Descorchando esta historia
La gran mayoría de quienes vivimos en el hermoso continente americano, seamos o no fanáticos del fútbol, estamos en estos días pendientes de los partidos y los resultados de la Copa América. Pero como no todo en esta vida es fútbol, les propongo que demos una mirada a este deporte y a los jugadores con el cristal de una copa de buen vino chileno.
Como podrán imaginarlo, mi equipo favorito en este campeonato era Chile... lástima que el resultado del fin de semana nos dejó fuera de competencia. Debo aclarar que, si bien soy muy patriota, este deporte no es mi favorito y no soy de las que veo completo cada partido; sin embargo, cuando juega Chile, mantenerse al margen de los comentarios en las noticias, las portadas de diarios y revistas, la información en las redes sociales, las conversaciones con amigos y las celebraciones que se escuchan por todos lados ante cada gol, hacen que resulte imposible no saber quién juega, cómo lo hace y cuál fue el resultado.
Sirvámonos una copa
Tengan en su mente que este análisis va desde el punto de vista de una persona que poco o nada sabe de este deporte, pero mis recuerdos siempre apuntan a tener una selección de fútbol de Chile a la que se apostaba al 100% y se les daba un total apoyo para lograr que avanzaran en las etapas de cada campeonato internacional. El problema era que sólo destacaban un par de jugadores potentes, entre ellos y como grandes ejemplos, los reconocidos Elías Figueroa, Iván Zamorano y Marcelo Salas, pero no recuerdo que los comentaristas internacionales destacaran al equipo como un todo o nos dieran como favoritos de algún torneo.
Ahora, veamos la misma situación anterior pero con el equipo del vino chileno. La industria vitivinícola de nuestro país tiene mucho que ver con tradiciones de familia, lo que implica que va de la mano de mucho orgullo, esfuerzo y el apoyo correspondiente; pero quienes han seguido a nuestros vinos recordarán que, hasta hace unos años, nuestra principal oferta estaba compuesta por las cuatro variedades básicas y nuestros jugadores reconocidos internacionalmente eran el Cabernet Sauvignon y el Merlot. Había un par de jugadores de cepas blancas que destacaban, pero no llegábamos mucho más allá.
Del mismo modo que en nuestro fútbol de los últimos años, la historia también ha sido generosa desde hace décadas con nuestra producción y oferta vitivinícola y los vinos chilenos se han ganado un espacio como un reconocido productor y como uno de los exponentes del Nuevo Mundo. El ranking posiciona a Chile como el 5° exportador y el 8° productor a nivel mundial.
Si nos referimos a las condiciones de nuestra cancha, que se ubica en la zona central de nuestro país, podemos decir que permite a las variedades en juego desarrollarse en un generoso clima mediterráneo, con temperaturas que contrastan fuertemente entre el día y la noche, favoreciendo a cada una para expresar lo mejor de sí mismas. Los límites de esta cancha ofrecen además condiciones muy distintas entre “Cordillera”, “Costa”, y lo que sucede “Entre Cordilleras”, lo que permite a los enólogos una gran cantidad de opciones para lograr los mejores vinos.
En cuanto a los jugadores, la oferta también se ha ampliado a tal punto que la diversidad es uno de los atributos que nos caracterizan como industria. Nuestro Cabernet Sauvignon sigue siendo la estrella en el equipo de los vinos de Chile, pero ya no está solo; Merlot, Carmenere, Pinot Noir, Syrah, Carignan, Sauvignon Blanc, Chardonnay y muchos otros, hacen jugadas increíbles entre vinos Premium, reservas, orgánicos, espumantes y rosé.
Los entrenamientos y la preparación que requieren los jugadores para jugar un buen partido son comparables con la dedicación, la inversión y la investigación permanente que se requiere en los viñedos y en las bodegas. Incluso, la dedicación y el sello diferenciador que se muestra en las camisetas de cada equipo, son homologables a lo que cada productor busca destacar en sus marcas y etiquetas, entre las cuales podemos encontrar millones de historias.
Finalmente, si nos referimos a los equipos competidores, todos sabemos que han existido tremendos jugadores tradicionales, respetados y admirados en todo el mundo, a quienes muchas veces, tan sólo por su prestigio, resultan muy difíciles de derrotar. Me refiero a los vinos provenientes de Francia e Italia. Estos jugadores tradicionales siguen siendo líderes en diversos mercados y mantienen una fama muchas veces envidiable. Sin embargo, al igual que cada continente tiene su campeonato de fútbol, ellos se mueven como actores del vino del Viejo Mundo, y nosotros hemos ganado orgullosamente un espacio como actores reconocidos del Nuevo Mundo, lo que nos lleva a tener botellas y consumidores de nuestro vino en los cinco continentes. Incluso y aunque para algunos resulte difícil de creer, son muchas las viñas y marcas chilenas hoy presentes en el mercado francés e italiano.
Hemos quedado fuera de la Copa América, y haciendo honor a esta nota, caímos frente a la “vino tinto”... Pero a diferencia de la Copa América, en materia de vinos, no cabe duda que Chile es uno de los equipos fuertes en la competencia y pueden estar seguros de que todos nuestros esfuerzos están enfocados en que el gran ganador de este torneo sea el consumidor.
¡Salud!, y hasta la próxima…
Paola Vásquez
Coordinadora Nacional de Vinos
Prochile - Chile
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