retirado definitivamente del fuego, con una cuchara se sirve un poco de la espuma del café en cada taza, y posteriormente se sirve el café. Así mismo, sin filtrar, sin colar. Ya en este punto el aroma es inconfundible, intenso, potente y penetrante.

La ventaja de esta preparación es su sencillez (pero no por esto deja de ser preciso en sus pasos), y hoy en día es fácil conseguir cardamomo. Esta semilla la venden en EL Arabito, en la Manicería San Jorge y en Gourmet Garage, en Caracas.

Algo no tan favorable (para nosotros que estamos acostumbrados al café occidental) es que este café se sirve y se toma con la borra. Literalmente nos tomamos el café. Sencillamente es cuestión de gustos.

Para terminar, les comento que en Arabia Saudita -y en su preparación más pura y original- el Café Árabe se prepara aparte de cardamomo, con Azafrán. Esas ya son palabras mayores.

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